Conmoción en Córdoba por el asesinato del ganadero Esteban Urueta

El asesinato del ganadero Esteban Rafael Urueta y dos personas más ha conmocionado al departamento de Córdoba. Según declaraciones del gobernador Erasmo Zuleta, el principal sospechoso del crimen sería el administrador de la finca, identificado como Cristian Petro, quien hasta el momento no ha sido detenido ni ha colaborado con las autoridades.

Zuleta, en entrevista con el programa Mañanas Blu, expresó su profundo pesar por la muerte de Urueta, señalando que este hecho "enluta a todo el departamento" y evidencia los problemas de seguridad en la región. Según el gobernador, no hay indicios de que el crimen esté vinculado a grupos armados ilegales ni a un secuestro, como se especuló inicialmente, sino a un conflicto interno relacionado con la administración de la propiedad ganadera de Urueta.

Posible móvil del crimen

El gobernador Zuleta confirmó que Urueta había reportado la desaparición de ganado en su finca, lo que podría haber desatado el conflicto con el administrador. Aunque Urueta no presentó una denuncia formal por la pérdida de las cabezas de ganado, este tipo de problemas son frecuentes en la región, donde muchas veces los afectados no denuncian por miedo a represalias.

“La gente muchas veces no denuncia las extorsiones ni los robos de ganado por temor a las consecuencias. Desde la Gobernación, junto con la Policía y el Ejército, hacemos un llamado a la comunidad para que denuncien y así evitar que estos delitos queden impunes”, enfatizó Zuleta.

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Problemas de seguridad en Córdoba

El asesinato de Urueta pone en evidencia la difícil situación de seguridad que atraviesan las zonas rurales de Córdoba, donde el hurto de ganado y la extorsión son problemáticas recurrentes. Desde la desaparición de Urueta, se ha desplegado un operativo coordinado entre la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía para esclarecer los hechos y encontrar a los responsables.

Equipos especializados del CTI y la Policía se encuentran en la zona realizando labores de búsqueda y recolección de pruebas. Existen testimonios de la comunidad que señalan que los cuerpos podrían haber sido incinerados, lo que añade un nivel de crueldad alarmante al caso. Sin embargo, las autoridades aún no han confirmado esta versión y continúan trabajando en una zona de difícil acceso para localizar los cuerpos.

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