Personería de Bogotá advierte niveles críticos en embalses para marzo de 2025

La Personería de Bogotá encendió las alarmas este lunes al advertir sobre los críticos niveles de agua en los embalses Chuza y San Rafael, principales fuentes de abastecimiento para la capital. 

Según las proyecciones, de no adoptarse medidas urgentes, ambos embalses podrían alcanzar niveles críticos para finales de marzo de 2025, lo que pondría en riesgo el suministro de agua para millones de habitantes.

Durante diciembre de 2024, Chuza registró una disminución del 3,35% en sus niveles, mientras que San Rafael sufrió una caída aún más dramática, del 16,46%. Estas pérdidas equivalen a 19,2 millones de metros cúbicos, lo que representa el consumo de agua de Bogotá durante dos semanas. A la fecha, el embalse de Chuza opera al 38,33% de su capacidad, mientras que San Rafael alcanza el 74,33%.

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Proyecciones alarmantes

De mantenerse esta tendencia, se estima que para el 30 de marzo de 2025 los niveles de Chuza podrían caer al 19,78%, y los de San Rafael al 30,16%. Esta situación, sumada a la reducción de lluvias en la región y al impacto de fenómenos climáticos como El Niño, agravaría las sequías y podría derivar en restricciones de agua para la ciudad.

El personero de Bogotá, Andrés Castro Franco, destacó la urgencia de implementar medidas inmediatas. "Estamos haciendo un análisis de estos datos, estamos en una condición donde los niveles están por debajo del histórico, es necesario entrar a revisar alternativas que permitan establecer soluciones", afirmó.

Propuestas y retos

Entre las soluciones planteadas está la reducción del 10% del agua no facturada, lo que podría recuperar más de 7 millones de metros cúbicos. Sin embargo, la infraestructura actual representa un desafío: el 59% de los medidores tienen más de 11 años de uso, lo que subraya la necesidad de inversión en su modernización.

Además, la Personería instó a la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAAB) a priorizar proyectos de uso de agua subterránea en su presupuesto de 2025, una estrategia que no ha avanzado según lo esperado.

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