Luego de un poco más de un mes sin actividad por la pandemia del Covid-19, el fútbol profesional colombiano empieza a renacer. El trabajo conjunto de Dimayor, la Federación Colombiana de Fútbol, los aportes conceptuales de varios dirigentes de clubes y el asesoramiento de un grupo de canadienses, derivaron en la culminación de un plan para reiniciar la liga a puerta cerrada con fecha tentativa el próximo mes de junio. Una iniciativa que será presentada para aprobación del gobierno nacional en las próximas horas.
Mientras el mundo y el país siguen trabajando para contener el virus que deja más de dos millones de contagiados y 120.000 muertos en el orbe, dirigentes del fútbol profesional colombiano, comenzaron a estructurar el plan para reactivar una actividad que como todas se vio paralizada por el coronavirus.
Una iniciativa que surge en momentos que en Colombia las cifras muestran a este miércoles en la mañana 2.979 contagiados en el país, 127 muertes y 354 pacientes recuperados. Estadística que ha generado el pronunciamiento del ministro de Salud, Fernando Ruíz, quien señaló que la curva de la pandemia local se empieza a aplanar.
Todo comenzó con la idea conjunta de Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor, que agrupa a 36 clubes de fútbol y Ramón Jesurún su homólogo en la Federación Colombiana de Fútbol. Inquietos por la situación y receptores de la inconformidad de la dirigencia deportiva expresaron su preocupación por la parálisis de una actividad que genera cerca de 25.000 empleos directos e indirectos.
El entorno no ha sido nada fácil. Mientras Vélez capoteaba los embates de un sector minoritario de dirigentes del Cúcuta, Patriotas y Atlético Huila que arrastraron a otros de clubes pequeños para requerir recursos ante la crisis, Jesurún vivía su propio viacrucis; la investigación administrativa que adelanta la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, por la venta de boletas al mundial de Rusia 2018.
Un caso qué, aunque aún no culmina, revirtió, porque ahora tanto el Consejo Superior de la Judicatura como la Fiscalía investigan a funcionarios y exfuncionarios de la entidad, quienes no habrían permitido al directivo y a otros miembros del Comité Ejecutivo de la Federación, aportar pruebas determinantes para su defensa.
En este contexto, la situación no era fácil. El mundo y el país bloqueado por el Covid-19, dirigentes opositores y ávidos de amortiguar la crisis financiera de los equipos y funcionarios de la SIC al acecho. Además, la expectativa malograda del inicio de las eliminatorias ante Venezuela en Barranquilla y Chile en Santiago, el 26 y 31 de marzo pasados.
Un entorno que se agravó, el pasado 13 de marzo, cuando Dimayor, Federación y dirigentes de clubes tomaron la decisión de suspender el campeonato. “Todas las competencias organizadas por la Dimayor, se suspenden de manera temporal. Se estará evaluando la situación de manera diaria y siguiendo las directrices estipuladas por el gobierno nacional”, afirmaron en un comunicado público.
Para ese momento, en Colombia se registraban 13 contagios de Covid-19 y ninguna muerte. Por ello, el presidente Iván Duque tomó las primeras medidas. Declaró la alerta amarilla y prohibió eventos públicos superiores a 500 personas.
Como en sectores del turismo, la vivienda, el transporte, el comercio, los bares y restaurantes, el fútbol profesional empezó a acrecentar su déficit. Según registros de la Superintendencia de Sociedades, en 2018, los clubes perdieron cerca de $58.600 millones. Una cifra similar, que seguramente aumentará para 2019, pero que no se pudo consolidar porque la superintendencia y las cámaras de comercio ampliaron los plazos para entregar los estados financieros a los clubes hasta mediados de este año.
Entonces Vélez y Jesurún, tenían dos alternativas, esperar la evolución de la pandemia o empezar a buscar las primeras soluciones a una crisis que no da tregua. Optaron por la segunda alternativa y al igual, que lo están haciendo directivos en España, Italia, Alemania e Inglaterra, comenzaron a diseñar un plan de choque para reanudar el fútbol profesional en Colombia.
Según el plan, que se construyó por los dirigentes y fue mencionado a altos funcionarios del gobierno, conocido por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, contiene como aspectos esenciales, el protocolo de salud, técnico, plan de mercadeo y de financiamiento a los clubes profesionales.
En cuanto al primero, parte de la base que ante las dificultades que existen en el país para la realización de pruebas, la Dimayor y la Federación asumirían directamente la realización de las mismas. En este sentido, se definiría si se hacen test moleculares o pruebas rápidas.
Al respecto, las pruebas se efectuarían por parte de profesionales, previamente autorizados por el ministerio de Salud y contratados por las entidades rectoras del fútbol, con el apoyo de sus cuerpos médicos, a los jugadores, técnicos, cuerpo asistencial y árbitros, como una primera fase. Ello, “con el propósito de determinar su estado real de salud”, comentó una fuente directiva.
Registros del Instituto Nacional de Salud, dan cuenta que hasta ahora, la comunidad deportiva ha respetado las normas emanadas por el gobierno nacional y ningún futbolista tiene Covid-19. A ello se suma que equipos como Atlético Nacional, Deportivo Cali o Millonarios, para citar algunos casos, están haciendo actividades virtuales con miras a mantener estándares básicos de entrenamiento de sus jugadores.
Con una ventaja adicional y es que los futbolistas por su condición de deportistas de alto rendimiento, juventud y buenos hábitos, se encuentran en situación y rangos de edad que hacen menos probable su afectación al virus, argumentaron médicos consultados.
Una vez se certifique la condición médica de los equipos, el protocolo establece los mecanismos de contacto y desplazamiento de los futbolistas. En este sentido, existe un esquema estricto para que los deportistas se desplacen a sus casas, a los entrenamientos y a los estadios.
Al respecto, de acuerdo a lo que apruebe el gobierno nacional y partiendo de la base inmodificable que los partidos serán a puerta cerrada, se propone continuar con el campeonato regular, pero mediante convenios con aerolíneas para el transporte de las delegaciones a las diferentes ciudades mediante el cumplimiento de estrictos protocolos sanitarios.
Así las cosas, siempre con el aval del gobierno y sin afectar las disposiciones legales, insisten los directivos, que no se pronunciarán oficialmente hasta que no se entregue la propuesta, se podría culminar con el calendario aplazado, definir los cuatro finalistas y decidir el campeón del primer torneo de 2020. Frente al segundo torneo, lo que se plantea es un ajuste de calendario de acuerdo con la evolución de la pandemia.
Otro aspecto fundamental que contiene la propuesta es el plan de mercadeo. Al respecto, tanto Dimayor como Federación ya estructuraron en el inmediato plazo una serie de alternativas a fin de promover la actividad. Estas incluyen actividades virtuales, promociones a través de diversos canales digitales y merchandising.
La Agencia de Periodismo Investigativo, API, conoció que los directivos del fútbol ya evidenciaron, de manera extra oficial las alternativas a diversas autoridades nacionales, quienes se mostraron receptivas a la iniciativa. Precisaron que todo depende de la evolución de la etapa de mitigación de coronavirus en el país y están a la espera de la entrega de la propuesta a la Casa de Nariño que se efectuará en el transcurso de la semana.
A ello se suman las gestiones financieras que está efectuando la Dimayor para darle mayor liquidez a los clubes profesionales. En cuanto a la banca privada, el banco Serfinanza, desde hace varios días empezó a recibir documentación de los clubes con el propósito de otorgar créditos a mediano plazo. Frente al sector público se adelantaron gestiones con la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter, pero no fue posible avanzar porque la entidad está enfocada en auxiliar a otros sectores de la economía priorizados por el gobierno.
No obstante, la alternativa que se empieza a explorar es Bancoldex. Como se sabe esta es una banca denominada de segundo piso, es decir, presta a los bancos para que ellos a su vez otorguen créditos al público y a las empresas. No obstante, esta semana, el gobierno nacional expidió nuevas instrucciones y determinó que va a actuar como banca directa. En otras palabras, prestando recursos a pequeñas y medianas empresas, pyme y a personas naturales.
Registros oficiales dan cuenta que los equipos de fútbol por su actividad e ingresos son considerados como pequeñas y medianas empresas, por lo cual podrían acceder a préstamos de la banca pública. De igual forma, el ministerio de Hacienda, destinó hace pocos días $70 billones al Fondo de Garantías de Instituciones Financieras, Fogafín para dar flujo de caja y respaldar con créditos a diversos empresarios en dificultades por la pandemia.
Un plan integral de acción para reactivar el fútbol profesional colombiano que cuenta con el apoyo de un grupo de expertos canadienses en asuntos médicos, técnicos y asistenciales. “La idea es que se implemente la liga en Colombia y se vuelva piloto en América Latina”, resaltó un dirigente deportivo quien pidió reserva de su nombre.
Un aspecto adicional contempla la propuesta. El denominado aislamiento inteligente que contempla reactivación escalonada de la economía planteado en los últimos días por el presidente Iván Duque. En este sentido, la iniciativa indica que con los partidos a puerta cerrada se reactivaría un sector de la economía, el de las apuestas deportivas en línea.
Cifras de la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar, Feceazar, reflejan que las 18 empresas del sector registraron en 2019 ingresos por $5.4 billones, con un crecimiento de 300% con respecto al año anterior. Una actividad con 10 millones de clientes potenciales que deriva en mayores recursos para el sector de la salud, los clubes profesionales y la Selección Colombia.
La iniciativa de la Dimayor y la Federación hace otra consideración hasta ahora desconocida frente al entretenimiento y fomento de la unidad familiar, en momentos de confinamiento. Cifras del Observatorio Colombiano de las Mujeres, organización adscrita a la Vicepresidencia de la República, dan cuenta que las denuncias por violencia intrafamiliar se han incrementado en un 79% durante la cuarentena.
Para citar un referente estadístico, en solo diez días de aislamiento se registraron 1.011 llamadas denunciando violencia intrafamiliar, para un promedio de 101 por día. De igual forma, las comunicaciones a la línea Púrpura de la Secretaría de Salud de Bogotá se incrementaron en un 211%. Por ello, expertos indican que el fútbol podría contribuir a reducir las cifras de maltrato, especialmente a mujeres y niños.
Estadísticas de la Fiscalía conocidas en las últimas horas, muestran que en el periodo de aislamiento se recibieron en el ente acusador 3.069 denuncias por violencia intrafamiliar y se registraron 19 asesinatos de mujeres a nivel nacional.
La propuesta para reanudar el fútbol profesional colombiano estará en la cancha de la Presidencia de la República en las próximas horas. El gobierno deberá determinar si el plan de la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol contribuye a atenuar de alguna forma los devastadores efectos del Covid-19 y hacer parte de la reactivación de un sector importante para el entretenimiento y la economía.