Pedro Sánchez, presidente de España no declaró en proceso que implica a su esposa Begoña Sánchez

En España, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, optó por no testificar ante un juez en calidad de testigo en una investigación sobre supuesto tráfico de influencias y prácticas corruptas que implica a su esposa, Begoña Sánchez. La decisión se tomó durante una sesión judicial el martes, según indicaron los letrados.

Posteriormente, la Abogacía del Estado interpuso una querella contra el juez Carlos Peinado, quien está a cargo del caso. Esta acción legal busca proteger la dignidad de la presidencia, tal como lo comunicó la vocera del Gobierno, Pilar Alegría, en una conferencia de prensa.

Pedro Sánchez, reconocido como uno de los políticos socialistas con más trayectoria en Europa, no está legalmente obligado a testificar contra su esposa conforme a las leyes españolas. Su comparecencia ante el tribunal fue breve, ejerciendo su derecho a no declarar.

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El caso contra Begoña Sánchez fue iniciado por el grupo Manos Limpias, una entidad que, aunque se identifica como sindicato, su principal actividad es la iniciativa de acciones legales, muchas de las cuales han sido dirigidas contra políticos de ideologías de izquierda. La organización sostiene que Begoña Sánchez ha utilizado su influencia en beneficio propio dentro del ámbito empresarial.

El juez Peinado, quien rechazó una solicitud de Pedro Sánchez de declarar por escrito, fue el primer magistrado en visitar el Palacio de La Moncloa, la residencia presidencial en las afueras de Madrid, para llevar a cabo una entrevista con un presidente en ejercicio. El evento fue monitoreado por representantes de la fiscalía.

Pilar Alegría, en su declaración a la prensa, criticó lo que considera un intento de socavar la imagen del presidente mediante lo que describió como una manipulación de los hechos, sin fundamentos sólidos. Desde el Gobierno, se transmite una sensación de confianza y tranquilidad ante el proceso judicial, confiando en que el tiempo clarificará la situación.

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Este caso ha sido calificado repetidamente por Sánchez como parte de una campaña de difamación destinada a perjudicar al gobierno de coalición de izquierda que lidera. A pesar de que la fiscalía sugirió desestimar el caso, una corte provincial determinó que la investigación podría continuar bajo la dirección de un juez instructor de una corte menor. Este juez tiene la potestad de concluir la investigación o sugerir que el caso sea llevado a juicio.

La controversia alcanzó su punto álgido cuando, a principios de abril, Pedro Sánchez publicó en redes sociales una carta abierta donde contemplaba renunciar a su cargo debido a lo que describió como un ataque sin precedentes contra su esposa. Sin embargo, tras cinco días de reflexión, anunció que se mantendría en su posición.

A inicios del año, la entidad encargada de supervisar los conflictos de intereses en España rechazó una demanda del Partido Popular, el principal partido de la oposición, que alegaba que Begoña Sánchez había influenciado a su esposo en decisiones gubernamentales relativas a una aerolínea. A sus 49 años, Begoña Sánchez, quien no tiene un cargo público, ha mantenido un perfil discreto, centrado en su carrera en marketing y su labor en proyectos de recaudación de fondos y organizaciones no gubernamentales.

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