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La crueldad del bullying: niña se suicida y sus acosadores lo celebran en redes sociales

El trágico final de Lindsay, la francesa que enfrentó el calvario del matoneo hasta la muerte y la reacción de sus enemigos. Otra niña en riesgo.

Bullying,
Por Agencia Periodismo Investigativo | Sáb, 03/06/2023 - 14:53 Créditos: Archivo Particular

En un espeluznante episodio que ha dejado a Francia y al mundo estupefactos, Lindsay, una niña de 13 años, se ha convertido en el rostro de la lucha contra el bullying. 

Su historia, que se convirtió en un verdadero martirio para ella, ha desatado un grito global en busca de justicia, y también una revisión crítica de la responsabilidad de las plataformas de redes sociales.

La vida de Lindsay, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de la lucha contra la intimidación escolar, se truncó trágicamente el 12 de mayo, cuando se quitó la vida después de sufrir un constante acoso escolar, que incluía palizas y mofas de sus compañeros. 

En la cima de la crueldad, los acosadores no sólo celebraron su muerte en las redes sociales, sino que llegaron a jactarse de la misma.

El dolor de la pérdida de Lindsay ha sido agravado por los perturbadores vídeos y mensajes publicados por sus acosadores, que no han mostrado remordimiento por sus acciones. 

Han llegado al extremo de crear perfiles falsos en Facebook para expresar alegría por su muerte y han llegado a decir que ahora pueden "mear en su tumba".

El acoso sufrido por Lindsay y la aparente falta de acción por parte de la escuela y Facebook están en el centro de las acciones legales que planean emprender sus padres. En un comunicado, los padres de Lindsay anunciaron que están tomando medidas legales contra la escuela, su director y Facebook, alegando que permitieron la propagación de estos devastadores mensajes de odio.

La carta de despedida que Lindsay dejó para sus padres no sólo refleja el dolor que sufrió, sino también su preocupación por una amiga que, teme, puede correr el mismo riesgo. 

Esta revelación ha añadido otro nivel de urgencia a este caso, impulsando a la justicia a tomar medidas. Actualmente, cuatro menores de edad han sido procesados e investigados por su papel en el acoso a Lindsay.

Este caso ha arrojado una luz desalentadora sobre la prevalencia del acoso escolar y la responsabilidad de las plataformas de redes sociales para moderar su contenido. El suicidio, por tanto, se ha convertido en un llamado a la acción no sólo para detener el bullying, sino también para responsabilizar a los que permiten su propagación.

La historia de Lindsay es un recordatorio doloroso de que la lucha contra el bullying es un tema que requiere atención continua y acciones firmes, tanto de las instituciones educativas como de las plataformas de redes sociales. 

Su trágica historia resuena en la sociedad moderna como un grito desesperado de ayuda, un llamado para poner fin a la intimidación escolar y las acciones de odio en las redes sociales.

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