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Conflicto entre la Iglesia Católica y familia por propiedad de casa de retiros espirituales
El representante legal de la diócesis, Francisco Antonio Ceballos Escobar, ha hecho pública la situación
Un conflicto de propiedades ha surgido, enfrentando a la diócesis de Riohacha con la familia Epieyu. En el centro de esta disputa se encuentra la casa de retiro Betania, un lugar de paz y reflexión que ahora se ve envuelto en una controversia legal y social.
Según informes, la familia Epieyu ha tomado medidas drásticas para reclamar la propiedad del terreno donde se ubica Betania, una propiedad que, según registros, pertenece a la diócesis de Riohacha.
Los miembros de la familia han colocado candados y cadenas en las entradas del predio, interrumpiendo así el acceso a las instalaciones y afectando el normal desarrollo de las actividades pastorales que allí se realizan.
El representante legal de la diócesis, Francisco Antonio Ceballos Escobar, ha hecho pública la situación, detallando cómo este acto de la familia Epieyu no solo infringe los derechos de propiedad de la diócesis sino que también impide la libre circulación de las personas que habitan o visitan la casa de retiro.
Monseñor, en un comunicado oficial, ha expresado su preocupación y descontento ante estas acciones, subrayando que la propiedad fue adquirida de manera legal, como lo demuestran las escrituras y certificados pertinentes.
Desde el 8 de febrero del año en curso, las actividades dentro de la casa de retiro se han visto severamente afectadas, limitando incluso la libertad de movimiento de los residentes y visitantes.
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La diócesis ha hecho un llamado a la razón y al respeto por la ley, enfatizando que no se atenderán servicios ni se realizarán reservas hasta que se resuelva el conflicto.
En este contexto de tensión, la diócesis reafirma su respeto por la autonomía y los derechos de los pueblos indígenas, así como su apoyo a la protesta pacífica.
Sin embargo, condena cualquier acto que viole los derechos legítimos de propiedad y el libre uso de sus instalaciones.
Este enfrentamiento pone de manifiesto la complejidad de los conflictos de tierras en Colombia, especialmente en regiones donde los intereses de comunidades indígenas y entidades institucionales a menudo chocan.
La situación en Betania no solo es un reflejo de un desacuerdo legal, sino también de las profundas tensiones sociales y culturales que persisten en la sociedad colombiana.
La resolución de este conflicto será crucial no solo para las partes involucradas sino también como precedente en la lucha por los derechos de propiedad y la autonomía indígena en el país.
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