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Mujer en Ibagué demanda a Joe Biden y Kamala Harris por espionaje con la vacuna de COVID-19
Una ciudadana colombiana asegura que fue implantada con un dispositivo de espionaje a través de la vacuna contra la COVID-19 y pide una compensación de 50 millones de dólares.
Un juzgado en Ibagué ha recibido una insólita acción de tutela interpuesta por una mujer que alega ser víctima de espionaje por parte del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris. La demandante sostiene que tras recibir la vacuna contra la COVID-19, le fue implantado un dispositivo que monitorea sus movimientos y actividades.
En su demanda, la mujer solicita una compensación de 50 millones de dólares, argumentando que su derecho a la privacidad ha sido vulnerado. Afirma tener pruebas físicas en su cuerpo que demostraría mediante un “examen de espionaje” para confirmar la presencia del supuesto dispositivo implantado.
“Hechos: implantación de objeto extraño en el cuerpo con tecnología de inteligencia artificial. Tengo una prueba en mi cuerpo que demostraré con un examen de espionaje. Vulnerando los derechos de la víctima (…) demanda en contra del presidente de Estados Unidos y vicepresidente (…) demanda en la cuantía por valor de 50 millones de dólares libres de impuestos”, señala el documento con la tutela.
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La demandante también indica que, en septiembre de 2024, remitió un derecho de petición a Biden y Harris, sin recibir respuesta, lo que interpreta como un “silencio administrativo positivo”, respaldando así su demanda.
“Derecho de petición interpuesto Joe Biden, en calidad de presidente de Estados Unidos, y Kamala Harris, en calidad de vicepresidenta de Estados Unidos. El cual fue interpuesto desde septiembre 23 de 2024 y hasta la fecha no he recibido respuesta alguna haciendo caso omiso a mi solicitud, convirtiéndose en un silencio administrativo positivo”, explica la tutela de la mujer.
El caso, que ha generado controversia, plantea un desafío para la justicia local, pues el juez encargado deberá decidir si acepta o rechaza las pretensiones de la mujer. Este tipo de demandas, catalogadas por muchos como absurdas, utilizan tiempo y recursos judiciales que podrían destinarse a resolver problemas más urgentes.
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