¿Qué consecuencias tendría Gustavo Petro si se confirma que sabía de los dineros irregulares en su campaña?

En un giro sorprendente para la política colombiana, Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro, ha hecho impactantes revelaciones sobre dineros irregulares que ingresaron a la campaña presidencial de su padre. Acusaciones de financiamiento ilegal y enriquecimiento personal han dejado al país en estado de conmoción y plantean consecuencias para el gobierno del mandatario.

Nicolás Petro aseguró haber recibido dinero proveniente de personajes señalados por narcotráfico y contrabando durante la campaña electoral de su padre. Además de recibir los fondos, admitió haberlos utilizado para su propio beneficio y para financiar una campaña que, aparentemente, sobrepasó los límites legales establecidos para el financiamiento electoral.

Ante la gravedad de las acusaciones, Nicolás Petro decidió colaborar con la Fiscalía General de la Nación y, en un intento por obtener beneficios procesales, solicitó prisión domiciliaria. 

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Por su parte, el presidente Gustavo Petro, en una asamblea campesina, negó vehementemente haber dado órdenes para cometer delitos y atribuyó el caso a una "persecución" del "gobierno del cambio" por parte de poderes tradicionales. Defendió su mandato popular y aseguró que su gobierno se mantendrá hasta el año 2026, haciendo referencia a la voluntad de la mayoría de los votantes.

"Este gobierno se acaba por el mandato popular, por nadie más; no hay nadie que pueda terminar con este gobierno que no sea el pueblo mismo, y el mismo pueblo dio una orden por mayoría en las urnas: ¡nos vamos hasta el año 2026!", exclamó el primer mandatario. 

Escándalo y consecuencias políticas

El caso de financiamiento ilegal será objeto de investigación tanto por el Consejo Nacional Electoral como por la Comisión de Acusaciones del Senado. En el segundo escenario, el presidente Petro podría enfrentar un juicio político para determinar si tenía conocimiento de la entrada de dineros ilegales en su campaña electoral. Esto presenta un desafío significativo para su gobierno y su legitimidad política.

Recordemos el caso del expresidente Ernesto Samper, quien fue absuelto por el Senado, pero su gobierno progresista prometía un cambio menos drástico que Petro y tenía mucha menos simbología histórica. El 12 de junio de 1996 finalizó el juicio contra Samper por la presunta financiación de su campaña con dineros del narcotráfico, fue absuelto por una mayoría de 111 votos contra 43.

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