El lateral del Atlético Madrid y la Selección Colombia de fútbol, como en la cancha, no solo se defiende, también ataca. Santiago Arias Naranjo, a través de su abogado, acaba de responder la demanda civil que le interpuso, a finales de diciembre, el empresario Arieh Guberek, quien con un contrato de dos páginas, asegura que el futbolista, le cedió desde 2011 el 50% de sus derechos deportivos. Un acuerdo incumplido, que según el exrepresentante del jugador, lo obliga a que le pague US$3 millones, dentro de un proceso en que además, solicitó a un juez el embargo de dos propiedades que tiene el defensa, en Neiva, (Huila).
Mediante un documento de 15 páginas y cerca de 300 anexos, en poder de la Agencia de Periodismo Investigativo, API, y entregado al juzgado civil, el futbolista, no solo se fue lanza en ristre con su antiguo empresario, al intentar desmentir los argumentos de la demanda, sino que evidenció que el caso ya es de conocimiento de la Fiscalía con graves señalamientos de connotación penal contra Arieh Guberek.
Son cuatro los argumentos esenciales con los que Santiago Arias quiere demostrar que su antiguo aliado no tiene la razón. En primer lugar, fue enfático en señalar que el empresario Guberek fuera su representante. También puso en entredicho la legalidad del contrato y ratificó que es nulo. Pero además de contestar la demanda, le pide una devolución de parte de lo que le pagó mediante un procedimiento jurídico conocido como reconvención. En otras palabras, contrademandó a Guberek y por el contrario, le está pidiendo que le reintegre los 250.000 euros que le giró por la transferencia al club Sporting de Portugal.
Tanto en respuesta a la demanda de Guberek y en la contrademanda, el futbolista sostiene que la causa como el objeto del acuerdo que suscribieron las partes, no fueron lícitos. Evidencia que el contrato que aportaron a la demanda ante el juzgado 41 civil del circuito, es una fotocopia y asegura que es inadmisible que se pactó la cesión de derechos denominados personalísimos que la ley no permite. A ello fundamenta, que no se establecieron obligaciones recíprocas y por lo tanto la defensa del futbolista sostiene que se trata de un contrato nulo.
Con respecto a otro de los asuntos estructurales del litigio, su paso a otros equipos del exterior, Arias aclara que el empresario Guberek sabía que la obligación establecida en el contrato de informar la transferencia nacional o internacional y por ende de pagar ese valor que califica de exhorbitante, finalizó con la transferencia al equipo Club Sporting Sad de Portugal, pues el contrato establecía “una transferencia” y no de todas, a perpetuidad.
Frente a los argumentos de la contraparte sobre la falta de reconocimiento de terceros sobre sus cualidades futbolísticas, Arias rechaza los planteamientos jurídicos de la demanda y recuerda que para la fecha en la que firmaron el contrato, tenía apoyo constante del gremio futbolístico, gracias a sus condiciones deportivas.
Otro de los puntos en discusión son las fechas, transferencias y autenticidad de algunos documentos. Al respecto, la defensa del futbolista indica en su dossier probatorio que si bien es cierto que Guberek, recibió el pago por la transferencia realizada al Club Sporting Sad de Portugal, siempre se abrogó la calidad de agente o intermediario del lateral sin serlo, “ya sea con la suscripción del contrato del 20 de Mayo de 2011 y luego con el apócrifo entregado y registrado a la Federación Colombiana de Fútbol, sin fecha y con plazo de inicio el 1 de julio de 2013”.
Respecto de su paso posterior al fútbol holandes, Arias Naranjo también detalló que el contrato con el club PSV Eindhoven se suscribió porque nombró como su nuevo mánager a Javier Abad Lopez, quien hizo parte del Grupo Internacional de Agentes certificado por la Fifa.
En lo que tiene que ver con las participaciones del futbolista con el combinado nacional, Santiago Arias, argumentó en su escrito jurídico que no se ajusta a la verdad, ni a la ley contractual o laboral que su contrato se hiciera extensivo a la convocatoria a la Selección Colombia. Según la defensa, las consideraciones que se tienen en cuenta son las capacidades deportivas y no el trabajo de los agentes que bajo ninguna circunstancia influyó para que Arias fuera convocado por los seleccionadores nacionales, especialmente, José Pekerman.
El disgusto de Santiago Arias y su abogado por el litigio es evidente. Al punto que lanzó fuertes acusaciones contra Arieh Guberek. Dice, que a través de terceros, siempre estuvo al acecho de si firmaba o no, determinados contratos, con el ánimo de interpretar a su acomodo los acuerdos celebrados entre el futbolista y los clubes y así, “hacer creer tener derecho al éxito del demandado en la suscripción de las transferencias...”
Hasta aquí los argumentos más relevantes en la respuesta al juez civil por la demanda que interpuso el mánager Guberek. En contraste y de manera paralela, Arias también lo contrademandó. En esta solicitó que se declare la nulidad de la obligación del jugador del Atlético de Madrid de pagar el 50% de los derechos deportivos, económicos y de transacción, de una transferencia nacional o internacional del deportista contenida en el contrato suscrito el 20 de mayo de 2011 y como consecuencia, su exrepresentante restituya la suma de 250.000 euros que el futbolista le pagó por dicho contrato.
En la contrademanda, Arias también solicitó la nulidad de los pagos efectuados por su transferencia al Sporting Clube de Portugal Sad por el cual Guberek le debe devolver $614 millones. Ello al considerar que le giró estos recursos de más cuando la ley establece que para este tipo de contratos que son a título gratuito, es decir, de donación, requería autorización previa por parte de un juez o notario, cosa que no se hizo.
Otra petición al juez que hace la defensa del deportista es que declare que se ha terminado el contrato de cesión de derechos a título gratuito, celebrado entre las partes, y en consecuencia se declare que el empresario no tiene derecho a obtener ningún pago por la transferencia al club portugues.
Si bien Arias reconoce que suscribió un contrato con Guberek, el 20 de mayo de 2011, el futbolista afirma que siempre tuvo la libertad de firmar convenio de transferencia con quien quisiera y como quisiera. Con ello, argumenta que jamás tuvo una subordinación con su empresario. Precisa también que el contrato que firmaron las partes era únicamente para una transferencia y que no implicaba las que se hicieran a futuro.
En el contragolpe judicial el deportista también le hace una extensa explicación de los hechos al juez del caso con detalles relevantes. Por ejemplo, que “ante la Federación Colombiana de Fútbol se depositó un contrato de representación espurio suscrito entre Arieh Guberek y Santiago Arias con plazo de 24 meses contados a partir del primero de junio de 2013 al 30 de junio de 2015. La información del citado contrato fue expuesta por la Federación en respuesta del 12 de abril de 2019 ante un derecho de petición realizado por el abogado de Santiago Arias”. En consecuencia, el futbolista dice que denunció ante la Fiscalía a Guberek porque, según él, no suscribió dicho contrato. Además, mostró su extrañeza del porque no incorporó copia de este en la demanda que interpuso.
En otras palabras, la defensa de Arias señala que “en el afán de perseguir el demandante al demandado en su éxito como futbolista recurrió a contrato espurio que fuera entregado en la Federación Colombiana de Fútbol, el 9 de junio de 2013”. Es más, el asunto tiene palabras mayores por que se afirma que el pago de 250.000 euros que hizo a Guberek por la transferencia al club de Portugal es una cifra exhorbitante, según el demandado, lo que constituye un enriquecimiento sin causa por parte del empresario.
De igual forma, se solicitó al juez que no incorpore dentro del proceso el contrato de imagen del deportista desde 2014; el vigente con el Atlético de Madrid; el reporte de la Dian y el contrato con la Federación de Futbol, al argumentar que los derechos de imagen solo le pertenecen al jugador y lo demás no tiene relación con el proceso.
Pero el futbolista fue más allá. Solicitó al juez llamar a un interrogatorio al empresario Guberek para que explique todas sus actuaciones dentro del caso. Con un as bajo la manga y es que relató que han pasado más de siete años desde que se suscribió el convenio entre las partes y solo hasta finales del año pasado, el empresario, presentó la demanda, por lo tanto, la acción está prescrita y no hay lugar a pago alguno.
El caso Arias avanza ante la justicia civil. El empresario presentó la demanda en diciembre. Luego solicitó el embargo de los dos predios de Arias en Neiva. Ahora, el futbolista no soló respondió la causa civil sino que contrademandó a Guberek en el mismo proceso y lo denunció en Fiscalia. En pocas semanas, la juez los convocará a una audiencia para empezar a escuchar a las partes, practicar las pruebas y dictar sentencia.