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Guatemala: detalles de la fiscal que está en contra del gobierno
Consuelo Porras controvierte con presidente Bernardo Arévalo.
En el panorama político de Guatemala, la figura de Consuelo Porras, Fiscal General del país, se erige como un elemento central en el complejo escenario gubernamental actual.
Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, enfrenta la labor de gobernar con el respaldo popular, pero con la presencia marcada de la Fiscalía General, liderada por Porras.
Este escenario plantea un contexto único donde las promesas presidenciales de erradicación de la corrupción se ven desafiadas por una estructura judicial cuestionada.
Porras, quien ocupa su cargo desde 2018, ha sido una figura polarizante en la política guatemalteca. Con 70 años y una trayectoria en derecho, su liderazgo en la Fiscalía General ha estado marcado por controversias y acusaciones.
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Entre estas, destacan alegaciones de obstrucción a investigaciones de corrupción y la protección a figuras políticas de alto perfil.
A pesar de las críticas y sanciones internacionales, incluidas acciones por parte del gobierno de Estados Unidos, Porras ha mantenido su posición, respaldada por el expresidente Alejandro Giammattei.
El mandatario actual, Arévalo, ha expresado su intención de solicitar la renuncia de Porras, aunque su mandato no finaliza hasta 2026.
Esta situación se ve complejizada por el contexto legal que protege el puesto de la Fiscal General, una reforma legal de 2016 dificulta su remoción sin una sentencia condenatoria firme.
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La gestión de Porras ha sido cuestionada en relación con su manejo de la lucha anticorrupción en Guatemala.
Bajo su administración, se observó un retroceso significativo en las iniciativas contra la corrupción que habían posicionado a Guatemala como un referente en América Latina.
La salida de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) del país es un ejemplo clave de este declive.
La relación entre la Fiscalía y el Gobierno de Arévalo se tornó particularmente tensa durante el proceso electoral que llevó a Arévalo al poder.
Acciones judiciales contra el Movimiento Semilla, partido de Arévalo, y la persecución a operadores de justicia, han sido parte de esta fricción.
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Por otro lado, figuras como la exfiscal Claudia Paz y Paz y Juan Francisco Sandoval, exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, han criticado abiertamente las acciones de Porras.
Sandoval, ahora en exilio tras ser destituido por Porras, ha denunciado obstrucciones a investigaciones y prácticas que considera arbitrarias y contraproducentes para la justicia en Guatemala.
El futuro de la relación entre el gobierno de Arévalo y la Fiscalía General bajo el liderazgo de Porras es incierto. Mientras Arévalo busca apoyo para una posible reforma legal que facilite la remoción de Porras, la situación política de Guatemala se mantiene en un estado de tensión y expectativa.
La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, consciente de las implicaciones que estos tienen en la lucha contra la corrupción y la estabilidad democrática en la región.
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