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Grupo Planeta adquiere universidad inspirada en Álvaro Uribe

El emporio español compra Elite, una institución universitaria que hace ocho años conformaron socios uribistas y que buscaba expandir su pensamiento. Estuvo investigada por el Ministerio de Educación. La entidad asegura que reúne una comunidad que aspira a ser una élite emprendedora que transforme a Colombia.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Este fin de semana, el grupo editorial Planeta de España, hizo un anuncio oficial. El emporio empresarial del mundo de los libros, que ha diversificado sus actividades a la industria audiovisual y al campo de la formación, comunicó la compra de la Universidad Elite de Bogotá. 

Un negocio que tiene como antecedente que fue esta la institución educativa que miembros del uribismo constituyeron en 2011 con el propósito de replicar los postulados del expresidente y actual senador Álvaro Uribe, quien durante los primeros años junto con sus hijos Tomás y Jerónimo fueron conferencistas de Elite. Una universidad que además estuvo investigada por el Ministerio de Educación.

Según informó públicamente, José Creuheras, presidente de la organización, tiene como una de sus líneas estratégicas de expansión de sus negocios, la formación académica, por ello adquirió la Universidad Elite de Bogotá, un centro de estudio que funciona en sedes físicas y a través de Internet. Según el directivo, Planeta está presente en Latinoamérica desde hace 50 años y considera que este es uno de sus mercados naturales. 

Un proceso de diversificación que incluyó la adquisición de escuelas de formación en Roma, Madrid, Marruecos y París. A ello se suma, que Planeta firmó un convenio con Netflix para que las series “La casa de papel”, “La casa de las Flores” y “Elite”, se publiquen en libros. 

De igual forma, la compañía adelanta gestiones para creación de la mayor productora audiovisual del mundo hispano y la apertura de 10 nuevas librerías en los próximos dos años. Actividades que se soportan en una facturación que al cierre de 2018 llegó a los 1.800 millones de euros, utilidades significativas y considerable reducción de sus deudas. En el caso de la compra de la universidad Elite, no se conoció el montó de la transacción, pero se estima que fue por varios millones de dólares.  

José Creuheras Planeta


Los negocios más significativos de Planeta en Colombia se produjeron en el año 2007 cuando el grupo editorial adquirió el diario El Tiempo con la expectativa además de obtener el tercer canal de televisión privada que finalmente no se adjudicó. Posteriormente, en 2012 vendió el periódico al banquero Luis Carlos Sarmiento y mantuvo su participación en el mercado de libros en el país. 

Justamente, en el escenario de esos negocios es que dos alfiles del uribismo tomaron relevancia en los negocios de Planeta. José Obdulio Gaviria asumió como columnista en el periódico y su hijo fue designado como editor de la editorial. Y fue por esos años que surgió la idea de crear una universidad que siguiera los postulados del expresidente Álvaro Uribe.  

Así las cosas, El 19 de diciembre de 2011, tres entrañables amigos empezaron a consolidar un modelo pedagógico con el propósito de afianzar algunos postulados del expresidente y senador Álvaro Uribe. Se trataba también de entregar a la comunidad académica un nuevo proyecto de innovación educativa.

Por videoconferencia, desde Nueva York, Rafael Montoya Vélez, hijo del exdirector del Sena Darío Montoya, un uribista purasangre; en Metz (Francia) Pierre Padilla, un consultor en competitividad y en Bogotá Jesús Guerrero Hernández, dueño de Servientrega, quien puso un cdt de $1.200 millones, dieron vida comercial a lo que hasta ese momento era solo una idea.

Así nació la Escuela Latinoamericana de Ingenieros, Tecnólogos y Empresarios (Elite). Una institución universitaria que, según sus principios, busca líderes para la innovación, el emprendimiento y el sector productivo del país. Sin embargo, en 2016, cinco años después de su creación, comenzaron los problemas, porque el Ministerio de Educación Nacional ordenó la apertura de investigación administrativa por manejo de información financiera.

Universidad Elite


Para ese momento, Elite funcionaba en dos sedes. Una en el sector de Teusaquillo, cerca del centro de Bogotá, y la otra en el barrio Cedritos, al norte de la capital. Esta última funciona en un edificio gris, de aspecto nuevo y varios pisos, ubicado en la concurrida calle 140 con carrera 18. Allí funciona la sede principal compuesta de modernos salones y un amplio auditorio en donde reconocidos líderes del uribismo asumieron como conferencistas en diversas áreas.

Con minuciosa vigilancia privada al ingreso, en la recepción de la institución, amables jóvenes promocionan las bondades de la institución. Ingeniería de petróleo y gas, tecnología en procesos comerciales, ingeniería comercial, tecnología en procesos industriales, ingeniería industrial, tecnología en gestión empresarial e ingeniería informática, virtual en un 100%, son las carreras que ofrecen. También hay variedad de cursos y diplomados presenciales y virtuales.

El costo por semestre de las carreras profesionales oscila entre los $6.000.000 millones y las tecnologías cuestan alrededor de los $3.5 millones. Según afirmaron en su momento, los promotores de matrículas, si el estudiante es egresado del Sena, del cual fue director Darío Montoya, otro de los principales promotores de la iniciativa y quien fuera presidente del consejo directivo de Elite, tiene un 50% de beca en la matrícula. Otro de los promotores de la sede de Cedritos señaló: “Si el estudiante es militante y demuestra que pertenece al Partido Centro Democrático, también obtiene descuento”.

La promoción de la universidad, en la referida sede, se realiza con fotografías de diversos eventos a los que han asistido miembros del denominado uribismo. Hay imágenes del senador Álvaro Uribe, de sus hijos Tomás y Jerónimo, del propio Darío Montoya, del propietario de Servientrega, Jesús Guerrero, entre otros conferencistas. Incluso el actual ministro de Defensa, Guillermo Botero, cuando era presidente de Fenalco, aportó conceptos académicos a la iniciativa. 

Al respecto, Carlos Felipe Escobar Roa, rector de Elite, señaló públicamente en febrero de 2016 que se trata de docentes que dictan la cátedra Elite. “Nosotros capacitamos con los docentes la parte teórica, pero personas como el senador Uribe les enseñan a los estudiantes su experiencia y vivencia. Son espacios en donde ellos escuchan y conocen de casos que los forman en un entorno real”.

Darío Montoya, exdirector Sena


Justamente, en ese último año, el senador Uribe dictó a los educandos la clase de liderazgo. Al alma máter acudieron Tomás y Jerónimo Uribe, quienes en su sesión hablaron de emprendimiento. Fue un conversatorio con dos actividades. Los jóvenes docentes contaron su experiencia de vida empresarial, conocida por el caso de la zona franca de Mosquera, por su empresa de artesanías Salvarte y por su compañía para negocios ecológicos Excedentes Ecoeficiencia. La segunda parte de la actividad académica fue un taller sobre emprendimiento e ideas para efectuar negocios en la capital de la República.

Otro docente de la institución fue Darío Montoya, quien se apartó de la entidad unos meses por sus intenciones de ser candidato a la Gobernación de Antioquia, objetivo que o logró. El exfuncionario dictó la cátedra 10 capacidades Elite. Allí habló desde responsabilidad social pasando por gestión de proyectos hasta liderazgo. Por su parte, el empresario Jesús Guerrero, quien afronta un millonario proceso jurídico con su hermana Luz Mary Guerrero por el control de Servientrega, es el encargado de la cátedra de emprendimiento. A ellos se suman un par de conferencistas extranjeros.

Pero la vida jurídica y académica de Elite ha tenido tropiezos. El 24 de noviembre de 2011, los directivos de la institución fueron notificados mediante una resolución expedida por María Fernanda Campo, ministra de Educación de la época, que negaba el reconocimiento de personería jurídica como centro académico. La Sala de Instituciones de la Comisión Nacional Intersectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces) detectó para ese entonces ocho inconsistencias financieras, documentales y de estatutos que motivaron la determinación.

Sin embargo, el 8 de mayo de 2012, la ministra Campo, luego de la revisión de Conaces y la subdirección de Inspección y Vigilancia del Ministerio, aprobó los estatutos adoptados por Elite en las sesiones de mayo de 2010, y abril y agosto de 2011. Con base en estos argumentos, la funcionaria decidió revocar su decisión y otorgó a Elite la personería jurídica como institución universitaria.

Desde entonces sus propietarios y directivos trabajan más para consolidar el centro académico. Luego de montar la infraestructura, inyectarle nuevos recursos de capital e iniciar una campaña de mercadeo y publicidad, la institución abrió sus puertas y desde agosto de 2014 comenzaron las actividades con 55 estudiantes de ingeniería. 

Tomás y Jerónimo Uribe Moreno


Actualmente, la Universidad Elite, ofrece seis carreras profesionales, entre ellas cuatro ingenierías, contaduría y administración de empresas. Igual número de programas tecnológicos ofrece a la comunidad académica. Con formación virtual y presencial, especialmente en la sede que ocupa hace pocos años ubicada en el sector de Chapinero, al norte de Bogotá. Con directivos que se incorporaron al proyecto, se promociona como una institución universitaria que “reúne una comunidad que aspira a ser esa élite emprendedora que transforme a Colombia”. 

No obstante, la entidad estuvo en la mira del Ministerio de Educación. En noviembre de 2015 detectó que Elite no reportó la información financiera correspondiente al año 2013. Esta es básica para hacer seguimiento al flujo de los recursos de la entidad. Por eso ordenó una apertura formal de investigación administrativa. Una determinación de la viceministra y ministra encargada de entonces Natalia Ariza. Elite presentó sus explicaciones y la investigación fue archivada, señaló uno exfuncionario del ministerio de Educación que conoció el proceso y no estuvo de acuerdo con la determinación. 

De manera adicional, esta Agencia conoció que el anuncio de la adquisición de Elite ya generó inquietudes al interior de la subdirección de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación toda vez que por su carácter de sociedad sin ánimo de lucro, las instituciones de educación superior no pueden ser sujeto de enajenación mediante contratos de compraventa. En este sentido, un experto del sector consultado señala, "que pudo suceder que el ingreso del Grupo Planeta a la institución educativa se pudo haber hecho mediante reforma estatutaria que modifique la composición del consejo directivo".

Ahora con un nuevo impulso por parte del Grupo Planeta, la universidad Elite toma un nuevo aire y se prepara para empezar a competir en las grandes ligas de la educación en Colombia. Lo que es un misterio, es si entre sus principios misionales seguirá divulgando los postulados de su inspirador Álvaro Uribe.  

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