Policía asaltante de casinos en Las Vegas fue condenado a 12 años de prisión

En las primeras horas de la mañana del 12 de noviembre de 2021, el Red Rock Resort and Casino en Las Vegas se convirtió en el escenario de un robo audaz. 

Un individuo desconocido, disfrazado con ropa oscura y una máscara, se enfrentó a la cajera con la amenaza implícita de violencia, logrando escapar con casi US$74.000 en efectivo. 

Las cámaras de seguridad capturaron su forma de caminar distintiva, un detalle que se convertiría en un elemento crucial en su eventual captura.

La identidad del ladrón no se reveló hasta después de una serie de robos similares que tuvieron lugar en los meses siguientes. Caleb M. Rogers, un agente del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas, fue el hombre detrás de la máscara. 

Rogers llevó a cabo un segundo robo el 6 de enero de 2022, en el Aliante Casino and Hotel, y un tercero en el Rio All-Suite Hotel & Casino el 27 de febrero del mismo año.

La audacia de Rogers no conocía límites. Durante el tercer robo, amenazó a los empleados con un revólver plateado, un acto capturado por las cámaras de seguridad del casino. 

Los agentes de seguridad, tras una persecución tensa, lograron desarmar y detener a Rogers. El revólver, como se descubrió más tarde, estaba registrado en el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas.

Rogers no solo era un ladrón, sino también un hombre endeudado. Los registros judiciales indican que enfrentaba problemas financieros, con avisos de desalojo y pagos atrasados plagando su historial financiero. Una lesión en la rodilla, sufrida en 2019, agregó una carga adicional.

Las autoridades descubrieron que Rogers era un agente del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas. Una revisión de las imágenes de seguridad reveló que el ladrón mostraba un andar inusual, una característica que desempeñó un papel fundamental en su identificación y posterior arresto.

Las pistas conectaron a Rogers con los tres robos. En cada escena del crimen, el robo se llevó a cabo de manera similar: Rogers ingresaba en los establecimientos en las primeras horas de la mañana, sus demandas eran claras y la ejecución, rápida. Sin embargo, en el tercer robo, elevó la apuesta amenazando a los empleados del casino con un arma de fuego.

El arresto se produjo tras un incidente en un estacionamiento, donde Rogers amenazó con disparar a los agentes de seguridad. Se descubrió que el número de serie de su arma estaba oculto por una pegatina, una táctica para impedir su identificación inmediata.

En el juicio, se desveló que Rogers estaba luchando contra deudas crecientes, probablemente exacerbadas por una adicción al juego. Documentos encontrados en su apartamento incluían avisos de desalojo y pagos atrasados. Fue condenado a 12 años de prisión federal y tres años de libertad.