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Condena por una operación a Jessica Cediel

Luego de un proceso penal que se inició a finales de 2011, una jueza condenó a cuatro años de prisión al médico Martín Horacio Carrillo Gómez, por el delito de lesiones personales causadas a la modelo y presentadora Jéssica Cediel. Sin embargo, la defensa del facultativo apeló la decisión, que está en curso, y hace graves señalamientos

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Sin ningún despliegue mediático, el pasado 9 de marzo se falló uno de los casos que mayor controversia ha generado en círculos médicos y del mundillo del entretenimiento. El cirujano Martín Carrillo fue condenado por la justicia al haberle aplicado a la presentadora Jéssica Cediel el producto Hialucorp, con el que le causó deformidades en sus glúteos. Hoy, siete meses después, el caso revivió en el Tribunal Superior de Bogotá, en donde la defensa del médico busca tumbar la condena.

El procedimiento estético que generó la controversia mediática y pasó a los estrados judiciales –en medio de un entorno en que el médico y la presentadora se habían convertido en los mejores amigos– se realizó entre el 17 de enero y el 5 de agosto de 2009. Para esa época, Cediel buscaba mejorar su aspecto físico. De hecho, inicialmente la aplicación del producto contribuyó a que ella obtuviera en un concurso el título a la mejor cola. No obstante, meses después, la presentadora empezó a detectar algunas deformidades en la parte superior de uno de sus glúteos.

Lo cierto es que, poco a poco, lo que parecía una intervención estética para mejorar su apariencia física se convirtió en una pesadilla para la presentadora bogotana, a tal punto que el 23 de junio de 2011 buscó la ayuda del cirujano plástico Óscar Tirado, quien le diagnosticó una lipodistrofia en la región glútea y la intervino. Un procedimiento que complementó con el cirujano Iván Santos, quien encontró que le habían aplicado biopolímeros, una especie de silicona líquida, y no ácido hialurónico.

Entonces, al no llegar a un acuerdo económico y muy afectada por las secuelas de la intervención, Cediel radicó la denuncia y en diciembre de 2011 empezaron las actuaciones de la justicia y los abogados. El pleito se inició con una audiencia de conciliación por el presunto delito de lesiones personales culposas. Sin embargo, como este estaba prescrito, la Fiscalía lo modificó a lesiones personales dolosas. De hecho, el 9 de mayo de 2015 el ente acusador imputó a Carrillo por lesiones personales dolosas con perturbación síquica permanente.

Luego de tres años de audiencias, pruebas, recursos, testimonios y dictámenes periciales de las partes, el caso llegó a su final en primera instancia. El 9 de marzo pasado, el Juzgado 13 Penal condenó al médico Martín Horacio Carrillo Gómez a 48 meses de prisión y una multa de 39 salarios, aunque le concedió el beneficio de libertad condicional, mientras en una nueva instancia se tomarán decisiones sobre el caso.

cediel

Los elementos claves del fallo que profirió la justicia para condenar al médico Carrillo fueron en esencia que la paciente no autorizó por escrito la realización del procedimiento estético, que el producto, Hialurcorp, que se aplicó en el cuerpo de Cediel no se podía usar en cantidades superiores a 5 ml y que estaba destinado únicamente a relleno facial.

El juez también encontró que el producto que se le aplicó tenía un precio por debajo del mercado, que la medicina ha establecido solo dos procedimientos para el aumento de glúteos, que son implante de silicona y lipoinyección. Por estas consideraciones, el funcionario judicial lo condenó por dolo eventual. En otras palabras, que era previsible el resultado negativo de la práctica médica y que a pesar de esto asumió el riesgo.

Pero la condena, sin antecedentes en este tipo de procedimientos para un profesional de la salud, generó un fuerte debate en los estrados judiciales, al punto que la defensa de Carrillo, la abogada Gina María García Chávez, enfiló baterías en una instancia mayor, el Tribunal Superior de Bogotá.  Allí, la jurista radicó un extenso documento en el que no solo ratifica la inocencia de su cliente, sino que hace graves señalamientos sobre la decisión judicial.

El polémico caso ya está en el despacho del magistrado Fabio David Bernal Suárez, quien recibió una carpeta con 40 folios de la sentencia y 10 discos compactos con los que deberá ratificar o revocar la decisión del juez de primera instancia.

No obstante, mientras el juez del caso y el abogado de la presentadora están satisfechos con la determinación judicial, la defensa del médico opina lo contrario. El primer argumento hace referencia al consentimiento informado. En este sentido, señala la abogada García Chávez que este procedimiento no necesitaba de la firma del documento, en razón a que la manifestación de la voluntad del paciente podría hacerse verbal como expresa la defensa del médico Carrillo que se hizo, o tácita; y agrega que fue un procedimiento menor, que consistió en la aplicación de una inyección de ácido hialurónico.

Otro aspecto que considera de la mayor relevancia es lo que atañe al producto Hialucorp, pues argumenta que el juez dejó la responsabilidad de la autenticidad del producto en su defendido, al afirmar en la sentencia que el médico debería estar al tanto de las alertas del Invima para este producto. Al respecto, la abogada dejó en evidencia que Hialucorp tuvo registro del Invima durante 10 años y que mediante resolución del 2007 autorizó la presentación en 50 ml y 250 ml para ser usado en procedimientos de relleno muscular, justo la presentación que utilizó Carrillo en la intervención estética a Jéssica Cediel. Asimismo, destaca que el Invima no registró alertas ni cambios respecto a esta sustancia.

Según Alfonso Carlos Carvajal, presidente de la Asociación Colombiana de Médicos Esteticistas, “conocía el producto, que este tenía desde el año 2007 licencia para ser importado desde Europa, que estaba autorizado en tratamientos faciales y de relleno muscular, y que estuvo aprobado hasta la presentación de 250 ml y que incluso se estableció que era adecuado para utilizar en volúmenes mayores hasta 50 centímetros cúbicos y a nivel facial y corporal”.

Pero los principales señalamientos de la defensa del médico recaen sobre tres entidades: Invima, Secretaría de Salud del Valle del Cauca y Fiscalía. En concreto, se hace referencia a que se conoció que en el año 2007 la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva había solicitado información al Invima sobre el registro sanitario del producto, en razón a otros casos con antecedentes por su aplicación en glúteos, al punto que se registró la muerte de una paciente.

También se documentó en el proceso que el 6 de junio de 2008 se había informado a un fiscal seccional respecto a las irregularidades que presentaba el producto, incluso con comercialización fraudulenta, hechos que demostraron que las autoridades poco hicieron para sacarlo del comercio y revocar su registro. No obstante, lo que más llama la atención en el caso es que se conoció un análisis de la Universidad Nacional que demostró que algunas compañías estaban comercializando silicona líquida con etiquetas de Hialucorp.

En suma, dice la defensa que pasaron tres años para que se rindiera un informe por el Invima para concluir que el producto no era ácido hialurónico y solo en 2011, con ocasión de la denuncia que interpuso el médico Martín Carrillo y el escándalo mediático por el caso Cediel, se canceló el registro y distribución del producto.

Adicionalmente, señala la defensa del médico, que Carrillo es una víctima, pues usó el producto con el convencimiento de que el Invima había revisado su composición química y lo había aprobado. Concluye que, como no se arrojaron alertas ni para el uso ni en sus modificaciones, podía aplicarlo como lo hicieron varios médicos.

Aunque parecía que con la condena al cirujano Martín Carrillo Gómez se cerraba otro capítulo de la justicia contra los médicos, lo que queda claro es que ahora se libra una nueva batalla que definirá el Tribunal Superior de Bogotá. Entre tanto, el médico, retirado de la profesión y cuidando el cáncer que padece su progenitora, espera una nueva decisión de la justicia. Su otrora amiga, Jéssica Cediel sigue convencida de que ese procedimiento le cambió la vida y le dejó graves secuelas sicológicas. Hoy es una de las reinas de las redes sociales, con más de cinco millones de seguidores. Promociona productos de belleza junto con sus dos hermanas y vive entre Miami y Bogotá.

 

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