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Vigilante de universidad desconecta congelador y daña investigación científica de más de dos décadas

Un frigorífico especialmente diseñado que albergaba más de 20 años de avances científicos fue apagado y puso fin a dedicado trabajo.

VIGILANTE
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mar, 27/06/2023 - 13:29 Créditos: www.segurilatam.com

La comunidad científica, un conserje de la universidad, malentendiendo las "alarmas molestas" de un congelador de laboratorio, inadvertidamente puso fin a más de dos décadas de laboriosa investigación en el Instituto Politécnico Rensselaer (RPI), ubicado en el norte del estado de Nueva York, Estados Unidos.

La historia, ahora objeto de una demanda millonaria, comenzó con un conserje universitario, un contratista al servicio de Daigle Cleaning Systems Inc., que había estado trabajando en la universidad durante varios meses en 2020. 

El Instituto Politécnico Rensselaer ha dirigido su acción legal no contra el conserje, sino contra Daigle Cleaning Systems, alegando falta de capacitación y supervisión adecuadas.

El incidente tuvo lugar en el congelador de un laboratorio de investigación, un frigorífico especialmente diseñado que albergaba más de 20 años de avances científicos. 

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Este incluía cultivos celulares y muestras extremadamente sensibles, cuya viabilidad se podría ver gravemente afectada incluso por una "pequeña fluctuación de temperatura de tres grados", según la demanda presentada en la Corte Suprema del condado de Rensselaer.

La trama se complicó cuando KV Lakshmi, profesor y director del Centro de Investigación Bioquímica de Energía Solar Baruch '60, detectó una alerta del congelador el 14 de septiembre de 2020. Este aviso, resultado de un aumento de temperatura hasta -78 grados centígrados, señalaba que el sistema de refrigeración estaba en problemas.

Pese a la preocupación inicial, Lakshmi y su equipo evaluaron que las muestras se mantenían seguras dentro de ese rango de temperatura. Se tomaron medidas de contingencia, como la instalación de una caja de seguridad alrededor del tomacorriente y del enchufe del congelador. Además, colocaron un mensaje visible y directo en el congelador, instando a cualquier persona que se acercara a no moverlo ni desconectarlo.

La nota decía: “ESTE CONGELADOR ESTÁ SONANDO YA QUE ESTÁ EN REPARACIÓN. POR FAVOR, NO LO MUEVA NI LO DESCONECTE. NO SE REQUIERE LIMPIEZA EN ESTA ÁREA. PUEDE PRESIONAR EL BOTÓN DE MUTE DE ALARMA/PRUEBA DURANTE 5-10 SEGUNDOS SI DESEA SILENCIAR EL SONIDO”, según la demanda.

Sin embargo, tres días después, el 17 de septiembre, el conserje escuchó las "alarmas molestas". Ignorando las indicaciones y presumiblemente con buenas intenciones, el conserje accionó los interruptores automáticos, cambiándolos de "encendido" a "apagado". Como resultado, la temperatura del congelador ascendió hasta -32 grados centígrados.

Al día siguiente, el equipo de investigación encontró el congelador apagado y la mayoría de los cultivos inservibles.
 

 

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