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Trágico feminicidio en Unicentro: disputa por la custodia del menor entre abuelos maternos y paternos
La lucha por el niño de ocho años que perdió a sus padres en el crimen da una nueva arista al caso.
La impactante noticia del feminicidio perpetrado por Christian Camilo Rincón en contra de Érika Aponte, ocurrido la noche del domingo 14 de mayo y que lamentablemente culminó con la vida del agresor, ha dejado a un niño huérfano y en manos de sus abuelos paternos.
En las últimas horas se conoció que los padres del femenicida impidieron que Ericka Aponte saliera de la casa junto con su hijo de apenas 8 años a pesar que ella junto con Christian tenía la custodia y otros potestad y no los abuelos.
Este impedimento se investiga si fue una de las razones que llevó a la mujer a hablar con Cristian el pasado 14 de mayo, a pesar que tres días antes habían solicitado una medida de protección en contra del sujeto.
El trágico suceso ha puesto en alerta a las autoridades del distrito, quienes ya estaban al tanto de la difícil situación que Érika y su hijo de tan solo 8 años enfrentaban junto al feminicida.
Desde el jueves 11 de mayo, las autoridades habían sido informadas sobre los hechos que se desarrollaban en la vida de Érika y su pequeño.
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La alcaldesa López, al hacer un recuento de los acontecimientos que conmocionaron a la capital en plena celebración del Día de la Madre, hizo un llamado a no juzgar a Érika por su negativa a trasladarse a un refugio y tampoco a las autoridades encargadas de su caso.
Según la alcaldesa, estas últimas actuaron de manera inmediata y ofrecieron las medidas de asistencia y atención establecidas para este tipo de situaciones.
De acuerdo con la mandataria, cuatro días antes de ser asesinada en su lugar de trabajo en el Centro Comercial Unicentro, Érika acudió a la Casa de Justicia de Usme, donde recibió apoyo psicosocial y jurídico. Durante su visita, Érika relató una historia llena de dolorosos y sistemáticos episodios de violencia de género, incluyendo violencia contra ella misma y amenazas contra su hijo.
Manifestó que sufría de violencia intrafamiliar de manera constante, dejando en evidencia su profundo pánico y expresando su solicitud de ayuda.
“Se le ofreció a Érika la posibilidad de hospedarse en un refugio junto a su hijo, pero dado que ya se encontraban separados desde el 30 de abril, cuando Érika decidió mudarse con su padre y su hermana para proteger su vida, ella rechazó esta oferta. No obstante, según lo detallado por la alcaldesa López, el comandante de la Policía de Soacha entró en contacto con Érika el 12 de mayo y cumplió con su deber de coordinar las medidas de protección con ella”, precisó la mandataria local.
Según el relato de la alcaldesa Christian Rincón, el agresor, planeaba atacar a Érika con saña y premeditación, incluso faltando repetidamente a su trabajo como conductor del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá (Sitp), a pesar de encontrarse en período de prueba.
Rincón había trabajado anteriormente como conductor del Sitp en tres ocasiones distintas y no había tenido problemas para superar los filtros del proceso de selección. No contaba con antecedentes penales en los registros correspondientes.
En las últimas horas cuando funcionarios de la alcaldía y acompañados con miembros de la Policía se trasladaron a la casa de los padres del feminicida para establecer el estado del menor, una vez más estos impidieron cualquier contacto con el menor.
Este lunes la Procuraduría General de la Nación designó un agente especial para vigilar e investigar el proceso.
El caso quedará ante un defensor de familia y se inicia la disputa por la custodia, pues los padres de Erika quieren quedarse con su nieto.
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