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Gobierno interviene universidad Uninpahu por manejos indebidos

Casi 5.000 estudiantes de 18 programas académicos en vilo. Presidente de la institución afronta proceso penal por violencia intrafamiliar. Trasfondo con un secuestro y 21 años de agresiones.

Fachada Uniinpahu y Velasco
Por Agencia Periodismo Investigativo | Créditos: Foto: Juan Luis Velasco, presidente de Uninpahu está en la mira de la Fiscalía y del ministerio de Educación

Por: Norbey Quevedo - Ana Naranjo

El pasado 4 de agosto el Ministerio de Educación, mediante resolución 015460 ordenó medidas preventivas y vigilancia especial en contra de la Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano, Uninpahu. Se trata de una de las instituciones educativas pioneras en programas técnicos y tecnológicos en Bogotá. Con esta decisión, su fundador Luís Hernán Linares Ángel tras ocho años de su muerte, empieza a descansar en paz.

La intervención de este claustro con 46 años de funcionamiento, 18 programas académicos, cerca de 5.000 estudiantes y más de 20.000 egresados, evidencia el tortuoso camino que ha recorrido María Paula Linares, única hija mujer y heredera de Luís Hernán Linares Ángel para recuperar la universidad y el legado académico de su padre.

Como legataria perdió el control de la institución en el año 2019, tras maniobras societarias y jurídicas que incluyeron episodios de manipulación y violencia intrafamiliar de parte de su exesposo Juan Luis Velasco, procesado penalmente por estos hechos. Ni el directivo, ni el rector de la institución se han pronunciado al respecto, pese a los llamados de la Agencia de Periodismo Investigativo, API.

María Paula Linares ha sido dos veces víctima. La primera en manos de la Farc que la secuestró el 5 de febrero de 1999 y la liberó un año después luego que su padre pagara tres veces su rescate. La segunda cuando seis meses después, el 8 de julio de 2000, y a pesar de la desaprobación de sus padres y hermano, contrajo matrimonio con Juan Luis Velasco.

Desde entonces, y como reposa en los anaqueles de la justicia,  ha vivido un infierno. Un espiral de violencia con golpes, insultos, amenazas, coacción y todo tipo de vejámenes que arrasaron con la paz de ella y  sus dos hijas. 

En el año 2005 se acercó a la Comisaría de Familia de Chapinero para denunciarlo. Según narró en su momento, la agredió físicamente en la cabeza, manos, espalda y pecho. 

Tres años después regresó al mismo lugar con la voluntad y la moral quebrantadas, su relato así lo refleja, "de común acuerdo con mi esposo cambié de domicilio con mi hija menor de edad M.V.L de 4 años (…) el padre de nuestra hija se encontraba de viaje, salió del país el día 22 de abril y regresó el 4 de mayo. Yo cambié de domicilio el día 28, desde su llegada a Bogotá única y exclusivamente por su voluntad no ha visto a su hija", se lee en la constancia expedida por la comisaría.

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Foto: Facsimil de la primera página de la resolución del ministerio de Educación


Dieciséis años tardó en volver a tocar las puertas de la justicia. El 5 de febrero de 2021 recurrió a la Fiscalía para relatar dos décadas de maltrato y violencia en donde expuso un móvil; el control de la universidad, Uninpahu que había heredado de su padre.

Y es que tras la muerte de Hernán Linares Ángel, el 17 de diciembre de 2014, María Paula y su hermano Juan Manuel, acordaron cada uno tomar el control de una universidad, él de Los Libertadores y ella de Uninpahu, ambas fundadas por su progenitor.

Las secuelas dejadas por el secuestro le impidieron culminar su carrera de derecho que cursaba en la Universidad Javeriana. Sin embargo, siempre trabajó en el área administrativa de Uninpahu.

Tras el deceso de su padre y con el acuerdo suscrito con su hermano, Linares sin entender del todo de balances y estados financieros, accedió a que su aún esposo ingresara como miembro de la Asamblea General de Uninpahu, el 11 de diciembre de 2017.

A partir del 15 de marzo de 2019, Velasco, a quien Hernan Linares siempre mantuvo al margen de sus empresas y negocios, pues desconfiaba de él, pasó a ser el presidente de la institución. En adelante se desencadenaron una serie de maniobras con las que terminó apropiándose de la universidad y expulsando a la verdadera dueña, María Paula Linares.

Precisamente, este es el punto de partida de las denuncias y quejas que fueron puestas en conocimiento del Ministerio de Educación y que derivaron en una visita de la Subdirección de Inspección y Vigilancia. 

Con unos antecedentes societarios. La Asamblea General estaba integrada hasta la muerte de Linares Ángel por cuatro personas jurídicas: Servicios Martín S.A.S, Servicios Carmen S.A.S, Servicios San Pedro S.A.S y Manuela Inversiones SAS.

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Foto: Luis Hernán Linares Ángel, fundador de la Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano Uninpahu y la Fundación Universitaria Los Libertadores


Luego, con el documento mediante el cual en 2017 Juan Manuel Linares hermano de María Paula cedió el 100% de las acciones que tenía su padre en estas  sociedades y ella hiciera lo propio con Los Libertadores, todo cambió.

Para el 15 de marzo de 2019, la asamblea la conformaban los votos de María Paula Linares, y Juan Luís Velasco como miembros principales y como suplentes figuraban sus dos hijas.

Así mismo, tres personas jurídicas, Servicios San Pedro S.A.S y Squaw Didáctica representadas legalmente por María Paula Linares y Técnicos Empresariales en cabeza de Juan Luis Velasco.

En declaraciones entregadas por la hija de Linares Ángel que reposan en expedientes judiciales, aseguró que cada vez que su entonces esposo necesitaba una firma para incidir de alguna manera en la universidad, días antes incrementaba el maltrato y la agresión. 

Con otro detalle, el 31 de octubre de 2019, Juan Luis Velasco constituyó dos sociedades; Asesorías Integrales Legalnet S.A.S y Servicios para la Innovación Educativa S.A.S.

Un mes después, estas dos empresas representadas por Velasco entraron a reemplazar a las otrora sociedades  de María Paula Linares. De esta manera, quedó con tres votos en la asamblea, mientras que ella, apenas con dos.

El cambio accionario, según el expediente que reposa en Fiscalía, Velasco lo logró con golpes, maltrato, insultos y amenazas. “Yo decidí aceptar dichos cambios no porque Juan Luis tuviera más experiencia en temas administrativos si no por el temor que le tenía como consecuencia de la violencia a la que me sometió durante años de matrimonio”, le contó la mujer al ente acusador y lo reiteró en entrevista con la Agencia de Periodismo Investigativo, API que denunció este caso el pasado 27 de marzo.

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Foto: Facsimil de la ampliación de la denuncia en Fiscalía interpuesta por Maria Paula Linares.


Para entender la gravedad del relato de la heredera y la trascendencia de lo resuelto por el Ministerio de Educación, es necesario sumergirse en el testimonio de la mujer. Indicó que Velasco la golpeaba, la escupía, la arrastraba por el suelo, le mojaba los alimentos para impedir que comiera, le gritaba que ella solo servía para "cagar y graznar".  Usaba toda clase de improperios, “que era una bruta, una puta y una borracha”.

Señalamientos que fueron mermando su autoestima y confianza y que, como lo señaló el Instituto de Medicina Legal, en una valoración psiquiátrica realizada a la mujer y en poder de esta Agencia, ya estaba afectada por el secuestro.

Sobrevino luego la pandemia de Covid-19 que agravó la situación de Linares y sus hijas en la convivencia diaria, quienes no se refieren a Velasco como su padre, si no como “ese señor”.

En comunicaciones telefónicas, la hija mayor de la pareja le suplicó entre lágrimas a su padre que se fuera de la casa, que eran años de violencia y que desde su cuarto escuchaban como gritaba y golpeaba a su madre. Velasco, muy molesto se rehusaba asegurando que esa también era su casa. 

Días después, el 20 de mayo de 2020 en medio de uno de los tantos episodios de maltrato Velasco le gritó a su esposa, “yo le robé y ni se dio cuenta”. Esa frase selló sus decisiones. Animada por sus propias hijas denunció, al fin 21 años de violencia y sometimiento.

Pero su determinación tuvo consecuencias. El entonces rector de Uninpahu, Diego Buitrago, promovido por Velasco, le notificó mediante un correo electrónico el inicio de un proceso disciplinario en su contra. Retuvieron sus cesantías, finalizaron el pago de la gasolina de su vehículo, eliminaron los bonos de Sodexo para el mercado, así como todo aquello que había sido asignado por su padre en los veinte años que ella trabajó en la universidad. 

El 8 de marzo de 2021, Uninpahu respondió una queja que interpuso María Paula por acoso laboral, negando cualquier conducta. Una semana después se realizó una nueva Asamblea General; en dicha sesión, Rodrigo Velasco Mosquera, hermano de Juan Luis, ingresó a hacer parte de la misma. A pesar de la oposición de Linares y su abogado, perdieron. Él tenía  tres votos y ella apenas dos.

Denuncia Usaquén
Foto: Informe de Medicina Legal donde se evidencia violencia intrafamiliar por parte de Juan Luis Velasco contra su familia


En octubre de ese año, a Maria Paula Linares, según relató, le incorporaron en su hoja de vida un título de abogada falso, con ello la dueña de Uninpahu terminó siendo denunciada penalmente por falsedad en documento privado.

Con una particularidad, la mujer no requería de un título profesional para trabajar en la universidad de la que su padre Hernán Linares había sido el fundador y dueño y que ella había heredado. Así que denunció a su ya exmarido por falsedad en documento, calumnia e injuria.

Ese mismo año Velasco convocó una nueva Asamblea Extraordinaria en la que con tres votos increíblemente removió a María Paula de la Asamblea General y en su lugar designó a Rodrigo, su hermano.

De esta manera Juan Luis Velasco se apropió del legado de Hernán Linares Àngel. El mismo que en 1982 y gracias al éxito de Inpahu como se llamó inicialmente, junto con el director de El Tiempo, Roberto García Peña y el general Luis Ernesto Ordoñez le dieron vida también a la Fundación Universitaria Los Libertadores.

Efectivamente esto fue lo que encontró el Ministerio de Educación en la visita realizada a Uninpahu.  Una Asamblea General conformada por cinco miembros entre naturales y personas jurídicas, “pero en la práctica cuatro personas naturales ostentan las facultades de voz y voto (…) ya que dos personas jurídicas son representadas por una misma persona”, advierte la resolución.

Esta situación fue calificada por los agentes del ministerio como no permitida pues revierte un ejercicio ilegítimo del poder ya que las decisiones podrían carecer de debate y análisis, “al concentrarse en una sola persona natural determinada cantidad de votos”.

El caso de María Paula Linares también salió a relucir en el informe del ministerio. El rector de Uninpahu adelantó un proceso disciplinario en su contra que concluyó con la terminación unilateral del contrato de trabajo como canciller de la institución argumentando justa causa.

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Foto: Fascismil de expediente ante la Comisaria de Familia de Usaquén


Paradójicamente, Linares estuvo incapacitada desde febrero de 2021 por una condición médica que requiere quimioterapia y que se prorrogó hasta el mes de mayo. No estaba obligada a responder correspondencia corporativa.

También se hizo mención al episodio de la controversia por el título falso de abogada que apareció en su hoja de vida y de la que la institución hizo hincapié en la visita del ministerio. Pero la entidad encontró que en el Estatuto General de Uninpahu no se contempla como requisito para el cargo de canciller ostentar formación académica en pregrado.

Según la resolución, actualmente los cargos de canciller de la universidad y de miembro de la asamblea no están siendo ejercidos por la heredera Linares. “Dicha situación podría generar una concentración de facultades estatutarias en un mismo individuo si el cargo de canciller es ejercido por el presidente de la Asamblea, lo cual no garantizaría una adecuada gobernabilidad”, señaló el informe de visita.

En cuanto a la administración de la universidad, la situación no es la mejor. La normativa establece el deber de firmar el incremento de los derechos pecuniarios de los estudiantes, como por ejemplo las matrículas, en las páginas web de las instituciones educativas, esta es inexistente en la página web de Uninpahu.

Se evidenció, además, que tampoco tiene establecido un término institucional para atender los trámites de peticiones, quejas y reclamos. Esto, según el ministerio, no puede quedar sujeto a lo establecido en lo concerniente a la normativa de derechos de petición, pues los estudiantes requieren trámites expeditos  como inscripción de asignaturas, matrículas, proceso de grado, calendario académico, entre otros. Incluso, hubo reparos en los protocolos de atención de casos de violencia sexual y de género.

El área contable fue motivo de hallazgos por parte del ministerio. La información que se registra no es útil ni relevante, no tiene definida una política contable para los bienes de inversión y tampoco para los arrendamientos operativos.

Otro de los hallazgos fue la omisión de los gastos pagados por anticipos frente al cual el ministerio requirió el cumplimiento de las normas NIIF.  No se establece de manera detallada los dineros entregados a proveedores y trabajadores, ni los propósitos y fines para los cuales se han contratado personas.

Expulsion Inpahu
Foto: Fascimil del acta 111 de 2018 mediante la cual Maria Paula Linares fue expulsada de Uninpahu


En cuanto a los activos intangibles, se detectó que la institución educativa no informa sobre las licencias y software adquiridos. También el ministerio solicitó dar claridad sobre los fondos Credifondo y el Fondo de Inversión Colectiva Bancolombia.

Frente a los estados financieros de los años 2020 y 2021 se encontró que Uninpahu incluyó una partida que denominó subvenciones.  Estas fueron de $613 millones en 2020 y $118 millones en 2021. “Al comparar los años mencionados presenta un decremento de $494 millones cifra que no está explicada y que presuntamente es el valor de subvención entregada”.

El ministerio en la motivación de la orden de vigilancia en contra de Uninpahu establece que la institución educativa tiene riesgo de iliquidez y de falta de capital de trabajo, “situación que dificulta la prestación del servicio de educación en forma eficiente”.

Así mismo, advierte que no mantener los flujos de caja necesarios para cancelar a tiempo sus costos fijos, variables y sus gastos de administración le permite al ministerio asegurar que presuntamente la entidad está en riesgo financiero por iliquidez.

Adicionalmente, en los estados financieros de los años 2019 y 2020,  se evidenció que la institución registra pasivos por $10.496 millones. Además los pasivos corrientes duplican los activos no corrientes en razón a la disminución de estudiantes e ingresos. 

Con otra particularidad, que aunque no fue evidenciada por el ministerio sí se refleja en los estados financieros. La institución educativa, valoró 20 casas antiguas ubicadas en el sector de Teusaquillo y en deficiente estado en $37.000 millones, una cifra que no se compadece con la realidad en su infraestructura pero que evidentemente, sí contribuyó a mejorar el balance. 

 

Extractos financieros
Foto: Fascimil de los estados financieros de Uninpahu de 2019 y 2020


En virtud de lo anterior el Ministerio de Educación ordenó una serie de medidas, entre éstas, la designación de  Angélica María Muñoz como inspector in situ para la vigilancia permanentemente  de la gestión administrativa y financiera.

Estudiantes, padres de familia y demás afectados esperan que se agilice la llegada de Muñoz a dicha institución para intentar poner la casa en orden.

De esta manera, empieza a esclarecerse la situación de una institución educativa que pasó del trabajo y la visión de su creador Hernán Linares heredada a sus dos hijos, frente a las actuaciones de su actual presidente Juan Luis Velasco, de quien en vida siempre desconfió.

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