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Paro armado del ELN en el Chocó deja 5.000 niños damnificados de 85 comunidades afro e indígenas

La infancia es la principal víctima del accionar del grupo armado ilegal.

Paro armado del ELN en el Chocó
Por Agencia Periodismo Investigativo | Sáb, 17/08/2024 - 09:19 Créditos: Richard McColl - Agencia Anadolu

El paro armado de ELN, ‘decretado’ por su Frente de Guerra Occidental Omar Gómez en la subregión del San Juan (Chocó), concretamente en las zonas urbanas y rurales de Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y El Litoral del San Juan, sigue afectando los derechos fundamentales de la población civil, en especial los de la infancia y adolescencia.

Al trágico fallecimiento de un bebé indígena, de aproximadamente año y medio de nacido, quien con síntomas de paludismo y desnutrición no pudo ser trasladado de su centro poblado, jurisdicción de Istmina, a un puesto médico, se suma la muerte de una mujer y su bebé a punto de nacer en zona rural de El Litoral de San Juan, pues se le complicó el parto y debían ser trasladados a un centro de salud, pero tampoco fue posible llevarlos, en este caso, por falta de combustible. 

Es tan crítica la situación, que, después de cinco días de paro, la restricción a la movilidad y el confinamiento tienen afectados en su derecho a la educación a unos 5000 niños, niñas y adolescentes (NNA) de 85 comunidades afro e indígenas, ya que sus clases están suspendidas; además, los docentes están bajo amenazas.

La Defensoría del Pueblo, por consiguiente, exhorta a la guerrilla del ELN a ponerle fin al paro armado, y al Gobierno Nacional, con la participación de la Gobernación del Chocó y los entes territoriales, lo llama a brindar una atención diferencial que promueva una mayor protección para los NNA.

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Escasez de medicamentos y alimentos

Otra situación que agudiza la crisis humanitaria gira en torno a la escasez de medicamentos, al hecho de que las brigadas médicas no pueden llegar a las zonas donde habitan las comunidades más vulnerables, a la interrupción de los distintos tipos de transporte (terrestre y fluvial), lo cual ha cortado el suministro de alimentos y otros insumos esenciales de la canasta básica, y a lo que está ocurriendo con los precios de los pocos productos disponibles, ya que han aumentado. Todo está exacerbando la inseguridad alimentaria.

Las autoridades e instituciones competentes deben intervenir de manera inmediata y articulada, con el propósito primordial de garantizar un corredor humanitario temporal y buscar soluciones de fondo que contribuyan a remediar lo que está ocurriendo a causa no solamente del paro, sino de la violencia generalizada que es originada por el conflicto armado.

La infancia y adolescencia, educadores, mujeres y comunidad en general de la subregión del San Juan, incluyendo a quienes habitan en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón, deben estar amparados con la puesta en funcionamiento de estrategias de prevención, protección y atención integral.

 

 

 

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