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La historia inédita de Dilan Cruz

El joven muerto en las marchas, ya había expresado el 20 de enero de 2017 su rechazo al Esmad. De hecho, posteó un video de Angela Maria Robledo, quien cuestionó al escuadrón antidisturbios y se preguntaba ¿con licencia para matar?. Detalles desconocidos del estudiante.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Era difícil no verlo sonreír. Tenía una alegría en su espíritu genuina y contagiosa. Amaba el voleibol tanto como los gatos, la filosofía, la sicología y las bromas. No importaba si a veces la víctima de los vacilones era él. 

Canserbero, el nombre artístico de Tirone José González Orama, el rapero, compositor y activista social venezolano que desde hace dos décadas enamora a los jóvenes con el mensaje de sus letras, era su inspirador constante, su filósofo de cabecera.

“Gracias por enseñarme lo que debo mejorar y saber que no a todo el mundo se debe pedir perdón” una de las frases del artista que más posteaba.

Así era Dilan Cruz Medina, el joven de 18 años, estudiante de último grado del colegio Ricaurte en Bogotá quien murió luego que un agente del Escuadrón Antidisturbios de la Policía, Esmad, le disparara a corta distancia una escopeta calibre 12, en medio de una marcha en el centro de la ciudad. 

Era un arma convencional advirtió Medicina Legal, la Fiscalía investiga, su familia, sus amigos y su generación lo llora. Su nombre se convirtió en el símbolo del paro nacional que no cesa y que tiene a miles de jóvenes protestando en las calles.

Pasaron cuatro horas desde que se levantó el toque de queda en Bogotá, cuando empezaron nuevamente las concentraciones que evidenciaban una nueva jornada de protestas. 

La orden impartida al Esmad de la Policía Nacional era impedir que los manifestantes llegaran a la Plaza de Bolívar.  Así lo hicieron durante toda la mañana, primero a la altura del Parque Nacional, luego en el sector de La Macarena y así en otros puntos de la ciudad.

Hacia las 4:00 p.m, sobre la calle 19 con carrera cuarta, en pleno centro de Bogotá, lanzaron bombas lacrimógenas y de aturdimiento. Dilan, junto con algunos de sus amigos, estaba entre la multitud. Tomó una de las bombas que acababa de lanzar el Esmad y se las devolvió.

Segundos después uno de los policías, a corta distancia, le disparó un arma, el joven cayó en el pavimento. Fue rescatado por la Defensa Civil, mientras otros jóvenes manifestaban con asombro por un objeto extraño que tenía en la cabeza, parecía tela.

Fue remitido al Hospital San Ignacio e internado en la unidad de cuidados intensivos. El centro médico durante las 48 horas siguientes emitió siete comunicados informando sobre el estado de salud del joven estudiante. 

En pocas horas pasó de comunicar a la opinión pública que estaba estable a indicarse que había llegado con paro cardiorespiratorio, pero que tras la atención médica había sido posible la reactivación de sus signos vitales.

“Tiene un trauma craneoencefálico penetrante”, advirtió uno de los médicos tratantes, Juan Manuel Martínez quien informó que estaba con soporte de ventilación mecánica y cardiovascular.

Así continuaron los comunicados hasta el número siete cuando el hospital advirtió que Dilan se había agravado y había entrado en un estado crítico irreversible. Horas después murió, ante el desconsuelo y los reclamos de quienes advirtieron que las marchas eran pacíficas y acusaron al Esmad de excederse en el uso de la fuerza.

Ahora, oficialmente, se conocen las causas de su muerte. La directora de Medicina Legal, Claudia Adriana García Fino, informó el resultado de la necropsia practicada al cuerpo de Dilan Cruz. “La muerte del joven es secundaria al trauma craneoencefálico penetrante ocasionado por munición de impacto disparado por arma de fuego, lo cual ocasiona severos e irreversibles daños a nivel de encéfalo”.

Con respecto al estudio balístico realizado por la entidad, se estableció que “era un cartucho de carga múltiple, munición de impacto, tipo “bean bag”, disparado con un arma de fuego, tipo escopeta, calibre 12”. La munición corresponde a una bolsa de material textil que contiene perdigones de plomo, según se estableció en el dictamen.

Dilan Cruz


Atendiendo el reporte, la Fiscalía continuará con la indagación bajo la premisa de muerte violenta por homicidio. Aunque penalistas hoy cuestionan que la entidad forense hubiera violado la reserva del dictamen, así como el hecho de haber determinado el deceso del joven como homicidio, una manifestación que solo es competencia de la Fiscalía.

En el informe también se estableció que no hubo alteración de la munición y que corresponde a la original en su fabricación, lo que excluiría los señalamientos que indicaban del uso de un arma ilegal o manipulada. Algunos abogados penalistas, como Jesús Albeiro Yepes aseguraron que el agente del Esmad deberá ser procesado por la Justicia Penal Militar pues actuó en ocasión a su servicio.

A su vez, su hermana y su madre, a través de un video y una carta, pidieron públicamente que la muerte de Dilan no sea utilizada para generar más violencia.

De él quedan sus recuerdos, sus palabras y sus sueños. Le gustaba escuchar, por eso a algunos de sus amigos cercanos, había manifestado su deseo por estudiar sicología. Creía que uno de los grandes problemas de la gente era que no sabían escuchar ya que solo se preocupaban por hablar.

Era melómano, le gustaba la salsa, en especial una canción del denominado Pavarotti de este género, Tito Nieves. Fabricando Fantasías, aquel tema musical del año 2004, escrita en honor a Hommy Nieves, el hijo del artista que perdió una batalla contra el cáncer. Esa era una de sus canciones preferidas. De hecho, tenía una frase que definía su conexión con la música, “no dejes que los malos recuerdos arruinen tus canciones favoritas”.

Siempre se mostró en contra del Esmad. El 20 de enero de 2017 posteó en sus redes un video de la congresista Ángela María Robledo en la cual se cuestionaba el escuadrón antidisturbios y se polemizaba con un interrogante ¿Esmad con licencia para matar?. Hoy algunos creen que fue premonitorio.

Para esa época, eran constantes sus reflexiones sobre la cotidianidad y la vida aunque apenas tenía 16 años. “Todos en esta vida son pasajeros” o “son tiempos difíciles...pero cuándo han sido fáciles”.

Le encantaban las bromas, hacerlas y que se las hicieran. En una ocasión le regaló un ponqué a uno de sus amigos y este lo posteó en sus redes con una frase que causó risa en todos, “detalles que enamoran”. Dilan, no tuvo inconveniente en responderle jocosamente, “no se le puede regalar nada porque se encacorra” jajaja. Todos rieron.

Desde su adolescencia resultó un joven interesante para las niñas, quienes no dudaban en enviarle mensajes, “Dilan. Te amo amigo. Lo más lindo” le dijo Valentina Rodríguez; “sus ojos” afirmó María Alejandra. “Bueeena Bebé, te adoro. pero debería como charlarme” le escribió Natalia Cárdenas. “Te amo solo a ti, solo mío” indicó Ana María.

Todos lo quisieron y todos lo quieren. Sus amigos, mantienen su recuerdo vivo a través de los mensajes, “Descansa en paz mi hermano, es triste saber que a veces no hay segundas oportunidades (aún no era tu hora) buen viaje”, dijo su amigo Wilson Corredor, tras su funeral.  

Collage Dilan


Melisa, quien no ha parado de escribirle, “no tengo palabras, me quedo corta y con mucho dolor por tu partida, pero donde estés no te aparto de mí (…) Gracias por ser quién fuiste y seguirás siendo en mí. Te quiero y te recuerdo para toda mi vida”.

También su amigo Nicolás Rodríguez, “Perdón por fallarte, Bro. Gracias por hacer parte de mi vida, mil gracias por todos estos momentos felices y geniales que compartimos, siempre estarás en mi corazón, Bro”.

Hace apenas unas horas, su mejor amiga Melissa recibió su título de bachiller. Elevó una hoja tamaño carta con un mensaje que se ha repetido en las ceremonias de grado de varios colegios “Por Dilan, que no pudo estudiar porque lo asesinó el Estado”. Horas antes, le envió un mensaje a su compañero inseparable, “Son las tres de la mañana y este golpe pega más fuerte, me niego y soy incrédula a tu ausencia, te siento aún con todos nosotros”

En su colegio, en su barrio, en su grupo de amigos, todos lo extrañan, sobre todo su risa eterna; como en una frase que escribió explicando una de sus fotografías, “la carita fea, pero el corazón radiante”, así se describía Dilan. Le gustaba alegrarle el día a los demás destacándole sus cualidades.

“Vueltos mierda, pero con ganas de estudiar, salir adelante y ser muy grande” era el anhelo de Dilan, así lo escribía, así lo quería.

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