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Denuncia a empleados de Alkosto por posible desaparición de Amarilla, una perrita que buscaba refugio
Amarilla, fue así como María Fernanda Burbano bautizó a una perrita que se encontraba en condición de desamparo y en búsqueda de refugio en las instalaciones de la sede de Alkosto ubicado en la calle 170.
Amarilla, fue así como María Fernanda Burbano bautizó a una perrita que se encontraba en condición de desamparo y en búsqueda de refugio en las instalaciones de la sede de Alkosto ubicado en la calle 170.
Sobre las dos de la tarde del pasado miércoles 17 de marzo, María Fernanda Burbano una mujer de 47 años se encontraba en las instalaciones de Alkosto 170. En espera de iniciar sus compras, se dirigió a la plazoleta de comidas donde se encontró con una perrita que buscaba refugio en medio de las fuertes lluvias que azotaban la capital.
Mientras el animal estaba en búsqueda de comida, María Fernanda Burbano decidió rescatarla asignándole un nombre: Amarilla. Entre tanto, pasadas las tres de la tarde un empleado del almacén solicitó el abandono del lugar refiriéndose al animal. Burbano se opuso y señalaba que ya había sido adoptada por parte de ella “en ese momento salió un empleado Alkosto calle 170, con una actitud prepotente y autoritaria (me dicen que era un jefe de seguridad) a agredir a la perrita, yo le dije “está conmigo, es mía, yo la rescaté”. Él me grito “es callejera se debe salir”, le rogué, le supliqué que no la asustara, que yo me salía con ella. A pesar de lo inclemente del clima, le repetí “es mía, la adopté, no la asuste” declaró Fernanda.
Según la denuncia el empleado giró su carnet para no ser identificado y continuó con las agresiones en contra de la mujer de 47 años y su nueva mascota “Continuaron los maltratos por parte de este empleado, gritando me exigía que me fuera de Alkosto calle170. Yo en mi derecho como cliente, ciudadana y mujer, le pregunté la razones para tal acto de abuso y maltrato. Me dijo “corra con la perra de la calle” además de otros insultos y humillaciones, que por respeto no pienso repetir”.
La ciudadana manifiesta que intentó recurrir a atención al cliente de Alkosto de la calle 170 y afirma que solo encontró cobardía y complicidad debido a que después del inconveniente el animal salió. María Fernanda ese día esperó hasta las seis de la tarde con la esperanza de recuperar a su nueva mascota: “Solicito a Alkosto calle170, me entreguen a Amarilla ya que no sabemos que fue de ella , también solicitamos que el empleado que nos agredió se disculpe públicamente.
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