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Crisis en industria turística de Colombia 2023 por obstáculos financieros y operacionales
Impacto de la disminución del tráfico aéreo, cambio en las políticas de impuestos en el turismo y otras causas.
Una serie de obstáculos financieros y operacionales amenazan la industria turística de Colombia en 2023, con previsiones de una disminución de hasta el 0,8%, según los análisis de Corficolombiana. Este declive se anticipa debido a una serie de factores adversos, incluyendo la disminución del tráfico aéreo y el cambio en las políticas de impuestos.
Las aerolíneas de bajo costo, como Ultra y Viva, que en 2022 representaron más del 20% del flujo de pasajeros a nivel nacional, han cesado sus operaciones. La caída de estas compañías ha tenido un impacto directo en el precio de los tiquetes aéreos, afectando las decisiones de viaje de los pasajeros a nivel nacional.
Además, el restablecimiento del IVA a los tiquetes aéreos de 5% a 19% y la eliminación de la exención del pago de IVA sobre los servicios de alojamiento contribuyen al enfriamiento de la industria. Sumado a las condiciones financieras más apretadas para los hogares, estos factores forman un cóctel que está afectando el flujo de pasajeros y, en consecuencia, impactando el PIB del sector turístico.
Los números ya muestran una disminución del PIB del sector de alojamiento y servicios de comida en el primer trimestre de 2023, en comparación con el último cuarto de 2022. La tasa de ocupación hotelera también ha disminuido, con los destinos más afectados siendo San Andrés y Providencia, Santander, Quindío, Risaralda, Cesar y Nariño.
El transporte aéreo, una industria estrechamente vinculada al turismo, también ha sufrido una disminución en su PIB, cayendo un 4,5% en comparación con el último trimestre de 2022. La desaparición de la aerolínea Viva Air del mercado aéreo, tras no concretar la integración con Avianca ni poder realizar el Proceso de Recuperación Empresarial (PRE), ha tenido efectos tangibles en la industria.
Las estimaciones sugieren una contracción anual del flujo de pasajeros en el país de un 5% en 2023, una cifra que podría aumentar hasta un 9,5% si más aerolíneas experimentan dificultades. Según Corficolombiana, una disminución de un punto porcentual en el flujo de pasajeros podría reducir el crecimiento de la ocupación hotelera en un 0,66%.
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La contracción de la industria turística no solo afecta directamente a los hoteles y a las aerolíneas, sino que también tiene un impacto en la economía informal, los restaurantes y las agencias de viajes, que dependen del flujo constante de turistas.
Esta crisis no se distribuye de manera homogénea en todo el país. Algunas ciudades que dependen en gran medida del turismo, como Cartagena, Medellín y San Andrés, que en 2022
Un análisis realizado por expertos consultados de acuerdo con las cifras reveladas por Cotelco del comportamiento del sector en abril, a pesar de la Semana Santa evidencia una disminución en el sector de alojamiento y servicios de alimentación asociados tanto a nivel de Producto Interno Bruto (PIB) como en términos de ocupación hotelera.
Observando la evolución del PIB a precios constantes (en miles de millones), se ve un descenso generalizado en el tiempo. En el primer intervalo disponible, el PIB disminuyó de $10.998 mil millones a $10.898 mil millones, lo que representa una caída de 0,91%.
Luego, en el siguiente intervalo, el PIB bajó a $9.843 mil millones, marcando una disminución más pronunciada de 9,68%. Finalmente, el último intervalo presenta una caída a $9.354 mil millones, es decir, una disminución de 4,97%.
Es importante mencionar que el último dato disponible, $59.511 mil millones, no puede ser comparado con los anteriores por falta de contexto temporal.
El PIB intertrimestral presentó una disminución de 12,7%, lo cual indica un marcado declive en la actividad económica del sector en el corto plazo.
En cuanto a la ocupación hotelera Según datos de Cotelco, la tasa de ocupación nacional en abril disminuyó en 4,24 puntos porcentuales, lo que sugiere una reducción en la demanda de servicios de alojamiento.
Las regiones con las mayores caídas en la ocupación hotelera (en puntos porcentuales) fueron en su orden: San Andrés y Providencia: -19, Santander: -7,78, Quindio: -5,7, Risaralda: -4,87, Cesar: -4,52, Nariño: -3,02.
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