Condenan a expresidente de El Salvador a 14 años de prisión por negociar con pandillas

Un tribunal de El Salvador profirió sentencia condenatoria de 14 años de prisión en contra de Mauricio Funes, expresidente de ese país.

Los magistrados lo hallaron responsable más allá de toda duda de negociar un pacto con las pandillas locales para reducir la tasa de homicidios, a cambio de proporcionar beneficios a los líderes de las pandillas en prisión.

David Munguía Payés, exministro de Seguridad y general, también se enfrentó al tribunal. La pena impuesta a Munguía Payés resultó ser aún mayor que la de Funes, llegando a 18 años. 

Funes y Munguía Payés se enfrentaron a acusaciones por formación de agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes. Adicionalmente, a Munguía Payés se le sumó el cargo de actos arbitrarios.

Funes, de 64 años, es el segundo expresidente de El Salvador en ser condenado por violar la ley durante su mandato (2009-2014). En respuesta a la sentencia, Funes realizó una declaración durante un programa de entrevistas transmitido a través de las redes sociales, en la que rechazó la sentencia y negó las acusaciones. Argumentó que consideraba que la condena era ilegal y sin base legal, calificando además la condena de Munguía Payés como injusta.

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El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, celebró la decisión del tribunal. Enfatizó que el juicio ponía fin a años de impunidad y castigaba a quienes realizaban negociaciones perjudiciales para los ciudadanos salvadoreños.

Durante el juicio, se presentaron pruebas de las reuniones entre las pandillas, que implicaban traslados ilegales desde diferentes prisiones, así como el ingreso a las cárceles de grupos de música y mujeres, junto con mediadores, sin cumplir los protocolos adecuados. Los directores de las prisiones, según el tribunal, no poseían la autoridad para llevar a cabo estas acciones.

En su defensa, Munguía Payés expresó su disgusto por el proceso, alegando numerosas irregularidades y aseverando que se le había condenado por su posición política y su rol como exministro bajo la presidencia de Funes.

Funes, quien reside en Nicaragua bajo el amparo del gobierno del presidente Daniel Ortega, no estuvo presente en el juicio. A pesar de su ausencia, un juicio en su contra fue posible gracias a una reforma penal aprobada en septiembre de 2022. Funes no eligió un abogado defensor, por lo que se le asignó uno de oficio.

En el juicio, se presentaron testigos, incluido el obispo católico Fabio Colindres y el exministro de Seguridad y exdirector del Organismos de Inteligencia del Estado, Ricardo Perdomo. Ambos testigos afirmaron que Funes y Munguía Payés estaban al tanto de todos los detalles de los acuerdos de tregua.

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