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La gloria y tragedia de Luz Mery Tristán: del narco Joaquín Mario Valencia a asesinada por su pareja

Conoce la historia de la primera campeona mundial de patinaje para Colombia y su vida de contrastes.

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Por Agencia Periodismo Investigativo | Dom, 06/08/2023 - 11:27 Créditos: Archivo Particular

En la década de los noventa, dos iconos del deporte despertaban la esperanza de gloria de un país sumido en el dolor de la guerra. Una de ellas era Ximera Restrepo, medallista olímpica en Atletismo en Barcelona 92, el otro faro era Luz Mary Tristán, una gloria indiscutible del patinaje.

En el deporte lo ganó todo, medallas, trofeos y cuánto título de patinaje existía. En el amor, en cambio lo perdió todo. 

De Joaquín Mario Valencia, alias el Caballista,  capturado en febrero de 2003 y extraditado meses después a los Estados Unidos, señalado de ser el sucesor de los hermanos Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de Cali; dos décadas después cuando Tristán estaba próxima a contraer nuevamente matrimonio con un empresario caleño, este en estado de alicohoramiento la asesinó con su arma de fuego

Mientras fluían los éxitos deportivos se cocinaba su primera tragedia judicial. En una mañana fría a comienzos de febrero de 2003, un allanamiento se realizó en la casa de Luz Mery Tristán y su esposo.

Un agente de la DIJIN se dirigió al hombre y preguntó: "¿Es usted Joaquín Mario Valencia Trujillo?", preguntó.

"Sí, señor, soy yo", respondió el interrogado, su voz titubeante delataba una creciente sensación de incertidumbre. 

 

Caballista extraditado

 

Valencia Trujillo, esposo de la ex campeona de patinaje Luz Mery Tristán, de repente se encontró en la mira de las autoridades judiciales. Un segundo agente de la Dijin se adelantó, brandiendo un documento que asestó un golpe contundente: "Tengo una orden de captura contra usted con fines de extradición", anunció, mostrando la resolución firmada por el fiscal Luis Camilo Osorio y fechada el 30 de enero de 2003.

El acusado palideció. Solicitó sentarse y, después de hacerlo, se sumió en un silencio que duró unos minutos. Su cabeza estaba gacha, absorbido por las implicaciones de la orden de captura. 

Mientras tanto, las autoridades colombianas y estadounidenses estaban convencidas de que Valencia era el sucesor de los infames hermanos Rodríguez Orejuela, elevándolo a la posición de nuevo jefe del narcotráfico en Cali.

La escena había sido cuidadosamente planificada por los agentes de la Dijin. Luego, en el edificio de la Fiscalía General Valencia Trujillo rindió una declaración dentro de una investigación por enriquecimiento ilícito. 

Eran las 11 de la mañana cuando el hombre, rodeado por dos agentes y un fiscal, fue llevado a un área donde se le tomaron las huellas digitales para confirmar plenamente su identidad.

El abogado de Valencia Trujillo insistió que se trataba de una terrible equivocación. "Lo tenemos plenamente identificado y no hay ninguna duda de que se trata del mismo hombre a quien le hemos seguido la pista en los últimos 10 años", replicó un oficial de la Dijin a los medios de comunicación hablando bajo condición de anonimato.

La Corte Distrital de Tampa, Florida, estaba esperando a Valencia Trujillo para juzgarlo por los cargos de concierto para importar y distribuir cocaína, participación en empresa criminal y lavado de dinero. 

La jueza Elizabeth A. Jenkins afirmó tener pruebas que lo señalaban como dueño de 13 toneladas de cocaína destinadas a Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses habían decomisado cinco toneladas en aguas internacionales cerca de Cuba, y la Armada Nacional colombiana había incautado cinco toneladas más en el Pacífico, y las tres restantes en el Caribe.

 

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Foto de Joaquin Mario Valencia

 

Valencia Trujillo, conocido localmente como "El Joven", era un empresario de Cali. Aunque la ostentación y el lujo marcaban su estilo de vida, pocos habían sospechado de la magnitud de su riqueza hasta que los hombres de la Dijin y la Policía Metropolitana de Cali llevaron a cabo redadas en cinco de sus empresas y otras propiedades.

Entre sus posesiones, se encontró una residencia de lujo en el exclusivo sector de Pance, un lote de 23,000 metros cuadrados de extensión que albergaba una colección de caballos de exposición, incluyendo uno llamado "Insólito del 8" valorado en cinco millones de dólares. Las autoridades también descubrieron 10 vehículos blindados, escopetas, 15 subametralladoras Mini Uzi y documentos relacionados con más de 50 casas, lotes y empresas a nombre de sus familiares o personas cercanas a él.

El seguimiento de las actividades de Valencia Trujillo por parte de las autoridades databa de muchos años. La DEA y la Policía colombiana habían intentado acercarse a él en eventos de exhibición de caballos, pero siempre se encontraban con una muralla de 30 guardaespaldas. A partir de diciembre de 2002, el rastreo de sus movimientos se intensificó, con un equipo satelital siguiéndolo a través del Valle del Cauca.

Las autoridades sostienen que Valencia Trujillo, de 45 años, había conocido a Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela a principios de la década de 1980. Desde entonces, se había convertido en uno de los principales exportadores de cocaína por vía marítima desde los puertos de Tumaco, Buenaventura y Guapi en la Costa Pacífica. La fortuna de Valencia Trujillo se calcula en 500 millones de dólares.

En los últimos dos años, nueve hombres presuntamente miembros de la organización de Valencia Trujillo habían sido capturados en una operación de la Policía llamada "Pegaso". Cuatro de ellos habían sido extraditados a Estados Unidos la semana anterior.

Luz Mery Tristán, la esposa patinadora de Valencia Trujillo, insistió en que su marido era víctima de una confusión de identidad. El abogado de Valencia, Luis Xavier Sorela, defendió la inocencia de su cliente, insistiendo en que se trataba de un error. Aún así, la maquinaria judicial estaba en movimiento, y la vida de Joaquín Mario Valencia Trujillo estaba a punto de cambiar para siempre.

Fue condenado a 40 años de prisión. Meses atrás y según lo relató esta Agencia hace varios meses, inició una huelga de hambre reclamando mejor trato y garantías en su proceso.

En el entretanto la patinadora, intentó rehacer su vida con el estigma ya no como la gloria deportiva si no como la esposa de un extraditado por narcotráfico.

En una medida lo logró. Pero ahora cuando intentaba darse una nueva oportunidad en el amor, un empresario caleño con el que había iniciado una relación sentimental la abaleó. Su vida terminó en manos de un feminicida.

 

Nueva vida

 

Nacida el 1 de abril de 1963 en Pereira, Luz Mery Tristán Gil fue una reconocida atleta colombiana en el patinaje y el ciclismo, notable por conquistar el primer campeonato mundial de patinaje para Colombia en la competencia de cinco mil metros en 1990, entre otros logros. 

Tristán empezó su camino en el patinaje en los años 70, registrándose en la Federación de Patinaje de Pereira. En 1979, alcanzó el segundo puesto en el primer torneo nacional femenino de patinaje en Colombia. En el siguiente año, se convirtió en campeona nacional y consiguió la medalla de oro en el Campeonato Panamericano de 1983.

Con la conquista de otros dos títulos panamericanos, un Campeonato Iberoamericano en Argentina, y dos terceros lugares en los campeonatos mundiales en Italia y Nueva Zelanda, Tristán logró su primer título mundial de patinaje - el primero para Colombia - en la prueba de cinco mil metros, durante el Campeonato Mundial llevado a cabo en Bello, Antioquia. Falleció en Cali el 5 de agosto de 2023.

Durante más de una década, Luz Mery Tristán Gil se erigió como la reina indiscutida del deporte colombiano. Esta atleta de Valle del Cauca, de estatura notable y a sus 44 años, ha acumulado una serie de galardones nacionales en su carrera deportiva.

 

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Luz Mery Tristán cuando se proclamó campeona mundial de patinaje.

 

En 1986, Tristán Gil tomó la decisión de incursionar en el ciclismo para mejorar su rendimiento en el patinaje. Este cambio le permitió hacer historia al convertirse en la única colombiana en completar el Tour de Francia femenino. Sin embargo, en 1987 regresó a su deporte predilecto, el patinaje, y triunfó al obtener el oro en los 5.000 metros durante los Juegos Panamericanos en Indianápolis.

Pese a sus logros, Tristán Gil tenía en la mira un sueño aún más grande: ganar un campeonato mundial. Dicho sueño se materializó en 1990 durante la competencia en Bello, Antioquia, en la cual dominó la prueba de 2.000 metros y estableció un récord mundial que, incluso después de 17 años, aún se mantiene intacto.

Tras haber cumplido con sus metas deportivas, Tristán Gil decidió retirarse de la competencia para centrarse en su vida personal. Se casó con Joaquín Mario Valencia Trujillo, destacado jinete, y juntos formaron una familia de cinco hijos, uno de ellos adoptado.

 

Crimen de su pareja

 

Pero en la mañana de este domingo, la vida le jugó otra mala pasada, fue asesinada en Cali. Su cuerpo presentaba heridas de bala en su domicilio ubicado en un condominio cercano al cerro de Cristo Rey.

La pareja sentimental de Tristán, un destacado empresario de la localidad, es el principal sospechoso y fue detenido por las autoridades. Según los informes preliminares y el testimonio de un testigo, el sospechoso se encontraba bajo la influencia de drogas o alcohol en el momento del asesinato.

Tristán, que a sus 60 años seguía siendo un ícono del patinaje, tenía planes de casarse con el empresario sospechoso. “Luz Mery se iba a casar con él. En octubre ellos habían entregado tarjetas”, comentó un testigo cercano a la pareja.

 

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El cuerpo sin vida de la patinadora  fue transportado a Medicina Legal.

 

El presidente Gustavo Petro, quien lamentó la muerte de Tristán en sus redes sociales, insinuó que el caso podría tratarse de un feminicidio. 

“Al parecer estamos ante un feminicidio. Que lamentable el asesinato de Luz Mery Tristán, la patinadora que acompañó la existencia de las y los colombianos en las últimas décadas para darle brillo”, dijo Petro en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.

Por su parte, la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, expresó su dolor por la noticia y pidió celeridad a la justicia para esclarecer el caso.

"Con el corazón roto y una profunda tristeza, recibo la noticia del asesinato de Luz Mery Tristán, una verdadera leyenda del patinaje y un ejemplo de perseverancia y pasión deportiva. Hoy el deporte colombiano está de luto por esta trágica pérdida, víctima de un irracional que acabó con su vida. Pido a la justicia y a la Fiscalía que se adelante la investigación para que el responsable reciba la máxima pena posible”, declaró Roldán en un comunicado oficial.

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