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Germán Vargas Lleras expresa su preocupación por la Reforma a la Salud
Asegura que de ser aprobada se perderán cerca de cien mil empleos.
El exvicepresidente y líder natural del Partido Cambio Radical, Germán Vargas Lleras ha expresado su preocupación sobre la reforma de salud que está siendo discutida en el Congreso de Colombia.
Según lo expuso Vargas en su columna dominical de El Tiempo, el gobierno parece estar dispuesto a hacer cualquier cosa para avanzar con su proyecto, incluso si eso implica que el Congreso lo rechace y se movilice la ciudadanía en su contra.
Evidenció que la ministra de Salud, Carolina Corcho ha mostrado una intransigencia que sugiere que el gobierno quiere que su proyecto sea rechazado, tal vez para poder utilizarlo como una bandera en las próximas elecciones regionales.
Vargas teme que, si el gobierno tiene éxito en su estrategia, la salud de los colombianos pueda verse gravemente afectada.
La reforma propuesta por el gobierno, según Vargas, pone en riesgo la prestación de servicios de salud para la mayoría de los colombianos y la sostenibilidad financiera del sistema.
El modelo propuesto fragmenta la atención en salud y no establece un responsable integral de los afiliados al sistema.
Las EPS, según Vargas, quedan con un certificado de defunción expedido a dos años, y el sistema de aseguramiento desaparece. Todo se estatiza y se pone en la cabeza de la dirección, un fondo único pagador con fondos cuenta territoriales.
Vargas señala que la administración de todo el sistema será desbordada, pues no tendrá las capacidades mínimas para garantizar sus roles operativos.
Con el nuevo modelo el Estado define la política, la regula, define tarifas, se contrata, presta los servicios, se audita, se paga y se vigila.
El riesgo financiero lo asume en su totalidad el Estado, generando un problema fiscal descomunal, y tampoco se contemplan mecanismos para regular el gasto.
El proyecto no contempla mecanismos para regular el gasto, ni se tiene claridad de cómo se financiarán las nuevas infraestructuras, el plan nacional de equipamientos, las becas, los sistemas de información y la formalización de los trabajadores. Vargas teme que la transición propuesta no sea viable ni en tiempos ni en recursos y que se pierdan cerca de 100.000 empleos.
El dirigente expresó su preocupación por la eliminación de la participación del sector privado en el aseguramiento en salud, que era uno de los principales acuerdos alcanzados con el Presidente.
Tampoco hay claridad sobre la base de liquidación de “hasta el 5 %” que recibirán las Gestoras por administración, y la ponencia acaba con los planes complementarios de salud.
En conclusión, Vargas advierte que la reforma propuesta es inconveniente y que el consenso en su contra es evidente. Sin embargo, teme que el gobierno pueda doblegar la voluntad de los partidos políticos bisagras ya sus congresistas para sacar adelante su proyecto.
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