Polémica por cambios en carrera diplomática: menos requisitos para ocupar cargos en el exterior

La  publicación de un proyecto de resolución por el Departamento Nacional de Planeación, DNP con el fin de regular la carrera diplomática desde 2026 ha provocado críticas por parte de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular, Unidiplo y la Asociación Diplomática y Consular de Colombia, Asodiplo las dos asociaciones más importantes de diplomáticos en el país.

Unidiplo ha expresado su preocupación por lo que considera una disminución en los criterios de selección y preparación necesarios para acceder a la carrera diplomática, argumentando que esto podría comprometer la calidad de los futuros representantes de Colombia en el extranjero.

Una de las modificaciones más controvertidas en el proyecto es la disminución del requisito del nivel de idioma extranjero para los candidatos. 

Tradicionalmente, se ha requerido un nivel B2 en un segundo idioma oficial de la ONU para ingresar. No obstante, la nueva propuesta reduce este requisito a un nivel B1. 

Según Unidiplo, el nivel B1 no cumple con la habilidad necesaria para hablar y escribir adecuadamente en un segundo idioma además del español, que es una competencia clave en el ámbito diplomático.

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La analista política Astrid Camelo, experta en formación para exámenes diplomáticos, proporcionó una explicación detallada al diario sobre las diferencias entre ambos niveles de idioma. 

Detalló que el nivel B1 permite a una persona comprender textos sobre temas conocidos y participar en conversaciones con ayuda, mientras que una persona con nivel B2 puede comprender textos complejos y conversar fluidamente con hablantes nativos.

Otro elemento polémico es la introducción de medidas de acción afirmativa para grupos tradicionalmente marginados. 

El proyecto sugiere otorgar bonificaciones en las evaluaciones a varios grupos, incluyendo pueblos indígenas, comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras, pueblo Rom y raizales, así como a personas clasificadas en los niveles A y B del Sisbén y a reconocidos como víctimas del conflicto armado. 

Estas bonificaciones serían acumulables, lo que ha generado inquietud entre los críticos que argumentan que esto podría alterar la igualdad de condiciones entre todos los aspirantes.

Asodiplo ha manifestado su preocupación al afirmar que las bonificaciones asignan un peso desproporcionado a ciertos criterios en detrimento de otros, mientras que Unidiplo ha destacado que bajo este sistema, un candidato podría avanzar significativamente en el ranking sin necesariamente demostrar las competencias esenciales a través de las fases regulares del examen.

Además, se han propuesto cambios en el formato de evaluación, sustituyendo la prueba de selección múltiple por dos ensayos y una prueba oral en video. 

Unidiplo ha criticado esta modificación, argumentando que elimina un elemento clave de evaluación objetiva. Asodiplo ha añadido que la falta de criterios claros en la evaluación oral podría conducir a valoraciones subjetivas.

Ricardo Bello, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario, ha resumido las preocupaciones al señalar que el nuevo sistema reduce los parámetros objetivos de evaluación y podría afectar la objetividad debido a la identificación de los candidatos en el video, además de asignar un peso excesivo a este elemento de la prueba.

El debate sobre estas propuestas subraya la tensión entre los objetivos de inclusión y la necesidad de mantener altos estándares de profesionalismo en la diplomacia colombiana. 

Bello concluye que la tradición de seleccionar a los más capacitados está siendo comprometida por la introducción de criterios subjetivos en el proceso de selección.

Es crucial destacar que este gobierno, como los anteriores, ha enfrentado críticas por nombramientos diplomáticos controvertidos. Se mencionan casos de individuos designados en importantes embajadas sin experiencia diplomática previa.

La propuesta del gobierno aún está bajo revisión y se espera que provoque debates sustanciales en los próximos meses. 

Las asociaciones diplomáticas y expertos continúan expresando sus preocupaciones sobre el impacto de estas modificaciones en la calidad y la objetividad del servicio diplomático.

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