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Dolorosa pérdida de 84.000 unidades de morfina

Por un supuesto cálculo mal efectuado por parte de unos funcionarios se botaron a la basura miles de unidades de morfina, el fármaco más usado para el dolor crónico, porque se vencieron. Entre tanto, cerca de 300 mil colombianos, muchos de ellos, de bajos recursos y en regiones apartadas tienen diversas dificultades para acceder oportunamente al medicamento.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

En los últimos meses, se volvió recurrente la denuncia de profesionales de la salud, pacientes terminales, y familiares quienes han señalado en diferentes regiones del país las dificultades para conseguir morfina y los trámites que deben hacer para conseguir el opiáceo que mitiga el dolor o permite que enfermos graves puedan morir dignamente. Paradójicamente, mientras ese clamor es frecuente, en el último año se vencieron 84.270 unidades del medicamento en cinco lotes, que le hubieran servido a cientos de ciudadanos con enfermedades catastróficas.

La pérdida del producto se originó luego de un convenio que celebraron el Fondo Nacional de Estupefacientes, FNE, y laboratorios Synthesis, con el propósito de fabricar y hacer la entrega de 280.000 frascos por 30 ml, cada uno, del medicamento morfina HCI 3%, solución oral. Una negociación por 1.255 millones de pesos, de los cuales se entregaron al fondo 270.946, una diferencia derivada de los márgenes de pérdida en la producción de la droga.

El proceso  de fabricación del producto, que es considerado de control por una legislación conocida como la ley 36 de 1939, estableció que el FNE, cumple el rol de farmacéutica estatal que además de regular este tipo de medicinas restringidas porque causan dependencia y se venden bajo fórmula médica, los importan y distribuyen, para lo cual está facultado para celebrar contratos con laboratorios. Una comercialización que el Estado delega a través de las secretaría de Salud.

Morfina

Según cifras recientes  del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Miami, más de 61 millones de personas sufren por falta de morfina y cuidados paliativos en el mundo. Un informe de la Comisión Lancet señala que con una inversión estimada anual de 145 millones de dólares se podrían cubrir las necesidades de morfina para pacientes que sufren enfermedades terminales y necesitan esos cuidados paliativos. Esta misma Comisión, al publicar su informe anual ha señalado que es estremecedor, como más del 80% de las personas que padecen dolorosas enfermedades viven en países con alto índice de necesidades básicas insatisfechas o con ingresos bajos, por lo cual acceder a la morfina es casi imposible.

En el caso de Colombia, según estadísticas del Observatorio Colombiano de Cuidados Paliativos (OCCP), en 2016, murieron 136.846 personas y de estas el 60% no tuvo la posibilidad de acceder a cuidados paliativos. Es más, para ese año, el consumo de morfina fue de menos de la mitad del promedio global. Una situación en donde departamentos como Guajira, Vichada, Vaupés y Guainía tienen menos acceso a los opioides, cifra que contrasta con otras regiones del país, como la zona cafetera o Bogotá, que teniendo un bajo consumo si se compara con los estándares internacionales también es reducido.

Otras estadísticas dan cuenta que en el país cerca de 300 mil personas requieren tratamientos con morfina. Pero las dificultades persisten. Por ejemplo, para citar solo un caso aún se recuerda como en el departamento de Santander en su momento. Omar Fernando Gómezese, director de la Clínica del Dolor y Cuidado Paliativo, del Hospital Universitario de Santander, HUS, denunció el drama de cerca de 50 pacientes que estaban en fase terminal de vida,  necesitaban la morfina pero no podían acceder fácilmente por trámites y porque había una escasez “gravísima, según lo indicó en su momento el facultativo. Una situación similar, se registró también en el departamento de Antioquia en donde varios médicos de diferentes instituciones asistenciales denunciaron la falta del producto.

En este contexto, el hallazgo del vencimiento de las 84.270 unidades detectadas en cinco lotes resultó indignante. Según documentos conocidos por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, se demostró que hubo un cálculo errado por parte de las autoridades de salud al momento de ordenar la transformación del medicamento, cuya base esencial es el clorhidrato de morfina con una pureza del 100%.

Morfina

Un análisis al comportamiento del medicamento evidenció un consumo promedio entre 2010 y 2014 de 72.135 unidades por año, situación, que según una auditoría, permite concluir que las entregas por año deberían ser por cantidades aproximadas a esta cifra promedio. Sin embargo, como se trataba de producción para dos años, era evidente que tenía que ordenarse la producción de hasta 150 mil unidades de consumo aproximadamente. No obstante, el contrato entre el FNE y el laboratorio Synthesis superó ampliamente esta cifra al elaborar 280 mil unidades. Por esta razón, la producción se excedió y generó como consecuencia la pérdida por vencimiento de las 84.270 unidades de morfina en cinco lotes.

Como efecto de los costos  y la sobreproducción de la morfina que se venció, se pudo establecer que el Estado dilapidó 747 millones de pesos. Esta información le fue remitida a la oficina de control interno disciplinario del Ministerio de Salud hace pocos meses y los funcionarios responsables del tema están incursos en un proceso disciplinario.

Al respecto, la explicación que han entregado los encargados del asunto es que “en relación con la planeación de la demanda de un producto o servicio, esta no solo obedece a la proyección de ventas con base en el promedio histórico de las cantidades vendidas durante un periodo de tiempo determinado, sino también, a otras variables, como pueden ser los incrementos o disminuciones porcentuales que se den en la demanda entre periodos… De igual forma, según datos del histórico de ventas se puede evidenciar que en el lapso 2000-2010 el incremento en las ventas del producto fue del 276.1%”.

Otra justificación que argumentan los encargados del proceso para explicar porqué se venció la morfina es que para el cálculo de adquisiciones o de productos o servicios también hay variables no controladas, como pueden ser los cambios en protocolos de uso de un producto, la disponibilidad de otros productos en el mercado sustitutos de los ya disponibles, lo que genera estimaciones distorsionadas en las proyecciones de compra de las entidades.

De la misma manera, se expuso que un supervisor reasignado del contrato ordenó suspenderlo para evitar el vencimiento de la morfina, sin embargo, esa solicitud no fue atendida por la dirección del Fondo Nacional de Estupefacientes, por lo cual se informó a la oficina de control interno disciplinario del ministerio de Salud. También se comunicó que se realizaron una serie de actividades para mejorar la rotación del medicamento y aumentar su vida útil, a través de EPS, sociedades científicas y la comunidad médica a través de reuniones y conferencias en eventos académicos para promover el uso racional del medicamento. De igual forma se presentó ante el Invima, una serie de estudios para ampliar a tres años la vida útil del medicamento.

Pese a las explicaciones del ministerio de Salud, la supervisión al proceso ratificó el vencimiento del producto y la millonaria cifra que se perdió. El asunto está en investigación. Entre tanto, miles de pacientes terminales en Colombia siguen padeciendo las dificultades de acceder al producto y buscan una muerte digna sin dolor, sin trámites y sin medicamentos que se botan a la basura por extraños cálculos en un negocio con dineros públicos.

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