La realización del concierto de Luis Miguel, ‘México Siempre’, prevista para el próximo 16 de marzo en el estadio El Campín, día en el que también está programado el clásico Millonarios-Santa Fe, está en vilo. Mientras que el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte, IDRD, dio vía libre al evento musical y le solicitó a la Dimayor, excluir el partido del calendario de la Liga Águila, Enrique Camacho, presidente de Millonarios, sostiene que no se puede hacer en otro escenario por los abonados y porque es el partido más importante del campeonato del primer semestre, en materia económica. A su vez, la Dimayor se ha ratificado en que el estadio no se puede utilizar para el concierto y porque no hay fechas disponibles. Mientras tanto, los seguidores del artista siguen comprando boletas al evento organizado por la empresa Ocesa Colombia.
El enredo surgió cuando el empresario del artista inició la promoción del concierto. Inicialmente, señaló que se haría en el Movistar-Arena. Pocos días después cambió el escenario, al estadio Nemesio Camacho El Campín, un asunto que empezó a prender las alarmas, porque nadie se explicaba el por qué del cambio a un escenario con una capacidad cercana a las 36.000 personas, cuando en algunas ciudades de Estados Unidos, su natal México y otros países, el cantante ha venido haciendo su show en escenarios con un aforo inferior a las 15.000 personas.
Las alertas se prendieron no solo en el sector del espectáculo y entre los fanáticos del artista, también en las propias autoridades deportivas, principalmente en uno de los afectados, la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor. Sus directivas se enteraron, a través de los promocionales, que se realizaría un concierto en el estadio el mismo día del clásico capitalino y sin que nadie les hubiera consultado como ordena la norma.
Inquietos por la situación, el pasado 20 de noviembre, la Dimayor, dirigió una carta a Orlando Molano Pérez, director general del IDRD, en la que evidenció su preocupación por la realización del concierto sin tener en cuenta la programación oficial del fútbol colombiano. “Consideramos que tal decisión no puede corresponder a una facultad unilateral del IDRD y que se debió articular previamente con los clubes que ofician de local en el estadio El Campín y la Dimayor encargada de organizar y promocionar los eventos oficiales del fútbol profesional en Colombia y que, en consecuencia, requiere del estadio para realizar en él eventos deportivos para los cuales está diseñada dicha infraestructura”, informó Iván Novella, gerente deportivo de la Dimayor.
Facsimil de la carta enviada a Orlando Molano, Director del IDRD por parte de la Dimayor
En la comunicación, el directivo explicó que la programación del concierto para la fecha prevista afecta el desarrollo del semestre al argumentar que al efectuarse la Copa América en Brasil la planificación de los campeonatos es restringida para mover partidos. De igual manera, indicó que no hay espacio suficiente para realizar aplazamiento de partidos, en razón a que el montaje y desmontaje que implica un concierto, requiere varios días y los equipos no tendrían escenario para disputar los partidos. Novella va más allá, y recuerda que la Dimayor el año pasado cambió el calendario para permitir el concierto de Bruno Mars, pero este evento hizo retrasar el final del campeonato al punto que se generó una huelga de jugadores. Por eso, indicó que esta situación no se puede volver a repetir, al tiempo que, solicitó al IDRD darle prioridad a la programación deportiva y hacer el concierto para el segundo semestre en donde hay más espacio.
Ocho días después, la Dimayor recibió una respuesta tranquilizadora. Iván Darío González Cuéllar, subdirector técnico de parques del IDRD, señaló que efectivamente, Ocesa Colombia, organizadora del concierto, solicitó el 14 de noviembre reserva del estadio. Así mismo, la entidad Distrital le informó al empresario que para reservar el escenario debía contar con la programación del fútbol para no interferir con los partidos nacionales o internacionales y ratificó que les había comunicado que: “si no se cuenta con la reserva del IDRD no se debe promocionar el evento comprometiendo el escenario”. En este mismo sentido, González Cuéllar le indicó a la Dimayor que requeriría a la firma Ocesa, a fin de obtener explicaciones de porqué estaba promoviendo el evento en el estadio, sin contar con la autorización por parte del IDRD para el uso del mismo.
Facsimil de la respuesta enviada por parte del IDRD a la Dimayor
Vino entonces la gambeta administrativa. Apenas una semana después la Dimayor recibió una nueva comunicación, en otro sentido. El mismo funcionario Cuellar indicó que la reserva solicitada por la firma organizadora del concierto Ocesa, fue recibida con anterioridad a la proyección del calendario del fútbol profesional. Por esta razón avaló el evento al considerar que es relevante para la ciudad el desarrollo de la actividad cultural. En otras palabras, argumentó, que como Santa Fe y Millonarios no tienen compromisos de carácter internacional es viable la realización del concierto el mismo día del clásico capitalino y por lo tanto señaló, “solicitamos se excluya estas fechas dentro de la programación oficial del fútbol profesional colombiano para el año 2019”.
Facsimil de la carta en donde el Subdirector Técnico de Parques, Iván Dario González, avala el concierto
Pasaron las festividades de fin de año y las boletas siguieron en venta. La definición del escenario para realizar el evento siguió en el limbo. No obstante, la respuesta al conflicto, según expertos consultados por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, está en la ley. La normatividad que regula los espectáculos públicos y las artes escénicas es la 1493 de 2011, en la que se establece, entre otras, los escenarios habilitados para este tipo de espectáculos culturales y se limita el uso de estadios o escenarios deportivos a máximo una vez al mes y con una duración inferior a cuatro días, esto bajo la condición según lo señala el parágrafo del artículo 15, “el evento no interferirá con la programación de las actividades deportivas que se tengan previstas en dichos escenarios”.
Ahora, el balón está en la cancha de Millonarios. La razón es que oficia como local y le corresponde los dineros de la taquilla. Al respecto, Enrique Camacho, presidente del club capitalino reiteró a esta Agencia que el partido se debe hacer en El Campín. “No lo podemos hacer fuera de este, porque tenemos más abonados que la capacidad del estadio de Techo. Además, es el partido más importante del campeonato del primer semestre desde el punto de vista del ingreso económico. Es bueno recordar que la Dimayor dijo que no estaba disponible y el Distrito debe respetar la propiedad de ley que es para espectáculo de fútbol”.
Al respecto, Juan Andrés Carreño, presidente de Santa Fe, señaló que desea que el clásico se juegue en El Campín en la fecha prevista, pero para lograr convivencia de todos los actores hay que buscar fórmulas de concertación, sin embargo, ante el problema planteado en el sentido que no hay fechas disponibles, el directivo fue enfático en afirmar, “entonces les toca buscar otro escenario para el concierto”.
A su vez, Jorge Enrique Vélez, presidente de la Dimayor, en diálogo con esta Agencia, reiteró que se le había advertido al director del Idrd de la imposibilidad de modificar la fecha del partido y por lo tanto no se podía utilizar El Campín en esa fecha, entre otros aspectos, porque con la celebración de la Copa América era imposible replantear el calendario. "Hoy, voy a enviar una comunicación al alcalde, Enrique Peñalosa y la personería de Bogotá, Carmen Castañeda, para que inicien una investigación porque el Idrd estaba advertido.Nosotros no vamos a ceder. Nosotros jugamos el partido ese día".
Lo paradójico del asunto es que hace tres meses, el pasado 29 de septiembre, se inauguró con bombos y platillos el primer escenario para eventos y espectáculos en la capital del país, el Movistar-Arena. La remodelación y adaptación del antiguo coliseo, construido en 1972, tuvo un costo de $80.000 millones y su financiamiento se derivó de una Asociación Público Privada, APP, en la que participaron la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través del Instituto para la Recreación y el Deporte, IDRD, y el sector privado. Cuando se pensaba que con este escenario se había resuelto la disputa por la realización de conciertos en escenarios deportivos, la disputa vuelve a cobrar vigencia.
Así las cosas, el promocionado concierto de Luis Miguel en Bogotá, está en entredicho. La venta de boletas continúa. El tema lo está manejando la Dimayor con la Alcaldía de Bogotá, bajo el entendido por parte de la entidad que agremia los clubes profesionales que el estadio no se puede utilizar para el concierto. En el entre tanto, un poco más de 10.000 personas ya tienen su tiquete de entrada para ver al ídolo mexicano que recobró vigencia gracias a una serie basada en su vida.