Boyacá en quiebra: no tiene para pagarle a los servidores públicos

El Gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, admitió la precaria situación financiera del departamento, destacando un déficit de $45.000 millones. 

Durante un encuentro con el personal del hospital del valle de Tenza, el mandatario habló abiertamente sobre las dificultades económicas que atraviesa la región en diversos sectores.

El gobernador empezó refiriéndose a la situación de Acerías Paz del Río, la cual enfrenta riesgos de insolvencia debido a la competencia de importaciones de acero procedentes de China y Rusia.

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Esta compañía es vital para la economía local pues proporciona empleo a 2.500 personas. Además, abordó la crisis que afecta a los productores de leche y la infraestructura de vías y puentes, mencionando específicamente las adversidades que enfrentan debido a la temporada invernal en lugares como Pajarito.

Amaya también describió los problemas financieros del departamento como graves, subrayando la disminución del consumo local que ha afectado severamente los ingresos tributarios, incluyendo los provenientes de impuestos sobre productos como la cerveza, que normalmente generan aproximadamente $160.000 millones al año, pero que han visto una reducción del 60% en su recaudo. 

Esta caída ha llevado a la necesidad de reducir contratos y recortar gastos para poder cumplir con las obligaciones financieras del departamento.

Finalmente, el gobernador anunció que se presentará ante la Asamblea un proyecto de Ordenanza para autorizar un empréstito de $234.000 millones, como parte del Plan de Desarrollo, destinado a la adquisición de maquinaria necesaria para fortalecer las obras de infraestructura en el departamento. 

Esta medida busca mitigar las dificultades financieras y promover la recuperación económica en la región.

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