México: gobierno respalda investigación por hallazgos en Rancho Izaguirre, lugar de torturas y homicidios

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que el Gobierno federal respaldará una investigación profunda en torno al caso del Rancho Izaguirre, localizado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, donde recientemente se encontraron restos humanos, hornos presuntamente utilizados para la cremación de cuerpos y diversos objetos personales, entre ellos al menos 400 pares de zapatos.

Este predio fue abierto por la Fiscalía General de la República (FGR) tras denuncias realizadas por colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.

Durante una conferencia de prensa, la mandataria nacional explicó que la responsabilidad de la investigación recae en la FGR, en coordinación con la fiscalía del estado de Jalisco.

Según Sheinbaum, esta colaboración permitirá establecer los hechos de manera clara, a partir de la información recopilada en el sitio.

Sheinbaum declaró que la reapertura del rancho permitirá que la ciudadanía pueda emitir sus propias conclusiones con base en la evidencia disponible.

Aseguró también que la visita del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, al lugar fue una acción acertada, ya que da paso al análisis directo de lo hallado por los grupos de búsqueda.

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La mandataria estableció dos líneas principales en el abordaje del caso. La primera está relacionada con las acciones gubernamentales para prevenir, atender y sancionar el delito de desaparición de personas.

La segunda línea busca revisar la temporalidad de los casos reportados con el fin de ajustar el marco jurídico vigente y mejorar el acompañamiento a las víctimas indirectas.

Durante su intervención, Sheinbaum recordó que en décadas pasadas, la desaparición forzada en México estuvo vinculada directamente con instituciones del Estado.

En contraste, indicó que las desapariciones actuales se asocian principalmente con la delincuencia organizada.

Asimismo, expresó su preocupación por el tratamiento mediático del caso. Consideró que algunos medios de comunicación difundieron información sin sustento suficiente, refiriéndose a versiones que caracterizaban el rancho como un "campo de exterminio".

Añadió que, si bien ciertos sectores de la prensa han adoptado una postura más objetiva, otros continúan publicando notas sin verificar los datos disponibles.

La presidenta solicitó a los reporteros que accedieron al sitio del hallazgo que compartan sus observaciones de manera directa, con el objetivo de enriquecer la comprensión pública de los hechos.

El descubrimiento del Rancho Izaguirre fue realizado por colectivos integrados por familiares de personas desaparecidas.

Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), desde la década de 1960 se han contabilizado más de 120.000 personas desaparecidas en el país.

El Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, México, ha sido objeto de atención nacional e internacional debido al descubrimiento de actividades ilícitas asociadas al crimen organizado.

El rancho se sitúa en las proximidades de Teuchitlán, una localidad con alrededor de 9,000 habitantes. La vegetación circundante, especialmente los cañaverales, cubre el rancho durante buena parte del año, dificultando su visibilidad y acceso.

Vecinos de la zona han manifestado desconocer las actividades que allí se realizaban, ya que no percibieron movimientos inusuales ni ruidos que levantaran sospechas.

Investigaciones apuntan a que el predio fue utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como centro de operaciones para actividades delictivas, incluyendo entrenamiento de reclutas y eliminación de personas.

El 5 de marzo de 2025, el colectivo "Guerreros Buscadores de Jalisco", conformado por familiares de personas desaparecidas, recibió información de un joven que afirmó haber estado cautivo en el rancho. Según su testimonio, el lugar era utilizado por el CJNG para cometer asesinatos y desapariciones.

Con esta información, el colectivo, acompañado por la Guardia Nacional, ingresó al predio y descubrió cientos de fragmentos óseos calcinados, prendas de vestir, calzado y juguetes enterrados.

Estos hallazgos revelaron la existencia de fosas clandestinas y hornos de cremación utilizados para la desaparición de personas.

Además, se encontraron más de 1.300 objetos personales, incluyendo ropa de hombre y mujer, guantes de boxeo, zapatos y cobijas. Familias de todo el país buscan pistas de sus seres queridos en este inventario, un catálogo perturbador de la violencia desatada en México, donde hay más de 124,000 desaparecidos.

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