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Juan Guillermo Valderrama a pagar $369 millones por asesinato en Santander de sargento de Policía chilena
La uniformada fue encontrada desmembrada y calcinada en un barranco de Rionegro, Santander.
En una audiencia reciente, se ha dictaminado que Juan Guillermo Valderrama, convicto por el asesinato de la sargento de la Policía chilena Ilse Amory Ojeda, deberá desembolsar la suma de $369 millones en calidad de indemnización a los deudos de su víctima. La tragedia, que sucedió en 2019 en Santander, dejó una honda huella en la sociedad chilena y colombiana.
Los beneficiarios de esta indemnización incluyen a los progenitores de la víctima, su hermana, su hijo y su nieto, todos residentes de Chile. El fallo judicial, que respalda los derechos de la familia de la sargento Ojeda, se produjo en una audiencia realizada este lunes.
Valderrama, quien confesó su crimen, cumple una sentencia de 36 años y seis meses en la prisión de Palogordo, en Girón. El caso, que provocó indignación y consternación en todo el país, involucra un crimen atroz, en el que Ojeda fue encontrada desmembrada y calcinada en un barranco de Rionegro, Santander.
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Floralba Celi, la abogada del convicto, confirmó los nombres de los beneficiarios de la indemnización: María Virginia del Carmen González Serpa y José Rigoberto Ojeda Gómez, padres de la víctima; Alejandra Margarita Ojeda, hermana; Jhonatan Sanchez Ojeda, hijo; y su nieto.
La abogada aclaró que la decisión del juez no fue objeto de apelación y subrayó que con esta audiencia se cierra el triste capítulo del asesinato de la sargento Ojeda.
La relación entre Juan Valderrama e Ilse Ojeda comenzó en Chile, y en marzo de 2019, Ojeda viajó a Colombia para recorrer varios municipios de Santander en compañía de Valderrama. A partir del 29 de marzo, Ojeda perdió todo contacto con sus familiares.
Las audiencias preliminares sacaron a la luz un video en el que Ojeda relataba que Valderrama era una persona de carácter malintencionado. Dos días después de la última comunicación de Ojeda, sus restos fueron encontrados en una zona rural del municipio de Rionegro, Santander, en una escena que revelaba el despiadado y cruel asesinato de la mujer, conmocionando a todo el país.
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