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Alarma por dos medicamentos en auge por Covid-19 y un médico apresurado que los evidenció

Mercado de dos medicinas se distorsionó en la última semana. Coincidió con anunció de infectólogo quien asegura que es tratamiento efectivo contra el coronavirus. Gobierno los declara como vitales no disponibles. Industria farmacéutica toma medidas. Médicos cuestionan colega y ensayo clínico.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Una rueda de prensa realizada el pasado 22 de marzo por el médico infectólogo Juan Diego Vélez, adscrito a la clínica Valle de Lili de Cali, Valle del Cauca, en donde hay 73 personas diagnosticadas con Covid-19 y su divulgación en emisoras musicales y populares genera alarma. 

Dos medicamentos, Azitromicina y Sulfato de Hidroxicloquina, utilizados en el tratamiento de la malaria y  otras enfermedades, se convirtieron en los últimos días en las denominadas compras de pánico, porque según Vélez, sirven para combatir el virus.

Por eso,  con afán, los usuarios buscan las dos medicinas en droguerías, sin advertir  el riesgo que implica la autoformulación de estos antibióticos y que el estudio elaborado en Francia en el que se fundamentó el facultativo para hacer sus anuncios en Cali,  es objeto de debate a nivel mundial.

Una expectiva que se generó luego de la expedición de un comunicado de la Fundación Clínica Valle de Lili, titulado Tratamiento para la infección de coronavirus (COVID-19). Allí Vélez señaló, “en relación con la situación actual y la expansión de la epidemia pienso que afortunadamente hay algunas luces que pueden brindar ayuda para nuestros pacientes y para disminuir el contagio tanto en la comunidad como a los médicos y personal de salud que manejan estos pacientes”.

Y planteó la fórmula,  “en estos términos y hasta que tengamos nuevos datos que nos permitan cambiar y retomar el rumbo, pienso que los pacientes leves y graves deben recibir: Hidroxicloroquina 400 mg cada 12 horas el primer día y luego 200 mg cada 12 horas por siete días y Azitromicina 500 mg diarios por 6 o 7 días ya sea oral o intravenosa según sea la situación”.

 

CLINICA VALLE DE LILI



El facultativo también indicó la dosis que debía suministrarse a los niños. Del primer medicamento determinó que debía ser 6mg por cada kilo de peso de los menores  y de la segunda 12mg por cada kilo, diariamente. 

Sin embargo, lo que el médico denominó como luz de esperanza traspasó las barreras de la comunidad médica y gracias a su comunicado y rueda de prensa llegó a los oídos de los ya atemorizados ciudadanos, acostumbrados a automedicarse. 

Minutos después del anuncio público de Vélez, un disc jockey de una de las emisoras musicales más escuchadas en el pais y en el Valle del Cauca le comunicó a sus oyentes la buena nueva, con aplausos de fondo incluidos. 

“Ey, Cali. Por eso les dije que la palabra de hoy era esperanza. De acuerdo con el galeno, medicamentos como la Hidroxicloroquina y Azitromicina, son claves para disminuir la expansión del virus, reduciendo las posibilidades de enfermedad grave o insuficiencia respiratoria. Lo probó ya en pacientes acá en Cali y mejoraron de coronavirus. El dice qué hay que cogerla suave como un bolero, pero yo estaba erizado, emocionado al escuchar la rueda de prensa y decidí contarle esto a mis oyentes”. Afirmó el locutor extasiado, mientras de fondo sonaba la canción Color Esperanza del canta autor argentino, Diego Torres.

Pero los oyentes, televidentes y lectores que tuvieron acceso al comunicado, divulgado a través de los medios locales, incluyendo la dosis que se debía suministrar, no lo tomaron suave, como el bolero que pretendía el acusioso disc jockey.

Medicamentos


En las horas siguientes, una avalancha de personas llegaron a farmacias y droguerías preguntando por los medicamentos que eran de venta libre. Lo mismo sucedió en Internet. En las páginas de droguerías, farmacias, así como en páginas web de venta de todo tipo de productos como Mercado Libre, se venden los medicamentos.

Varias presentaciones comerciales como Tromix, seis tabletas de 500 mg tiene un costo de $95.500 y Azitromicina de Genfar (genérico) 500 mg se consigue desde $9.990 una caja de tres tabletas. 

Incluso, la inusual demanda de estas medicinas similar a los jabones antibacteriales y otros productos de hace unas semanas,  llevó al gobierno nacional a declararlos cuatro días después del anuncio del médico Vélez, como medicamentos vitales no disponibles.

Una fuente del sector farmacéutico, lo confirmó, “declararon esos medicamentos como vitales no disponibles, lo que abre las puertas a la importación de otros fabricantes como Bayer, aún sin registro sanitario”.

Efectivamente, algunas cadenas de droguería dejaron los dos productos únicamente para dispensación a EPS y clínicas, “ solo los saldos que estaban en droguerías se dejaron para venta libre y estos ya se acabaron”. Con una aclaración adicional, solamente los laboratorios Sanofi y Siegfried los producen, aunque también hay genéricos.

 

FOTO COMUNICADO DE PRENSA DE JUAN DIEGO VELEZ



Así las cosas, el decreto 476 del 25 de marzo, en lo referente a medicinas, declaró de interés público los medicamentos dispositivos médicos, vacunas y otras tecnologías en salud que sean utilizadas para el diagnóstico, prevención para el tratamiento del Covid-19. Incorpora además como vitales no disponibles aquellos medicamentos necesarios para el tratamiento del Coronavirus, sin precisar cuáles. 

La situación tuvo un coletazo. No pocos médicos y científicos empezaron a mostrar preocupación por el anuncio en rueda de prensa de su homólogo en la Clínica Valle de Lili, la divulgación e interpretacion del mismo por emisoras musicales, así como la avalancha de interesados por este producto. 

Pero también por otra razón, el pronunciamiento del facultativo no fue producto de un estudio propio, si no de un ensayo clínico que se llevó a cabo en The Mediterranée Infection University Hospital Institute en Marseilla. Allí, Phillippe Gautret, uno de los lideres de la investigación estableció que la Hidroxicloroquina, derivado de la Cloroquina, podía ser eficaz para reducir la carga viral en pacientes con Covid-19.

En el ensayo clínico, los pacientes mayores de 12 años y diagnosticados con coronavirus recibieron una dosis de Hidroxicloroquina durante 10 días. La conclusión a la que llegaron fue la reducción en la carga viral.  

Paradójicamente el mismo día del comunicado de prensa del médico Vélez, a las 9:13 am el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un trino que generó 387.000 me gusta. “La Hidroxicloroquina y Azitromicina, tomados en conjunto, tienen una oportunidad real de ser uno de los mayores puntos de inflexión de la medicina”.

 

TRINO DE DONALD TRUMP DEL 21 DE MARZO A LAS 9:13 AM REFERENTE A ESOS DOS MEDICAMENTOS



El mandatario ya había mencionado esos dos medicamentos en una rueda de prensa dos días antes con entusiasmo. No obstante, Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, salió al paso ante el apresurado anuncio y sentenció, “no son píldoras mágicas y no pueden anunciarse como un tratamiento”.

Para ese momento Estados Unidos, ya se acercaba a los 22.000 contagios y 276 muertes. Siendo New York el centro de preocupación con más del 50% de los casos y 56 decesos. 

Una semana después, tanto el estudio de los investigadores franceses como el trino de Trump parecen irse desmoronando. En solo una semana, Estados Unidos pasó de ocupar el quinto lugar en número de contagios a liderar el preocupante ranking con 93.329 casos y 1.384 muertes. 

En cuanto al ensayo clínico francés, más se demoró en ser publicado que en ser altamente cuestionado por sus pares que no dudaron en calificarlo como polémico. El artículo con las conclusiones apareció por primera vez en la página Medrxiv, un portal de prepublicaciones especializadas en ciencias de la salud. El proceso de revisión por pares, que usualmente demora semanas  o meses, fue avalado en 24 horas lo que causó sorpresa en la comunidad médica y científica.

Ese mismo día, el pasado 16 de marzo fue remitido al International Journal of Antimicrobial Agent. Cuatro días después fue publicado. Como era de esperarse el estudio llamó la atención de los expertos quienes lo revisaron con lupa y ahí aumentó la controversia. La Agencia de Periodismo Investigativo, API, verificó en PubPeer las críticas que ha recibido de expertos de todas partes del mundo.

Publicación y prepublicación

 

Al tiempo exprés de prepublicación y publicación se sumó lo que la comunidad médica ha denominado como existencia de problemas éticos. Algunos facultativos consideran que pacientes con Covid-19 fueron tratados con este fármaco que fue diseñado y aprobado para malaria, por lo que señalan que estudios de este tipo deben ser aprobados por un comité de ética y seguridad antes de ejecutarse.

Ese es el otro punto de discusión que los tiempos entre el ensayo y la aprobación, no le cuadran a muchos. “El protocolo para aprobar este tratamiento fue aprobado por la ANSM y el Comité de Ética Francés el 5 y 6 de marzo, respectivamente. La publicación indica que los pacientes fueron monitoreados durante 14 días y la prepublicación salió el 16 de marzo. ¨Algo no cuadra!¨, indicó la experta Elizabeth Bik, una microbiologa y consultora de integridad científica con alto reconocimiento a nivel mundial.

Esta científica también puso en entredicho que en el sitio de registro de ensayos clínicos de la Unión Europea se mencionó que se evaluaron por PCR a los días 1,4,7 y 14. “Sin embargo los autores muestran los datos para el día 6 en vez del 7. ¿Qué sucedió el día 7?”, se preguntó.

Otro eje de debate en la comunidad médica ha sido la diferencia entre el grupo con tratamiento y el de control. Aseguran que este debió tener características similares en edades, género y sintomatología. “Los grupos no fueron seleccionados de manera aleatoria y en el grupo control había pacientes muy jóvenes entre 10 y 20 años, a pesar que se había advertido que se realizaría en pacientes mayores a 12 años, mientras que el de tratamiento solo se aplicó a personas mayores de 25 años”, sentencia la microbiologa Bik.

Y un punto más inquieta a los expertos. El estudio comenzó con 26 pacientes pero solo se proprocionaron datos de 20. “¿Qué pasó con esos pacientes? tres fueron transferidos a la UTI, dos pararon la medicación por náuseas o porque se sintieron mejor y uno murió. Por lo que al menos cuatro pacientes tratados no se recuperaron con el tratamiento y fueron dejados fuera del estudio”.

Además advirtieron que esté hecho, además de extraño, explicaría las cifras tan optimistas del ensayo clínico. Con un asunto adicional señalado por la microbióloga holandesa, uno de los autores, JM Rolain, es también editor en jefe de la revista en la que se publicó dicho estudio, un hecho que la científica no dude en señalar como un claro conflicto de intereses.

 

Foto de enfermos de coronavirus en hospital

 

Algunos médicos en Colombia y en el exterior, al conocer las conclusiones del estudio advirtieron que, “en California, San Diego, tres pacientes presentaron fibrilación ventricular y muerte súbita después de recibir Hidroxicloroquina y Azitromicina para manejo del Covid-19, recuerden que los medicamentos prologan el QT”.

El médico colombiano, Camilo Prieto, fue mas contundente y aseveró, “si usted se automedica con Hidroxicloroquina y Azitromicina para Covid-19 se puede morir de una arrítmia y le quita irresponsablemente el tratamiento a personas que lo necesitan”. 

Otro facultativo en Granada, España advirtió,  “mucha precaución: Hidroxicloroquina y Azitromicina son dos fármacos que pueden prolongar el intervalo QT y provocar graves arritmias (Torsades de Pointes) en personas susceptibles”.

Al parecer el infectólogo Vélez se entusiasmó con el estudio francés divulgado el 19 de marzo pero cuestionado apenas tres días después. Incluso se ha hecho público que en China se realizaron quince estudios con estos medicamentos desde el inicio del brote pero han sido prudentes en su difusión por no ser concluyentes. 

Para el caso colombiano es aún más preocupante por la costumbre de muchos ciudadanos de adquirir medicamentos sin fórmula médica. Distinto a cómo ocurre en Estados Unidos y Europa en donde el comercio de estos productos  es estricto.

 

Foto de elisabeth bik


De hecho, en el año 2014 se tramitó un proyecto de ley en el Congreso que buscaba prohibir la venta de antibióticos sin fórmula médica, limitar su comercialización a droguerías y farmacias, impedir la venta en medios como Internet y controlar el uso de antibióticos en animales para el consumo humano.

En la ponencia se indicaba que, “los antibióticos no son medicamentos inofensivos, ligeros, que puedan “automedicarse” por quien presente un determinado síntoma. Es de aquellos medicamentos que sólo se formulan cuando el paciente realmente los necesita, su dosis y el tiempo de consumo deben ser exactos. Los colombianos, debemos entender que su uso inadecuado genera resistencia de las bacterias a los antibióticos”.

Ese mismo año un estudio realizado por la Universidad Nacional en el que se analizó el impacto del consumo de antibióticos y la resistencia bacteriana en 17 hospitales pertenecientes a la Red Distrital de Salud de Bogotá, determinó que la mortalidad y la permanencia hospitalaria de los pacientes aumentaron hasta en un 14%.

Y es que los dos medicamentos que están haciendo parte de las compras de pánico, desde el comunicado y rueda de prensa del médico Vélez, no son cualquier producto farmacológico.

La Hidroxicloroquina, es un antimalárico utilizado también en el tratamiento de la artritis reumatoide y el lupus. La Azitromicina es un antibiótico de amplio espectro que se usa para tratar infecciones bacterianas como bronquitis crónica y neumonía. También es usada para tratar enfermedades de transmisión sexual. Ambos fármacos pueden causar interacción con otros. De ahí el peligro de su venta y consumo libre. 

Lo evidente es que el presuroso anuncio del médico inféctologo, Juan Diego Vélez, que tenía la intención de dar una buena noticia en momentos de crisis, concluyó como en las canciones que tanto programan los disc jockey en las emisoras musicales, una cura peor que la enfermedad. 
 

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