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Escalada de violencia en Catatumbo deja más de 200 desplazados y comunidades confinadas
Las autoridades trabajan para atender a los afectados, mientras la región vive una alarmante escalada de violencia.
La región del Catatumbo, en Norte de Santander, vive una tragedia humanitaria sin precedentes debido al violento enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias de las Farc. En las últimas horas, la escalada de violencia ha dejado más de 200 desplazados y ha forzado el confinamiento de comunidades indígenas y campesinas en varias zonas de la región.
Fuentes de la Fuerza Pública indican que la disputa por el control de rutas clave para el narcotráfico, como el corredor Tibú-Cúcuta, ha intensificado la violencia. La zona cuenta con más de 30.000 hectáreas de cultivos de coca, lo que convierte a este territorio en un área estratégica para los grupos armados ilegales. Según el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), los enfrentamientos han cobrado la vida de al menos 30 personas, con decenas de heridos y cientos de afectados por desplazamientos forzados.
La Procuraduría General de la Nación, a través de sus oficinas en Ocaña y Cúcuta, ha comenzado a coordinar la atención a los desplazados. En un comunicado de prensa, informó que en las últimas horas han llegado 70 desplazados desde Sardinata y Tibú, mientras que en el Seminario de Tibú se refugian otras 120 personas provenientes de La Gabarra. Sin embargo, la cifra sigue en aumento, ya que más personas siguen llegando a la capital de Norte de Santander en busca de seguridad.
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La violencia también ha golpeado el sistema educativo de la región. Los docentes han abandonado las zonas de conflicto tras los intensos combates. Videos que circulan en redes sociales muestran a maestros desplazándose en caravanas de motos y carros con banderas blancas, buscando refugio en centros poblados. "Las escuelas son territorio de paz, por eso pedimos y queremos vivir en este territorio", expresó el presidente de la Asociación de Institutores de Norte de Santander, Leonardo Sánchez.
Por su parte, las comunidades indígenas del Cauca también se han visto atrapadas por la violencia, con familias confinadas en las veredas La Floresta, La Manga y El Cachito debido a los enfrentamientos entre las disidencias de Iván Mordisco y el Eln. Las autoridades locales confirmaron que la Alcaldía de Inzá está coordinando medidas de protección para estas familias, pero la situación sigue siendo crítica.
Mientras tanto, las autoridades nacionales y locales continúan en alerta máxima, tratando de mitigar los efectos del conflicto en las poblaciones más vulnerables. La situación en Catatumbo pone en evidencia la gravedad de los efectos que los enfrentamientos armados tienen sobre la población civil, mientras las fuerzas militares anuncian operativos para garantizar la seguridad en la zona.
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