El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud la declaró como una emerencía sanitaria de preocupación internacional y el 11 de marzo tras de hallarse la enfermedad en más de 100 países fue catalogada como pandemia. Desde entonces el mundo no volvió a ser el mismo.
Las cuarentenas, el confinamiento, el uso de tapabocas, gel antibacterial y el distanciamiento y las compras de pánico se convirtieron en la nueva realidad.
Hoy con más de 83 millones de contagios detectados, más de 1.8 millones de decesos y casi 60 millones de recuperados son las cifras del costo humano de un virus que nos cambió la vida.
Más de 30 países empezaron a inmunizar a sus pobladores, luego de meses de una maratónica carrera de las empresas farmacéuticas y laboratorios por encontrar tratamiento y vacuna.
Colombia, ha sido uno de los países de mayor afectación en el mundo con más de un millón y medio de contagios y más de 40 mil muertos.
De hecho, es el décimo país con mayor numero de casos y uno de los que mayor tiempo tuvo a sus habitantes en confinamiento.
El Congreso aprobó una ley que permite la gratuidad de la vacuna y que exonera de responsabilidad a los laboratorios por los efectos secundarios que pueda ocasionar su aplicación.
A su vez, al finalizar el año, el presidente Iván Duque, anunció que el país había adquirido 40 millones de dosis. Se tiene previsto que las vacunas se empiecen a aplicar entre febrero y marzo de 2021.
Mientras, el efecto de la vacuna a nivel mundial empieza a dar resultado cuando se cubra un 70% de la población, vendrán nuevas olas y nuevas cepas, como la que se descubrió en el Reino Unido y que tiene a ese país aislado.
Por su parte, Wuhan el epicentro de la pandemia, en mayo de este año empezó el regreso a la normalidad. Los registros indican que China no tuvo más de 80 mil contagios y alrededor de 4.000 muertos.
Mientras el mundo sufre, en China ya bailan. En medio de una pandemia que cambió para siempre la historia del mundo y de Colombia.