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Continua racionamiento de agua en Bogotá
Alcalde Carlos Fernando Galán aseguró que aún no se logran los niveles deseados por reducción de lluvias en julio e invitó a seguir ahorrando.
Bogotá enfrenta la necesidad de continuar con el racionamiento de agua debido a la disminución en los niveles de los embalses del Sistema Chingaza, los cuales muestran una capacidad reducida en comparación con el año anterior.
El alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que los embalses del Sistema Chingaza están operando al 50% de su capacidad total, registrando una disminución de 25 millones de metros cúbicos respecto al mismo periodo del año previo. Esta situación se debe principalmente a que las precipitaciones en julio de 2024 han sido inferiores a los promedios históricos.
Según Galán, a pesar de la expectativa de lluvias asociadas al Fenómeno de la Niña, que se prevé llegue a la región en agosto, es esencial mantener e intensificar las acciones de conservación del agua entre los ciudadanos para asegurar una gestión adecuada del recurso hídrico.
En cuanto a los detalles específicos de los embalses, el embalse de Chuza reportó una capacidad de 93 millones de metros cúbicos al 24 de julio de 2023, lo cual representó un 49% de su capacidad total.
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Para la misma fecha en 2024, el volumen se redujo a 79 millones de metros cúbicos, lo que representa un 42.55% de su capacidad, evidenciando una disminución de 14 millones de metros cúbicos.
Respecto al embalse San Rafael, el 24 de julio de 2023, este contaba con 55 millones de metros cúbicos, ocupando el 93% de su capacidad. Un año después, el 24 de julio de 2024, el volumen disminuyó a 44 millones de metros cúbicos, lo que corresponde al 73.5% de su capacidad, reflejando una pérdida de 11 millones de metros cúbicos.
La administración distrital ha implementado varias medidas desde abril para mitigar la situación, logrando preservar aproximadamente 18 millones de metros cúbicos adicionales en el sistema Chingaza, evitando así una crisis más grave en el suministro de agua.
A pesar de estos esfuerzos, el sistema todavía registra una merma general de 25 millones de metros cúbicos en comparación con el año anterior. Estas circunstancias subrayan la importancia crítica de continuar con las políticas de racionamiento y conservación del agua en la capital colombiana.
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