El Concurso Nacional de Belleza, que celebra en 2024 su 90 aniversario, ha sido un escenario no solo para la coronación de las mujeres más bellas del país, sino también para una serie de escándalos y controversias que han marcado su historia.
A lo largo de los años, las actitudes, declaraciones y situaciones de diversas participantes han generado tanto admiración como críticas, consolidándolas como figuras inolvidables y, en algunos casos, polémicas. A continuación, se resumen algunos de los incidentes más notorios.
1968: La rebelde María Victoria Uribe
María Victoria Uribe, quien representó a Bogotá en 1968, fue una de las primeras en desafiar las normas sociales del certamen. Aunque no ganó la corona, su actitud rebelde, que incluyó quitarse la peluca durante el certamen y defender abiertamente temas controvertidos como el aborto y la eutanasia, la convirtió en una figura recordada como “la antirreina”. Su actitud de cuestionar las expectativas de belleza y de sumarse a temas sociales hizo de ella un símbolo de la rebeldía en un certamen tradicionalista.
Década de 1980 y 1990: El narcotráfico y el certamen
Durante las décadas de los 80 y 90, el Concurso Nacional de Belleza se vio involucrado en múltiples escándalos relacionados con el narcotráfico. Los carteles de Cali y Medellín, en particular, influenciaron el certamen, patrocinando a algunas de las candidatas. En esos años, los hoteles donde se realizaban los certámenes se convirtieron en refugios no solo de las reinas de belleza, sino también de figuras del crimen organizado. Esta atmósfera tensa culminó en situaciones incómodas y enfrentamientos entre facciones rivales.
1992: Catherine Sánchez, la "señora Amazonas"
Uno de los mayores escándalos ocurrió en 1992, cuando Catherine Sánchez, candidata del Amazonas, fue descubierta estando casada y embarazada durante el certamen. Aunque inicialmente se perfilaba como una de las favoritas, su engaño sobre su estado civil fue desvelado en la recta final del concurso. La situación se intensificó cuando Sánchez escapó de Cartagena en una persecución que involucró a 150 periodistas. Tras abandonar el certamen, Catherine desapareció del ojo público por casi un año, pero regresó para lanzar un calendario semi-desnuda, lo que reavivó la controversia. Más tarde, protagonizó la portada de la revista *Penthouse*, convirtiéndose en una figura aún más polémica.
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1996: Zolima Bechara y la visita al narcotraficante
En diciembre de 1996, Zolima Bechara Palacios, virreina nacional, fue destituida tras una visita al presunto narcotraficante Álvaro García, quien estaba en prisión. Aunque Bechara explicó que su visita formaba parte de un evento benéfico, el CNB consideró que su conducta comprometía la imagen del certamen. Como resultado, Bechara fue reemplazada por Ana María Neira, la primera princesa del certamen.
1996: Las cirugías plásticas y el cambio de era
A finales de los 90, el certamen empezó a enfrentar nuevas controversias relacionadas con las cirugías plásticas. En 1996, las directivas del certamen decidieron no aceptar que las participantes se sometieran a intervenciones quirúrgicas para cumplir con los estándares de belleza. Este cambio de postura fue parte de un esfuerzo por promover la belleza natural. Sin embargo, el tema continuó siendo discutido, y en 1999 la actriz Amparo Grisales fue demandada por la candidata del Guainía tras insinuar que la participante había recurrido a la cirugía estética.
2001: Adriana Patricia Riascos y las acusaciones de racismo
En 2001, Adriana Patricia Riascos hizo historia al convertirse en la primera mujer de raza negra en ganar la corona de Señorita Valle, lo que rompió barreras de racismo en un certamen que históricamente había excluido a las mujeres afrodescendientes de representar al departamento. Sin embargo, su coronación estuvo marcada por controversias. El CNB rechazó su candidatura tras la aparición de fotos de Adriana luciendo trajes transparentes en un desfile. Esto generó acusaciones de racismo, especialmente porque ese mismo año, Vanessa Mendoza Bustos, otra mujer afrodescendiente, fue coronada como Señorita Colombia. La controversia levantó críticas sobre la discriminación y las decisiones del CNB en cuanto a la elección de las participantes.
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