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El cruel trato a los perros de carreras de trineo
Mueren congelados, por asfixia y ataques al corazón. Padecen daño pulmonar persistente, sufren disfunciones de las vías respiratorias y cuando ya no son útiles son asesinados o abandonados. Otros muchos crecen en criaderos .
Las carreras de trinos jaladas por perros del Iditarod, más famosa y larga del año, se enfrenta a críticas de defensores de animales. Inició en 1973 y tras la pandemia del Covid-19 y el cambio climático, es criticada los animalistas.
Según la Organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) se ha reportado que al menos 15 perros murieron en la primera carrera del Iditarod, número qe va en aumento.
Desde la organización se denuncian malos tratos contra los animales, algunos perros apenas logran salir con viday solamente durante la carrera de 2021, cerca de 200 perros fueron retirados de la pista por extenuación, enfermedades, lesiones, entre otras causas.
Tres ‘mushers’, conductores de trineo tirado por perros, están bajo las críticas. Por un lado, Dallas Seavey aunque terminó de primero la carrera, cuatro de sus perros llegaron al límite y tuvieron que ser sacados de la carrera.
Se conoció que perros fueron puestos a correr incluso dando positivo por opioides, sustancia que actúan para producir efectos similares a los de la morfina. Así como es acusado de ser dueño de una perrera donde se matan los caninos que no eran aptos para correr.
En el lugar, un informante dijo haber encontrado cachorros moribundos, mientras que la musher Brenda Mackey admitió que tuvo que abandonar la carrera después de que los perros a los que forzó a correr tuvieran “la diarrea más espantosa que vi jamás”. Los perros vomitaron violentamente y desarrollaran neumonía por aspiración, la principal causa de muerte de los perros del Iditarod.
Por su parte, el musher Martin Buser aparentemente volvió a colocar a un perro lesionado en el arnés y lo forzó a seguir corriendo. Entre los casos de maltrato a los perros se encuentran:
- Las muertes de los perros en el Iditarod son tan comunes que las reglas oficiales despreocupadamente afirman que algunas muertes pueden considerarse “inevitables”.
- El Iditarod ha matado a más de 150 perros desde su inicio en 1973. Cinco murieron en 2017.
- Entre las muertes se encuentra: asfixia, ataques al corazón, traumatismo por haber sido golpeados por un vehículo, congelamiento, líquido excesivo en los pulmones y neumonía aguda por aspiración (por inhalación de vómito).
Así mismo, diversas fuentes médica y veterinarias han dado a conocer la crítica situación de los animales. La revista médica American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine informó que más del 80 por ciento de los perros que terminan el Iditarod padecen daño pulmonar persistente.
Un estudio independiente en la revista científica Journal of Veterinary Internal Medicine demostró que los perros obligados a participar en carreras de resistencia tenían un 61% más de probabilidades de ser afectados por gastritis erosivas o úlceras.
Mientras que en la revista médica Medicine & Science in Sports & Exercise (la revista oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte), científicos concluyeron que los perros usados en carreras de trineos sufren disfunción de las vías respiratorias, algo similar al “asma del esquí”.
Incluso, los caninos no tienen un plan de retiro. Sus criadores han admitido libremente que asesinan a los perros “sobrantes”. Pueden ser asesinados si no son lo suficientemente rápidos, si no están en forma para la competencia o si no cumplen con ciertos estándares estéticos.
Así las cosas, los perros que terminan la carrera pero que ya no son útiles para la industria pueden dispararles, ahogarlos o abandonarlos para que mueran de hambre. Un testigo de PETA trabajó en dos perreras propiedad de dos excampeones del Iditarod y encontró negligencia y sufrimiento generalizados allí.
Segú el testigo, los perros no recibían atención veterinaria por sus dolorosas lesiones, estaban permanentemente encadenados en el frío polar con solo cajas destartaladas o barriles de plástico como “refugio” por los que ingresaban corrientes de aire y eran forzados a correr incluso exhaustos y deshidratados.
Frente a su condición, la mitad de los perros que comienzan la carrera no la terminan y otros sufren heridas ortopédicas por lo que son “dados de baja” del Iditarod. Aun usando botas, muchos caninos pueden terminar con los pies moreteados, cortados o hinchados. También padecen de úlceras hemorrágicas estomacales, distensión o desgarro muscular, y otras heridas.
Por otro lado, PETA conoció que los perros en las instalaciones de cría de perros para tirar de trineos han muerto por numerosas dolencias. Algunos se han congelado hasta la muerte, mientras que otros han muerto de complicaciones por tragar rocas, presumiblemente por la intensa frustración de pasar años encadenados.
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