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Un Cristo con poncho y carriel, nuevo atractivo turístico de la comuna 13 en Medellín
La monumental escultura, elaborada con impresión 3D y materiales compostables, combina tradición, tecnología y sostenibilidad.
La comuna 13 de Medellín, conocida por su transformación social y su vibrante oferta cultural, suma un nuevo atractivo a su recorrido turístico: un Cristo de 11 metros de altura, diseñado con un poncho y un carriel como símbolo de la identidad paisa. Esta imponente escultura, ubicada en el segundo descanso de las escaleras eléctricas, es la primera de su tipo en América Latina, elaborada completamente con tecnología de impresión 3D y materiales compostables.
La obra fue concebida por un grupo de jóvenes antioqueños liderados por Alejandro Osorio, fundador de la empresa D3House. Según Osorio, la intención del proyecto es fusionar tradición y modernidad para atraer más visitantes y ofrecer nuevas oportunidades económicas a los habitantes de la zona.
El proceso de construcción, que tomó meses de trabajo en un taller ubicado en La Estrella, utilizó 1.800 piezas fabricadas con PLA, un material biodegradable derivado del maíz. Este componente, transformado en filamentos para impresión 3D, representa un avance en sostenibilidad al reemplazar materiales como el icopor. Además, el diseño del Cristo incorpora detalles que lo hacen único: su postura con los brazos abiertos y los elementos tradicionales paisas, como el poncho y el carriel, pintados con los colores de la bandera de Colombia.
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El proyecto no solo busca resaltar la riqueza cultural de la comuna 13, sino también fomentar el uso de tecnologías innovadoras. Más de 30.000 personas de la zona podrían beneficiarse de la generación de empleos directos e indirectos relacionados con la construcción, instalación y mantenimiento de la escultura. Además, se espera un incremento del 30% en el flujo de turistas gracias a este nuevo atractivo, consolidando aún más la posición de la comuna como un referente de resiliencia y creatividad.
La elección de un Cristo como figura central no es casual. Según los creadores, esta imagen representa las tradiciones religiosas y los valores familiares de Colombia, además de ser un símbolo de unión. La iniciativa, que combina arte, tecnología y sostenibilidad, se perfila como un nuevo ícono de Medellín, capaz de inspirar proyectos similares en otras regiones del país.
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