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Advertencias de un médico infectólogo por nueva ola de Covid-19 en Colombia

El más reciente reporte del ministerio de Salud evidencia aumento de casos del 352%. “He atendido pacientes con Covid-19 prolongado, casos que son desconcertantes y complejos, esto me deja con la tristeza de no poder ofrecer alternativas efectivas de tratamiento”, señala el experto.

Paciente Covid-19 principal
Por Agencia Periodismo Investigativo | Créditos: Foto: Alcaldía de Bogotá / paciente en uso por Covid-19

Por: Carlos Pérez, médico infectólogo.

La pandemia ya terminó, este es nuestro deseo, pero no la realidad. Los casos están aumentando en todo el mundo y las nuevas subvariantes de Ómicron están incrementando los números de forma acelerada llegando incluso a casos severos.

Los nombres que se les han otorgado a estas subvariantes como “ Perro de infierno” y “Nightmare” son mediáticos, no significa que sean más graves o que causen catástrofes, pero alertan a los medios de comunicación para que se insista en que es un virus que varía genéticamente y escapa de la inmunidad.

¿Qué sucedió? Las vacunas han demostrado una razonable eficacia para disminuir los casos graves y la mortalidad relacionada, sin embargo, no son efectivas para prevenir la transmisión, es decir que una persona vacunada podrá infectar a otras personas susceptibles.

No habrá inmunidad de rebaño. Se requiere de  refuerzos periódicos, modificación de la vacunas actuales y tratamientos antivirales altamente efectivos para disminuir los impactos de esta enfermedad, pero no de eliminarla en corto o mediano plazo.

Las vacunas han tenido un impacto positivo en algunos sectores, pues han promovido  la reactivación de la economía, además de permitirnos volver con normalidad a las actividades cotidianas, pero el virus sigue circulando, y al disminuir la percepción de riesgo y minimizar la gravedad de la enfermedad, la población no ha tenido en cuenta la importancia que tiene reforzar las dosis de inmunización adecuadamente.

Vacunación Covid-19
Foto: Alcaldía de Bogotá / Persona recibiendo vacuna contra el Covid-19


Debemos tener claro que luchamos contra un virus que evoluciona constantemente y logra rápidamente nuevas variantes que escapan a la inmunidad natural y la generada por las vacunas.

Sumado a esto, está la indiferencia y desidia de algunos que consideran esta, una enfermedad banal y simple, lo cual causa que el virus afecte a grandes conglomerados humanos y tengamos otra vez una cantidad importante de nuevos casos, hospitalizaciones y fallecimientos en esta temporada decembrina.

Una mayor circulación viral con la probabilidad de varías mutaciones, inmunidad vacunal limitada, corta de tan solo unos meses y una población poco reforzada e indiferente, sumado a vacunas que no eliminan la transmisión son algunos de los ingredientes para esta nueva ola de casos que comienza.

¿Volveremos a los confinamientos? La respuesta es no. Esta estrategia de las cuarentenas sirve en la fase inicial y era necesaria para poder adecuar y preparar los servicios de salud.

Las demás medidas restrictivas son esfuerzos insuficientes para disminuir la velocidad de transmisión. Nuestra sociedad, que en su mayoría trabaja en la informalidad hace que confinarse sea un lujo imposible de cumplir porque es más fácil morir de hambre que de Covid-19.

Personas con tapabocas
Foto: Universidad de Los Andes / Personas con tapabocas en la calle

¿Las mascarillas serán obligatorias? El uso de los elementos de protección son una medida buena pero insuficiente sino se hace correctamente. Usar un cubrebocas sin lavarse las manos es como trapear el suelo sin haber barrido, NO sirve para nada.

Si bien las mascarillas cubren, las personas actualmente las usan más como una prenda de vestir que como una medida de protección. Las retiran, las manipulan, las guardan en los bolsillos y luego se las ponen otra vez, no las cambian y eso es lo que recoge la suciedad  y no protege a nadie. Los tapabocas se deben usar y desechar de forma correcta, además de lavarse las manos constantemente con agua y jabón.

¿Me debo hacer pruebas? Sí. Y en caso de que sea positiva, aislarse por al menos 5 días. Hoy una gripa puede ser Covid-19, y si no lo es, puede ser otro virus respiratorio como adenovirus o virus sincitial respiratorio, estos han sido un verdadero problema sobre todo en la población pediátrica, que actualmente abarrota los servicios de urgencias y hospitalización.

Si una persona tiene síntomas respiratorios, debe saber si es Covid-19 y utilizar mascarillas adecuadamente, hasta que no hayan más síntomas. Esta época de lluvias y de invierno en otras latitudes, son el caldo de cultivo de las infecciones virales y recordemos que estas enfermedades han sido de inusual agresividad en su comportamiento.

¿Entonces el Covid-19 no va desaparecer? La respuesta es no, va a seguir conviviendo con la humanidad y mientras haya poblaciones susceptibles habrá circulación viral. Esperamos que hayan vacunas que puedan cortar la cadena de transmisión y dar inmunidad duradera, pero para ello faltan muchos años todavía.

Medico Carlos Perez
Foto: Medico Carlos Perez

¿Me debo poner una cuarta dosis si la tercera me afectó bastante?, ¿la cuarta va a ser peor?, ¿cada cuánto habrá que vacunarse?

Las repuestas son simples. Las vacunas son seguras, más no inocuas, son eficaces para evitar la enfermedad grave y  también previenen sin duda alguna la mortalidad, pero no evitan 100% la infección por Coronavirus.

Se debe reforzar la vacuna ahora. La evidencia disponible nos indica que es necesario el segundo refuerzo o cuarta dosis, sobre todo en la población de adultos mayores y personas con comorbilidades. Si no lo han hecho, hay que hacerlo hoy, sin dudas y ambigüedades.

La sensación de malestar transitorio en algunas personas puede ser  muy fuerte, pero no debe ser excusa para no vacunarse. Es más complicado y peligroso estar entubado y con una máquina que respire por uno. En algunas personas se pueden producir eventos adversos y cada vez se conoce más cómo identificarlos y tratarlos oportunamente.

¿Y las vacunas bivalentes…?  Estas vacunas tienen la cepa ancestral y la variante Ómicron y  se debe disponer de ellas, sobre todo para adultos mayores, personal de la salud y personas con comorbilidades e inmunosupresión.

No es necesario alarmarse, pero sí estar atentos a lo que va a suceder, aunque queramos negar la pandemia, el virus existe, circula, prevalece y prevalecerá. El Covid-19, es una enfermedad compleja que puede dejar secuelas o prolongarse en algunas personas y podría desencadenar otros problemas de salud que hasta ahora se están entendiendo. Sabemos de la enfermedad bastante, pero no lo suficiente para dimensionar sus problemas a largo plazo en diferentes grupos poblacionales.

He atendido pacientes con Covid-19  prolongado, casos que son desconcertantes y complejos, esto me deja con la tristeza de no poder ofrecer alternativas efectivas de tratamiento.

Habrán nuevos incrementos de casos, probablemente complicaciones y muertes. No deberíamos seguir siendo indiferentes. La desigualdad, la desidia y la arrogancia de una sociedad que siempre busca culpables y que no asume con seriedad sus compromisos.

Ojalá las vacunas nos hubiera hecho mejores …

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