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Protagonista en fuga de Aida Merlano manejó crisis del paro en Cali

El general de la Policía, William Ruíz fue separado de su cargo como director del Inpec por el gobierno tras la fuga de Aida Merlano. A cambio, fue designado por la Casa de Nariño para manejar la seguridad de Cali durante el paro. El resultado, la ciudad entró en caos y fue vandalizada. Alcalde Armitage asegura que Fuerza Pública nunca le advirtió de amenazas sobre posibles asonadas.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

La fuga cinematográfica de la senadora Aída Merlano, condenada a 17 años de prisión, generó un remezón en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec. El general William Ruíz, quien durante ocho meses fue su director general, renunció a su cargo luego de revelarse que a Merlano Rebolledo inexplicablemente se le disminuyó la clasificación de seguridad.     

Del oficial no se volvió a tener noticias, hasta el pasado 14 de noviembre, cuando su nombre volvió a causar revuelo. Diversos sectores, calificaron como un desatino que el general William Ruíz asumiera el comando de la Policía de Cali. 

Sin embargo, el secretario de gobierno de esa ciudad, Andrés Villamizar aclaró la situación frente al oficial,  “(...) el general Ruíz no asume el comando de la @PoliciaCali. Viene a apoyarnos temporalmente en la jornada del 21.” Señaló en sus redes sociales. 

Evidentemente, el oficial asumió la responsabilidad de garantizar la seguridad y el orden durante el paro nacional de este 21 de noviembre. Sin embargo, Cali, la capital del departamento del Valle del Cauca y la tercera ciudad más importante del país se sumergió en un caos desde el inicio de la jornada de protesta en horas de la mañana.

La situación no se logró controlar con eficiencia, pese a que se enviaron a Cali, tres aviones Hércules, 288 hombres del Ejército y 450 de la Policía Nacional, para apoyar el toque de queda decretado.

Zozobra, vandalismo, saqueo y un toque de queda, se convirtieron en el resumen de la jornada en esa ciudad hasta el caer de la tarde. Pero el miedo se apoderó de la ciudad horas después de iniciarse el toque de queda. Orlias de saqueadores ingresaron a unidades residenciales en varios sectores de la ciudad, entre esos el Valle de Lili. Sus habitantes, empuñaron palos, botellas y hasta armas de fuego en un intento de contener el vandalismo.

La jornada de protestas de este 21 de noviembre en el país fue histórica. La gran mayoría de los marchantes, abanderaron diversas causas para salir y alzar su voz. Desde la resolución del Ministerio de Agricultura que amplió la caza de hasta 125 toneladas de tiburón y 5.2 de aletas en seis especies, hasta el anuncio de Alberto Carrasquilla, ministro de Hacienda, de la inminente necesidad de acabar con el régimen de prima media en pensiones, es decir, aquel donde sus afiliados obtienen una pensión de vejez, invalidez o de sobrevivientes, luego de cumplir la edad establecida y las semanas de cotización requeridas.

Y es que a mediados de octubre se reveló el proyecto de ley de reforma pensional que el gobierno presentaría al Congreso. En términos generales, se trataba de acoger el modelo de pensiones chileno, adoptado en 1980 por Augusto Pinochet, es decir, eliminar el sistema de capitalización colectiva y privatizar del todo el sistema pensional. 

Con el agravante que precisamente ese modelo de sistema pensional de ahorro individual fue una de las puntas del iceberg que generaron un mes de protestas en Chile y que solo empezaron a mermar hace unos días cuando se anunció un cambio en la Constitución y el aumento inmediato de entre el 50 y el 60% de las pensiones.

Aunque esa fue una de las principales razones del paro nacional, no fue la única. El asesinato de líderes sociales, el presunto incumplimiento de los acuerdos de paz, el bombardeo que generó la muerte de ocho menores que habían sido reclutados forzosamente por disidencias guerrilleras fueron otras motivaciones.

Consejo seguridad


Otros, marcharon por razones confusas como la supuesta disminución del salario mínimo, cuando en realidad el incremento de esta remuneración para el año 2019 y el primero del gobierno de Iván Duque fue el más significativo desde 1.984, el 6% que al restarle la inflación anual fue del 2.73%.

Una causa que se confundió con la propuesta de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, de pagarle a los jóvenes el 75% del salario mínimo durante un año. Otras propuestas como la de Fenalco de implementar el pago por horas, estuvo en la baraja de motivos.

Lo cierto es que las razones fueron de toda índole y generaron que en 31 departamentos y 350 municipios los ciudadanos se apoderaran de las calles. Las protestas se caracterizaron por ser multitudinarias, diversas y pacíficas en gran parte del país hasta el despuntar de la tarde.

En Bogotá, el vandalismo se apoderó de varios puntos de la ciudad, desde conatos de incendio en inmediaciones de la Alcaldía de Bogotá y nuevamente en la sede del Icetex, hasta saqueos en corporaciones bancarias en la carrera 10 con calle 16. La localidad de Suba en Bogotá, en donde la jornada de protesta inició con algunos enfrentamientos entre protestantes y la fuerza publica, término de la misma manera hacia la media noche. Un caos que derivó en la decisión del alcalde Enrique Peñalosa de decretar la ley seca desde mediodía.

Las cifras evidencian lo que pasó en el paro nacional. A las 9:30 p.m el puesto de mando unificado reportó que durante la jornada se registraron 622 actividades, 347 marchas, 215 concentraciones y 73 bloqueos. Un aforo de 253.860 personas.

“Bogotá se mantiene como la ciudadanía de mayor concentración de casos con 15 actividades vigentes, seguido de Palmira con 13, Ibagué con nueve y Buenaventura con seis” se estableció en el reporte oficial.

Otras cifras que se revelaron fue la intervención en 74 ocasiones del Esmad en 17 ciudades para dispersar disturbios, 68 policías lesionados, así como 57 particulares por “lesiones leves e inhalación de gases”.

Hasta ese momento se habían registrado en todo el país 43 personas capturadas, 62 conducidas por protección, seis menores aprehendidos y 53 allanamientos realizados.

Pero en el reporte no se evidenció la verdadera situación que a esa hora vivía Cali. Un asunto al que no se refirió en su alocución nocturna el presidente Iván Duque.

Justamente, a esa hora, a la Agencia de Periodismo Investigativo, API, llegaron toda clase de solicitudes, videos y audios que corroboró en la que los habitantes de varios sectores de la capital del Valle del Cauca describieron lo que estaba ocurriendo.

“El conjunto donde vivimos se llama Paraíso de Confandi C, está ubicado en la calle 69 con carrera primera cerca al cementerio metropolitano del norte. Esta situación se vivió en todas las unidades que quedan en esta manzana. Desde la calle 52 con primera hasta la 70. Hay otras zonas de la ciudad igual, hacia el sur, Valle de Lili, algunas unidades al oeste de la ciudad”. Le narro a API uno de los habitantes.

Habían transcurridos minutos desde que inició el toque de queda en Cali, cuando jóvenes empezaron a ingresar a los conjuntos residenciales de la ciudad para saquearlos. Asustados, los hombres que habitaban en dichos conjuntos se agolparon en las porterías de los edificios con palos, piedras y botellas evitando el ingreso de los vándalos. En el entretanto las mujeres grababan con sus celulares videos y los enviaban a sus familiares y conocidos en otras ciudades.

En uno de estos videos, una mujer joven graba desde un quinto piso el momento en que desconocidos ingresan al interior de un conjunto. Luego, desde ese mismo piso, tres hombres sin camisa, a las afueras de sus apartamentos empezaron a disparar al aire, evitando que la multitud ingrese a la unidad residencial.

En otro video, minutos después se observa la llegada de la Fuerza Pública, militares ingresan y una mujer entre sollozos dice, “nunca antes en mi vida agradecí tanto a mis militares”. La gente desde sus apartamentos aplaudía y vitoreaba la presencia de los soldados en sus conjuntos. “Bravo Ejército, bravo” gritaban a los uniformados mientras los aplaudían.

“Primero quiero decirles que las tropas del Ejército Nacional de la Tercera Brigada, especialmente su batallón de Policía Militar, están aquí para garantizar la seguridad durante toda la noche y la madrugada mientras se normaliza la situación. Vamos a estar patrullando la ciudad, mientras se termina el toque de queda decretado por la alcaldía” les dijo el comandante castrense a los habitantes de una unidad residencial.

El uniformado les solicitó que regresaran a sus casas y que no incumplieran el toque de queda, pues el Ejército y la Policia iban a patrullar toda la noche para garantizarles la seguridad y tranquilidad en sus conjuntos.
 

Mientras el Ejército hacía presencia masiva en los sectores donde hubo zozobra en la ciudad. El general William Ruíz, el exdirector de Inpec y delegado de la presidencia de la República, para tomar el mando de la Policía Nacional en la ciudad con el propósito de garantizar la seguridad, intentó hacia la media noche, restarle importancia a  lo que ocurría. Advirtió que en su mayoría eran "fake news" y cadenas de WhatsApp. 

“Hay completa normalidad en Cali, por supuesto que hay algunos sectores donde buscan seguir con sus acciones vandálicas. El toque de queda ha generado unos buenos resultados y ya en este momento, la ciudad está tranquila", declaró públicamente el general Ruíz mientras en las redes sociales sus habitantes lo desmentían con videos de lo que estaban viviendo al instante.

De manera casi simultánea,  en la Unidad Residencial Pacará, al norte de Cali, El Caney, Chiminangos, Sameco, Floraría, Guaduales, Brisas de los Álamos solicitaban presencia de la Fuerza Pública.

Amparo Espinoza fue una de las habitantes que ripostó públicamente el parte de tranquilidad que entregaron las autoridades de la ciudad, “Falso fue la peor noche q he vivido en mi vida en mi barrio los vigilantes y los vecinos en e parque esperando q llegarán los vándalos para defendernos y en ningún momento apareció un policia no hemos dormido por la angustia decían q de 2 a 5 am nos atacaban Dios mio duele Cali”.

Otro de los habitantes compartió la posición de Espinoza, “Dejaron a Cali en el descontrol, toda la fuerza pública en la marcha y los barrios al control de los  bandidos, acepten que ayer no hubo una buena planificación en seguridad” aseguró Nelson Comrade.

Al final de la jornada de paro hubo 56 saqueos a establecimientos comerciales, 52 civiles y 46 policías lesionados. Un balance que derivó en 125 personas detenidas por violar el toque de queda, de las cuales 15 serán judicializadas.

Por su parte, el presidente Iván Duque en alocución presidencial señaló, "los hechos sucedidos, tras las marchas de hoy, son vandalismo puro y no obedecen a la expresión de la libertad popular, ni serán legitimados por el derecho a la protesta. No permitiremos saqueos, ni atentados contra la propiedad privada y aplicaremos todo el peso de la ley." de igual forma, el primer mandatario expresó que va a profundizar en el diálogo con todos los sectores, al tiempo que se comprometió a acelerar la agenda social y de lucha contra la corrupción.

“Fuerza Pública nunca me advirtió de amenazas sobre posibles asonadas”, aseguró el alcalde de Cali, Mauricio Armitage. Aún no es clara cual será la nueva misión del general William Ruiz, luego de salida del Inpec por la fuga de Aida Merlano y el manejo del paro en la capital del Valle del Cauca.  

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