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Conflicto entre ADE y Alcaldía de Bogotá por día cívico el 18 de marzo
La Asociación Distrital de Educadores convoca a un paro en apoyo a la reforma laboral, mientras la Alcaldía insiste en mantener la normalidad en los colegios públicos.

Este martes 18 de marzo, Bogotá enfrenta un dilema entre el derecho a la protesta y el derecho a la educación. La Asociación Distrital de Educadores (ADE) convocó a un paro docente para exigir la aprobación de la reforma laboral que se debate en el Congreso, mientras la Alcaldía de Bogotá asegura que las clases y los servicios sociales se mantendrán con normalidad.
Nelly Daza, presidenta de la ADE, explicó que el paro busca presionar al Congreso para que no "hunda" la reforma laboral, la cual considera esencial para mejorar las condiciones de contratación de los trabajadores colombianos, incluyendo a los docentes. "Estamos convocando a todo el magisterio bogotano a salir a las calles a exigir que el Congreso definitivamente apruebe esta reforma, porque es necesaria para todos los colombianos", afirmó Daza en una entrevista con Mañanas Blu.
La líder sindical argumentó que la estabilidad laboral de los docentes impacta directamente en la calidad de la educación. "Si los maestros tienen mejores condiciones laborales, pueden mejorar también el trabajo con los estudiantes", señaló. Además, criticó los contratos temporales y provisionales que, según ella, afectan a gran parte del magisterio en Bogotá.
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Sin embargo, la convocatoria al paro ha generado preocupación entre los padres de familia, quienes temen que la ausencia de docentes afecte la jornada escolar de miles de estudiantes en la capital.
Frente al llamado de la ADE, la Alcaldía de Bogotá ha sido clara en su posición, las clases y los servicios sociales no se suspenderán. Miguel Silva, secretario general del Distrito, explicó que la administración del alcalde Carlos Fernando Galán tiene la instrucción de mantener la normalidad en todas las instituciones educativas y programas sociales.
"Hay 710.000 niños y niñas que dependen de que nosotros trabajemos el día martes. No podemos permitir que se interrumpa su educación ni su alimentación", afirmó Silva. El funcionario destacó que, para muchos estudiantes en situación de vulnerabilidad, el colegio es el único lugar donde reciben su comida del día. "Moralmente, es impensable cerrar los colegios", añadió.
Silva también aclaró que los docentes pueden participar en las protestas durante su "contrajornada", es decir, si trabajan en la mañana, pueden marchar en la tarde, y viceversa. Sin embargo, advirtió que aquellos que falten durante su horario laboral enfrentarán descuentos en su salario.
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