Autoridades confirman que estructura disidente de Farc ordenó homicidio del pastor Lora y su familia

Las autoridades judiciales han avanzado en el esclarecimiento del múltiple homicidio ocurrido el 29 de diciembre de 2024 en el municipio de Aguachica, Cesar, donde fueron asesinados cuatro integrantes de la familia Lora Rincón.

La investigación conjunta de unidades de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación ha permitido establecer que el crimen fue producto de una operación dirigida contra una persona vinculada con redes del narcotráfico, y no contra los miembros de la familia que perdieron la vida en el hecho.

Los reportes obtenidos por agentes de la Seccional de Investigación Judicial (SIJÍN) indican que el ataque habría sido ordenado por alias Jhon Mechas, identificado como uno de los principales cabecillas de una organización disidente de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reportó El Heraldo.

Esta estructura, con injerencia en zonas del Catatumbo, tendría vínculos activos con actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de sustancias ilegales.

De acuerdo con los hallazgos del proceso investigativo, el ataque iba dirigido inicialmente contra una mujer conocida bajo el alias de “La Diabla”, quien habría asistido a la ceremonia fúnebre de su compañero sentimental, alias “El Calvo”, asesinado dos días antes en el departamento del Magdalena.

Según la información recopilada, ambos habrían tomado control de una suma cercana a los cinco mil millones de pesos, procedentes del negocio del narcotráfico, fondos que presuntamente pertenecían a alias Jhon Mechas.

Como respuesta a esta acción, se habría contratado a alias J, señalado líder del grupo delincuencial conocido como “Los Jotas”, el cual actúa como brazo armado de redes criminales dedicadas al narcotráfico. Esta persona ya estaba siendo buscada por las autoridades por su presunta participación en otros homicidios selectivos.

El costo del encargo para ejecutar los asesinatos fue de aproximadamente ciento cincuenta millones de pesos. La primera parte del plan se materializó el 27 de diciembre, con la muerte de alias El Calvo. Posteriormente, el 29 de diciembre, los sicarios desplazaron su operación a Aguachica, con el objetivo de ubicar y asesinar a alias La Diabla.

Según los reportes oficiales, “La Diabla” fue seguida hasta un establecimiento de comidas llamado “Sorbetes y Sabores”, ubicado en el centro de Aguachica. Los sicarios la detectaron al salir de la funeraria donde se realizaban las honras fúnebres de alias El Calvo. En el lugar ya se encontraba la familia Lora Rincón, quienes se habían instalado en una mesa cercana a donde se ubicó la mujer que era el verdadero objetivo.

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Uno de los atacantes, tras descender de una motocicleta, abrió fuego directamente contra Ángela Lora Rincón. La víctima vestía prendas similares a las que llevaba alias La Diabla, lo que habría generado la confusión fatal. Posteriormente, el atacante disparó contra Marlon Lora, quien era pastor cristiano y padre de Ángela, al parecer bajo la sospecha de que se trataba de un escolta. Los disparos continuaron hasta asesinar a todos los integrantes del núcleo familiar, incluyendo al hermano menor.

Tras el ataque, alias La Diabla abandonó apresuradamente el lugar. El hecho causó una reacción inmediata de las autoridades, quienes iniciaron un operativo conjunto para ubicar a los responsables.

En las semanas siguientes, fueron capturados cuatro de los presuntos sicarios en la ciudad de Cúcuta. Posteriormente, en la ciudad de Barranquilla, fueron detenidos dos hermanos que estarían involucrados en la muerte de alias La Diabla, ocurrida en Medellín durante enero de 2025.

Según los investigadores, la mujer se había trasladado a Medellín en busca de protección, pero fue localizada y entregada por otros actores relacionados con el tráfico de estupefacientes.

El caso permanece bajo seguimiento de fiscales especializados, quienes continúan reuniendo pruebas documentales y testimoniales para sustentar las imputaciones y determinar las responsabilidades penales correspondientes.

Las autoridades han reiterado que los homicidios registrados en Aguachica fueron producto de una operación criminal dirigida a saldar cuentas internas entre estructuras dedicadas al narcotráfico.

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