Personero de Medellín y pareja en líos por aumento de su patrimonio

En el transcurso de los últimos años, la evolución patrimonial y el estilo de vida de William Yeffer Vivas Lloreda, actual Personero de Medellín, junto con su compañera, han capturado la atención por su notable transformación. 

Esta historia comienza a finales de 2019, justo antes de que Vivas Lloreda asumiera su posición como Personero, momento en el cual su patrimonio bruto se estimaba en $120 millones. 

Avanzando en el tiempo hasta la fecha, según reportó El Colombiano, la situación financiera de la pareja ha experimentado un cambio significativo, reflejado en la adquisición de cuatro propiedades y dos vehículos de lujo, elevando su valor comercial combinado a aproximadamente $500 millones.

La trayectoria profesional de Vivas Lloreda, que incluye su desempeño como abogado, reportó ingresos de $186 millones en el año previo a su elección. Sin embargo, es la progresión de sus activos y adquisiciones posteriores a su nombramiento lo que suscita interrogantes. 

A esto se suman las propiedades adquiridas, tanto en Quibdó como en Medellín, y una cabaña en Sopetrán, además de vehículos de alta gama que superan los valores de mercado habituales para sus bienes inmuebles.

Este incremento patrimonial coincide con periodos donde se reportan viajes internacionales y gastos de representación significativos, atribuidos a esfuerzos por posicionar la Personería a nivel internacional. 

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Entre estos, se destacan desplazamientos a Argentina, coincidiendo con estudios académicos de Vivas Lloreda, y a París, acompañado de su pareja, lo cual ha generado cuestionamientos sobre el uso de viáticos y la justificación de dichos gastos.

La situación se complica al observar la secuencia y solapamiento de contratos por prestación de servicios, adjudicados a la compañera de Vivas Lloreda, en distintas entidades estatales. Desde 2020, su fortuna parece haber cambiado favorablemente, con contratos que ascienden a más de $589 millones en total. 

Estos contratos y los nexos posiblemente establecidos a través de ellos sugieren un patrón que podría interpretarse como un aprovechamiento de la posición de Vivas Lloreda para beneficio personal y profesional.

El análisis detallado de estos contratos revela conexiones preocupantes que sugieren un posible intercambio de favores, subrayando la importancia de una supervisión rigurosa y transparente en la adjudicación de contratos públicos. 

Estos hallazgos han motivado indagaciones y críticas por parte de figuras públicas y medios de comunicación, destacando la necesidad de una investigación por parte de las autoridades competentes.

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