El pasado 21 de septiembre, seis meses después de que el Juzgado 16 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Bogotá le otorgara la libertad condicional al exministro Alberto Santofimio Botero, condenado a 24 años de prisión como coautor del homicidio del dirigente político Luis Carlos Galán, este le escrituró su apartamento de 246 metros cuadrados, ubicado en un exclusivo sector de Bogotá, a la familia Galán.
Mediante escritura 1544 del 16 de septiembre de 2020, el exministro tolimense entregó el único bien inmueble que estaba registrado a su nombre a Alfonso, Carlos Fernando, Claudio Mario, Juan Manuel Galán, a la viuda Gloria Pachón y también el 11% del inmueble a Olga María Ramirez González, esposa del escolta Santiago Cuervo quien falleció en el intento de salvarle la vida al candidato liberal.
La figura jurídica que utilizó Santofimio fue la de dación en pago. A través de esta traspasó esta propiedad valorada en $1.956 millones a quienes fueron reconocidas como víctimas dentro del proceso penal que adelantó la justicia.
Obligado por las circunstancias, Santofimio, a quien el mismo juzgado ya le había otorgado el beneficio de prisión domiciliaria en el año 2019, le revocó la medida y lo regresó a su celda en la penitenciaría La Picota por no haber indemnizado a las víctimas. Para revertir esta situación entregó el bien.
Con un antecedente y es que para ese momento la defensa del exministro advirtió que el único recurso con el que contaba para cumplir con la obligación de indemnizar a las víctimas era su pensión y su biblioteca personal. Incluso ofreció el pago de $1’171.850 mensuales hasta sufragar el monto de la indemnización impuesta por el juez de $1.700 millones.
En su momento el argumento del juez fue, “ha incumplido sin justificación fehaciente la obligación de indemnización inherente a la prisión domiciliaria (...) la consecuencia no puede ser otra sino la revocatoria del mecanismo sustitutivo para en su lugar disponer cumplimiento intramural de la pena de prisión que aún falta por cumplir”.
Casi, simultáneamente, Santofimio se jugó otra carta ante la justicia. A finales de 2018 había intentado que la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, conociera su caso, sin embargo el tribunal no le permitió el ingreso, con el argumento central que su situación jurídica nada tenía que ver con el conflicto.
Semanas después elevó una nueva solicitud ante el juez. Pidió se le otorgara la libertad condicional por haber cumplido las tres quintas partes de la condena, haber redimido su pena estudiando y trabajando y tener buena conducta pero esta le fue negada precisamente por no haber reparado a las víctimas.
Así las cosas, y para evitar regresar a prision, Santofimio le manifestó al juez que realizaría la indemnización entregando el inmueble en el que vivía. El pasado 20 de octubre el despacho judicial le ofició a los abogados de las víctimas para que manifestaran si, “consideran que fueron indemnizados integralmente con el acto jurídico de sanción en pago del inmueble ubicado en el Complejo Museo Chicó”.
Aunque a mediados de esta semana, el despacho judicial indagó a los organismos de seguridad si Santofimio tenía antecedentes, si había salido del país o si registraba medidas correctivas, el exfuncionario parece querer retomar la actividad pública. Así lo hizo este 15 de noviembre, en una actividad de conmemoración de los 35 años de la tragedia de Armero.
Organizado por Jorge Ancizar Cabrera, exfuncionario de la gobernación del Tolima el homenaje denominado, “Armero Vive: 35 años de la erupción del volcán Nevado del Ruíz” contó con la participación del exgobernador del Valle, Gustavo Álvarez Gardeazabal, Leopoldo Guevara, exalcalde de Venadillo, Alfenibal Tinoco, exdiputado del Tolima y de Alberto Santofimio a quien en la promoción lo presentaron como exministro de Estado.
Un evento que se realizó entre las 7:30 y 9:30 am y sé emitió por emisoras digitales y comunitarias del departamento del Tolima. Luego de presentaciones y comentarios de los contertulios, vino el invitado que generó mayor expectativa, Alberto Santofimio Botero quien de inmediato le puso orden a la sesión.
El exministro habló de autores internacionales y de varios escritores colombianos que han publicado sobre Armero y detalló sus obras. Enfatizó además en que la historia será la encargada de establecer la responsabilidad del gobierno del expresidente Belisario Betancur y de los gobiernos locales, en la tragedia que dejó 25.000 muertos.
Santofimio detalló el caso del alcalde de Armero, Ramón Rodríguez, quien falleció en la avalancha comunicando los hechos a la población y pidiendo auxilio al gobierno central. Recordó que el Estado jamás se preparó para prevenir la tragedia, que las ayudas internacionales no llegaron y los recursos locales se diluyeron. Acto seguido explicó lo que representó políticamente Armero, su economía, sus personajes y recordó la historia como capital alterna del departamento del Tolima.
“El mejor homenaje que le podemos hacer ahora a los 25.000 muertos de Armero, víctimas de la imprevisión del Estado, víctimas del fenómeno desatado de la furia de la naturaleza, es el de hacer un llamado a la tolerancia, a la convivencia, a que los hijos de las víctimas de Armero que están regados por Colombia y por el exterior, puedan regresar al país y tener una patria mejor, una patria reconciliada, una patria que tenga la capacidad de entenderse, que nadie mire al otro como enemigo por el hecho de que opine diferente, que podamos tener un Tolima y una Colombia reconciliada”, finalizó Santofimio su intervención.
A sus 78 años de edad, el exministro, el excongresista, el amigo de Pablo Escobar, el coautor del asesinato de Luis Carlos Galán, el exconvicto, le cumplió a la justicia y a las víctimas, ahora retoma el rumbo y los políticos del departamento del Tolima y otras zonas del país se preguntan si es el regreso a las lides del otrora líder político, un vehemente orador que pensó que podía ser presidente.