El renacer de Natalia Ponce de León

Natalia Ponce de León, transformó la justicia. El 27 de marzo de 2014, Jonathan Vega, quien fuera su amigo de infancia, lanzó un ácido que causó quemaduras en el 37% del cuerpo de la mujer. En medio de sobrevivir emocionalmente y enfrentar a la sociedad, Ponce de León se convirtió en referente mundial de la defensa y promoción de los derechos humanos de las víctimas de ataques con agentes químicos. Su tragedia y valor sirvieron para cambiar la normatividad.

El hecho fue noticia nacional e internacional. Una mujer de la capital de Colombia había sido brutalmente atacada con ácido. Sin embargo, para el victimario no se esperaba una condena muy alta.

Por eso, tras el ataque, 37 cirugías reconstructivas y mucha voluntad, Natalia logró la reglamentación de la comercialización de las sustancias, la ruta de atención integral para las víctimas de ataques con ácidos, la garantía de la atención integral en salud para las afectadas por la salvaje práctica.

También logró, la adopción del "Protocolo de Atención de Urgencias a Víctimas de Ataques con Agentes Químicos" y que la justicia condenara a su agresor por el delito de homicidio agravado en calidad de tentativa. Así, mientras Vega paga una condena de 21 años y 10 meses de prisión, Natalia no para de buscar justicia y apoyar a las víctimas.

La nueva reglamentación nacional se logró en medio del debate sobre la gravedad de lo ocurrido. Sin imaginarse de nuevos casos que ocurrirían en el futuro. No obstante, el entonces coordinador de la Unidad de Prevención de Violencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Alexander Butchart, indicó que no existen estimados del número de víctimas por ataques con ácido.

 

Lo más cercano a los datos que se conocen es que las víctimas son en su mayoría mujeres. Por su parte desde la OMS, el impacto económico y los factores socioeconómicos eran, en 2018, factores de riesgo de los ataques con ácido. Además de la facilidad de acceso a las sustancias.

Sólo para 2018, la OMS reportó más de un millón de personas con quemaduras moderadas o graves anualmente en India y casi 173.000 niños en Bangladesh. Mientras que en Colombia, Egipto y Pakistán el 17% de los niños con quemaduras sufre una discapacidad temporal y el 18% una discapacidad permanente.

Lo cierto fue que, en medio de la batalla jurídica de la mujer afectada y dos meses después del suceso, el 29 de mayo de 2014, el gobierno de Juan Manuel Santos expidió el decreto 1033 de 2014 por medio del cual se reglamentaba la ley 1639 de 2013.

Esta norma buscaba fortalecer las medidas de protección a la integridad de las víctimas de crímenes con ácido y se adicionó el artículo 113 de la Ley 599 de 2000. Por su parte, cinco meses después, el Ministerio de Salud, en ese entonces en cabeza de Alejandro Gaviria, profirió la resolución 4568 de 2014, “Por la cual se adopta el "Protocolo de Atención de Urgencias a Víctimas de Ataques con Agentes Químicos".

“Que con el propósito de garantizar que las víctimas de agresiones por agentes químicos reciban en cualquier institución de salud una atención oportuna, pertinente y con racionalidad científica, de manera que se logre reducir el daño físico y mental, así como, que se desarrollen las acciones que les garanticen el acceso a la justicia, a la protección y al restablecimiento de los derechos afectados, se estimó pertinente elaborar un protocolo de atención de urgencias a víctimas de agresiones con agentes químicos”, se lee en el documento.

 

Como si fuera poco, logró la Ley Natalia Ponce, la 1773 de enero de 2016. Una iniciativa   para castigar con mayor severidad a los agresores con ácido. Así, se estableció una pena máxima de 30 años si se causa deformidad o daño permanente, que puede elevarse hasta los 50 si el ataque es contra una mujer o un menor de edad, caso en el cual la pena se duplica.

Adicionalmente, los agresores tienen que pagar multas entre los $644 millones y los $1.932 millones. Incluso, quien importe, introduzca, exporte, fabrique, adquiera, tenga en su poder, suministre, trafique, transporte o elimine sustancia, desecho o residuo peligroso, incurrirá en prisión 48 a 144 meses y multa de 133 a 30.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Tras la batalla judicial, seguía la lucha social y el apoyo a las víctimas. Así fue como, también Natalia Ponce de León, creó la fundación que lleva su nombre. A partir de los hechos, recibió el premio Mujeres con Coraje (entregado por Melania Trump) en Estados Unidos y ha sido la representante contra la violencia de género en el G7.

También fue mencionada como una de las 6 mujeres más poderosas en Colombia en términos de transformación social positiva, según la publicación internacional Latin American Post. Recibió el premio "Outlook Inspirations" otorgado por el programa de radio Outlook de la BBC, como figura "inspiradora y de gran coraje" y formó parte de la lista de 100 mujeres del año 2016 elaborada por la BBC.

Incluso, su historia y lucha por las víctimas de ataque con ácido, inspiró el proyecto ‘Debajo de su piel’, dirigido y producido por Simón Hernández Estrada y Liliana Andrade. Una idea de documental que fue ganador entre 305 proyectos de todo el mundo.

 

Una convocatoria que solo dio 6 premios de producción en el Fondo Bertha IDFA, una entidad que tiene como objetivo estimular y potenciar el sector del documental creativo en el mundo. De esta forma, la vida de Ponce de León se filmará gracias al premio de € 17.500.

Mientras tanto, la Fundación Natalia Ponce de León lucha por defender y promover los Derechos Humanos de las personas sobrevivientes a este tipo de ataques en Colombia. Además de buscar la prevención y sanción de las violencias contra las mujeres y niñas, desde un enfoque de derechos humanos y de género.

Natalia persiste en  garantizar el cumplimiento de la Ley 1639 y del decreto 1033, al igual que a la circular 008 de 2017, que imparte las instrucciones para que las EAPB y las IPS implementen las Rutas de Atención Integral para las víctimas de ataques con ácido, álcalis o sustancias similares.

Casi que se ruega la creación y el respaldo de los programas que ya existen para permitir a la ciudadanía conocer sus derechos y tener información adecuada que sensibilice y resuelva las dudas sobre la legislación para acabar con la impunidad que hay en estos casos.

En medio de la incertidumbre de las víctimas frente a un Estado que reglamenta y tarda en hacer justicia, la Fundación se une al evento Buen Viento. Una campaña en conjunto con Agosto Botánico y Diáspora Glocal Bar busca recaudar fondos.

 

Se trata de un menú solidario, una propuesta gastronómica compuesta por una bebida y una tapa. “Ideal para ser consumido en cualquier instante del día, solo o en compañía, tendrás la oportunidad de escoger entre una copa de vino o un coctel, y acompañarlo con una de nuestras 6 alternativas de tapa”, se lee en la invitación por redes sociales.

La iniciativa tiene la propuesta creada por los chef Ana María Vargas y Felipe Cardozo, y se desarrollará en las instalaciones de Diáspora Glocal Bar, ubicado en la carrera 11a # 93b-50, en Bogotá, ciudad donde hace siete años, una mujer fue mundialmente reconocida tras ser desfigurada por un ácido lanzado por un desconocido.

Natalia Ponce de León ha transformado las leyes colombianas y  sigue, proyecto tras proyecto, promoviendo el cuidado de las mujeres y niños, las víctimas quemadas con ácido y la lucha de vivir en un país donde el Ministerio de Salud y Protección Social identificó 366 mujeres agredidas con agentes químicos entre 2008 y 2013.

Una situación que ocurre contra personas que tienen edad en promedio de 25,8 años y donde el 82% presentó las lesiones principalmente en la cara y cuello, según reportó la Universidad del Bosque en el 2020.  Además de que las mujeres representan el 80 % de las víctimas tienen baja escolaridad, dependencia económica y emocional hacia sus parejas y con hechos de violencia física y psicológica previos.

Por su parte, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, dio a conocer que los casos se presentan principalmente como formas de venganza de hombres hacia mujeres. Sólo en los últimos cuatro años se presentaron 45  ataques con agentes químicos en Bogotá. Así mismo, los hechos ocurren en el país donde el principal agresor es la pareja actual o expareja y la ruptura reciente de la relación resulta ser el factor asociado al ataque.

La Secretaría de la Mujer, en su reporte más reciente, informó sobre el acompañamiento a más de 570 casos de mujeres víctimas o en riesgo de ataques con agentes químicos, un 80 % de ellas tienen más de 29 años y un 20 % tienen entre 18 y 28 años.

Natalia es conferencista permanente en Colombia y el exterior. Cuenta como salió adelante de su tragedia. La resiliencia es su bandera. Todos los 2 de julio se conmemora el ‘Día Distrital de Lucha contra los Ataques con Agentes Químicos’, un día para recordar la historia de María Helena, Janeth Beltrán, Liliana Garzón y Natalia Ponce de León, entre muchas otras que quedan silenciadas en los empobrecidos reportes de afectadas con ácido en Colombia. Una triste realidad que no cesa en el país.

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